Estuve a punto de tirar la toalla, pero el Juego de las Estrellas Cubanas en Miami debe sobrevivir a toda costa

El Undécimo Juego de las Estrellas Cubanas de todos los tiempos dará continuidad este sábado a una tradición que engalana -con mayor o menor éxito- los inviernos de la Capital del Sol y, a pesar de los pesares, no puede faltar.

Con sede en el terreno número 3 del conocido Tamiami Park, a partir de las 11 a.m. el encuentro de béisbol reunirá a jugadores cubanos de varias generaciones radicados en esta ciudad en los equipos Azul y Rojo que reunirán a figuras que brillaron en Series Nacionales y Grandes Ligas.

El Juego de las Estrellas cubanas ha pasado por varias fases, algunas mejores y otras no tanto. Ahora se encuentra en un momento de continuidad que no es de los más felices, pero es un proyecto que no debe morir bajo ningún concepto y ha sobrevivido, entre otras cosas, por el trabajo de Rafael Milanés y de figuras como El Duque Hernández, siempre presente.

Milanés, alma fundadora de este proyecto, hablo de lo que puede suceder este 15 de enero.

¿Qué significa haber llegado a 11 ediciones?

“Yo no lo esperaba. Fue una iniciativa de un grupo de amigos de béisbol. El Duque Hernández siempre me apoyó, pero también estuvieron José Feliciano González, Luis Gustavo Pestana. Queríamos reunir a amigos, gente del béisbol que estaban regados. Gracias Dios, esta idea ha perdurado, a pesar de muchos problemas. Todo lo hacemos con mucho esfuerzo, pero lo hemos podido hacer durante 11 años’‘.

¿Cómo ves este juego del sábado?

“Queremos esperar, porque todo es muy complejo, pero nuestra idea es que vengan peloteros que ya tienen sus hijos firmados en diversos niveles de la pelota profesional. Hay mucho interés, mucho entusiasmo y esperamos que este evento sea mucho mejor que otros en términos de asistencia. Ojalá que todos pueden venir para pasar un buen rato’‘.

A veces han venido pocas estrellas, ¿qué te mantiene en esto?

“Es muy difícil, porque son muchas situaciones. Hemos flaqueado, hemos estado a punto de tirar la toalla, como el año pasado, pero hablaron conmigo, empezando por el Duque y otros amigos que me pidieron que no me rindiera. Es difícil. Este año todo costó el doble. Y no le pedimos un peso a nadie’‘.

¿Para ti que sería lo más importante?

“Esa hermandad. Ver el reencuentro de peloteros que jugaron juntos y que hacia mucho tiempo no se veían, escuchar las historias y cómo todos a su alrededor se quedan extasiados escuchándolos. Es un día para la familia, para el recuerdo y la nostalgia’‘.

¿Qué es lo más difícil?

“Reunirlos, muchos están disfrutando de merecidas vacaciones, unos viajan, otros descansan. Un grupo importante está ahora mismo participando en las ligas invernales o están negociando contrato de Grandes Ligas o Japón. A veces vienen más o menos, pero siempre algunos responden y eso mantiene vivo esto’‘.

Hablas mucho de El Duque en este proyecto.

““Orlando es algo especial. Sin demeritar a otros, pero Orlando es nuestro abanderado, todo el mundo lo sigue, lo admira por su carácter, su apoyo. Orlando ha sido el caballo de batalla, el apoyo mío en las buenas y en las malas, sin pedir nada, porque sabe lo importante de una sonrisa de un aficionado’‘.