Una exposición representa los rostros marcados por la violencia del conflicto norirlandés

Londres, 22 abr (EFE).- El retratista Colin Davidson ha pintado los rostros de artistas de la talla de Ed Sheeran o personalidades tan relevantes como la reina Isabel II, pero la que se expone ahora en la National Portrait Gallery es una de sus colecciones más íntimas, donde refleja las miradas de 18 personas que sufrieron la violencia del conflicto en Irlanda del Nrote.

Allí, a modo de 'Testimonio silencioso' —nombre que recibe la muestra—, Davidson, de origen norirlandés, exhibe las consecuencias que dejó el conflicto (los llamados, en inglés, 'Troubles') de Irlanda del Norte, las cuales, pese a concluir en 1998 con el Acuerdo de Viernes Santo, se extienden hasta la actualidad.

"La exposición no es sobre el pasado, sino sobre lo que queda atrás como resultado de un conflicto pasado, sobre lo que impacta en el conjunto de la sociedad mientras tratamos de reparar y curar, y sobre el hecho de cómo el reconocimiento es tan importante en el proceso de curación colectiva", dijo Davidson en declaraciones a EFE.

Aprender del pasado

Entre los 18 retratos del artista, se encuentra la historia de Thomas O’Brien, que perdió a su hermano, a su cuñada y a sus dos sobrinos en la explosión de un coche bomba en 1974.

También la de Margaret Yeaman, herida mientras trabajaba en otra detonación en 1982, o la de Maureen Reid, cuyo marido murió como consecuencia de una bomba que explotó en el interior de un bar de Belfast.

Estas son algunas de las consecuencias del conflicto norirlandés que Davidson trata de reflejar ahora en esta pequeña exposición, recogida en una única sala de la galería de arte y en la que los cuadros se sitúan en dos filas, uno encima del otro.

"No hay escapatoria", opinó Davidson, que consideró que esta "íntima" distribución obliga al espectador a vincularse con las imágenes y aprender algo de ellas y de los sujetos que allí aparecen, lo que para él es el objetivo final que pretende lograr cuando pinta un retrato.

En el proceso, el pintor creyó tener un privilegio: poder ver detrás de la fachada, del disfraz que las personas llevan en sociedad para protegerse.

"Espero que algo de la experiencia que tuve al pasar tiempo con cada una de esas personas se entrelace con la pintura, y que el público pueda sentirlo y experimentarlo cuando se acerque a las obras", deseó.

Recordar para sanar

Aunque el conflicto norirlandés se consideró terminado con el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, Davidson señaló que este momento, pese a garantizar un futuro a la región, pudo significar la pérdida de la oportunidad de obtener respuesta y justicia para las víctimas.

No obstante, según insistió en diversas ocasiones, 'Testimonio silencioso' no pretende hablar únicamente de los 'Troubles', sino que hace referencia a la diversidad de conflictos y guerras que continúan desarrollándose a día de hoy.

Por ello, con los cuadros que permanecerán en la National Portrait Gallery londinense hasta el 23 de febrero de 2025 quiere servir de altavoz para las historias que no han sido contadas y dar la oportunidad a los retratados de que los visitantes que acudan al museo puedan empatizar con ellos.

"Es un enfoque muy personal como artista, para simplemente decir que esta gente existe, que están pagando el precio por nuestra paz; al menos, recordemos eso", sentenció.

Cristina Alonso Pascual

(c) Agencia EFE