A la familia de Ortega Cano se le multiplican los problemas en el peor momento

José Ortega Cano y su familia no ganan para disgustos y es que últimamente hemos visto al diestro incluso perdiendo los papeles con la prensa debido al constante seguimiento y la presión mediática a las cuales está sometido.

Ana María Aldón ha confirmado el divorcio, esa ya es de por sí una situación familia muy dolorosa y más habiendo un niño pequeño de por medio. José Fernando está ingresado en la clínica de salud mental en la que lleva años y Gloria Camila ha tenido que alejarse de los medios de comunicación para cuidar, precisamente, su salud mental con ayuda de profesionales y mediación psiquiátrica.

En este sinsentido público de desdichas ahora se suma una posible nueva enemiga que nadie esperaba y que puede abrir una herida profunda tanto en el seno familiar como en la imagen pública del torero.

Se trata nada menos que de la madre biológica de José Fernando y Gloria Camila. ‘Egos’ hace alusión al programa de Telecinco ‘Socialité’ y recoge una información cuanto menos preocupante y muy delicada para Ortega Cano.

El medio habla de “supuestas irregularidades en la adopción” de los dos jóvenes que ahora podrían salir a la luz si su madre biológica tirase de la manta. La adopción de Gloria y José tuvo lugar en 1999 y Gloria, en su día, dijo en televisión que para ella fue como salir de un pozo negro y llegar a una vida llena de luz.

Rocío Jurado y Ortega Cano fueron a Colombia y trajeron con ellos a José Fer con 6 añitos y Gloria Camila con 3. El evento que montaron en La Moraleja para presentar a los pequeños a la prensa y al mundo fue un circo pero les embriagaba la emoción dado que ellos, en aquel entonces, tenían 52 y 46 años respectivamente.

Debido a su avanzada edad Rocío Carrasco habría tenido que firmar un documento conforme si ellos faltaban, ella se haría cargo de sus hermanos a los cuales hoy, no les habla. El fallecido periodista Jesús Mariñas ya levantó la liebre por aquel entonces asegurando que la Jurado no habría querido más hijos pero que cedió por el torero y su ansia de ser padre.

‘Cadena 100’ recogió las declaraciones polémicas del periodista del corazón: “Rocío no estaba por esa labor. Pero tuvo que tragárselo, admitirlo y digerirlo aunque no era plato de su agrado. Muy a su pesar consintió, admitió, compartió y también sufrió. No quedaba más remedio. Era lo más inteligente, aunque la contrariase, para mantener la paz, armonía, apariencia y solidez matrimoniales. Supo adaptarse a los deseos de José Ortega Cano aunque no coincidieran con los suyos, que aspiraban a descendencia propia. Optaron por la incómoda comodidad de prohijar a Gloria Camila y José Fernando por si acaso no venía lo deseado”.

Si esto ya es fuerte porque es como decir que la cantante no quería adoptar a esos niños, ‘La Razón’ se ampara en un programa emitido a inicios de este año en el que el equipo de María Patiño dejaba caer que había irregularidades en el proceso de adopción.

De ahí, siempre según el citado espacio, que Ortega Cano se habría posicionado al lado de Antonio David Flores porque “éste podría haber amenazado al diestro con hacer públicas esas supuestas irregularidades”.

En el mismo programa hicieron alusión a un episodio acontecido en aquellos años en Colombia, país natal de los niños, donde: “en aquel momento, desaparecieron algunos niños y niñas que más tarde fueron localizados en Europa, bajo la tutela de otra familia”.

Lo cierto es que insinuar algo así me parece muy grave y menos sin prueba alguna. Ahora se rumorea que la madre biológica estaría dispuesta a venir a España a hablar con los medios y con la intención de conocer a sus hijos así que su versión puede sentenciar definitivamente a la familia Ortega Cano o, por el contrario, arrojar algo de luz en sus horas bajas.

Una cosa está clara, si esta señora tiene pensado dar una entrevista debería antes sopesar si eso le hará bien a Gloria Camila y José Fernando porque, honestamente, en su situación actual no creo que tengan demasiado equilibrio como para lidiar con algo tan importante y decisivo como conocer (de nuevo) a su madre biológica.

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