Por primera vez, en el famoso Concierto de Año Nuevo de Viena se interpretó la obra de una mujer

Riccardo Muti fue el encargado de conducir el Concierto de Año Nuevo 2025, en Viena
Riccardo Muti fue el encargado de conducir el Concierto de Año Nuevo 2025, en Viena - Créditos: @EFE

Por primera vez en la historia del Concierto de Año Nuevo, que se celebra cada 1° de enero en la sala de conciertos Musikverein, de Viena, se escuchó la obra de una compositora. Este año, el gran concierto anual estuvo a cargo del famoso director Riccardo Muti.

A sus 83 años, el prestigioso director subió a este podio por séptima vez. El programa incluyó, por tradición, el repertorio de los músicos de la familia Strauss. Y este año se subrayó el trabajo de Johann Strauss hijo, a quien en 2025 se recordará especialmente por cumplirse el bicentenario de su nacimiento.

El director de orquesta Riccardo Mutti (en el centro) durante el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena este miércoles.
El director de orquesta Riccardo Mutti (en el centro) durante el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena este miércoles. - Créditos: @EFE

El programa tuvo piezas de Johann Strauss, de sus hijos Johann Strauss II, Josef Strauss y Eduard Strauss I, de Josef Hellmesberger y, por primera vez, una composición de una mujer, Constanze Geiger. Se escucharon la “Marcha de la libertad, op. 226″, “Golondrinas de un pueblo de Austria. Vals, op. 164″, “Vals de la laguna, op. 411″, “Obertura de la opereta “El barón gitano”, “Marcha de la muchacha de las violetas”, “Polka de Ana” y “Tritsch-Tratsch”, entre otras.

Para cumplir con los mandatos ancestrales, el cierre fue con “El Danubio Azul” y la “Marcha Radetzky”, que el público suele acompañar con palmas y es, siempre, la picardía (arengada por los propios directores) que le da el toque de color a la solemnidad del concierto. Por supuesto que hay otros elementos que le dan color a la gala. Porque, si de tradiciones se trata, hubo 30.000 flores frescas, una sala plagada de rosas, anturios, claveles y amarilis.

Una virtuosa de 12 años

La curiosidad de este año fue la inclusión de una pieza breve que Constanze Geiger escribió a los 12 años . La elección (inédita hasta ahora) de la obra de una compositora, tiene detrás una historia peculiar pero con un final que, de algún modo, 150 años atrás resultaba previsible. Muti y la orquesta interpretaron “Ferdinandus-Walzer”, vals que Geiger compuso cuando tenía apenas 12 años. Strauss la entrenó en 1848.

Nacida en Viena, en 1835, Constanze fue hija del compositor José Geiger (1810-1861) y de la modista de la corte Teresa Rziha (1804-1865). Teniendo a un músico en la familia no le fue difícil orientar sus pasiones hacia el mundo artístico. Luego de tomar lecciones de piano con su padre y con J.W. Tomaschek y Simon Sechter debutó como pianista a los seis años. Tres años después comenzó a componer y a los 13 subió al escenario, pero no como música sino como actriz.

Constanza Geiger, prodigio que a los 12 años daba conciertos y componía obras que estrenaba la familia Strauss
Constanza Geiger, prodigio que a los 12 años daba conciertos y componía obras que estrenaba la familia Strauss

Siempre estuvo cerca de la realeza, ya fuera por el trabajo de su madre como por su propia inquietud. Así como Johann Strauss estrenó su vals de “Fernando”, en 1848, seis años después escribió la obra “Elisabethen-Vermarshungsmarsch”, que se estrenó el 21 de abril de 1854, cuando la duquesa Isabel de Baviera (futura emperatriz de Austria) pasó por Nussdorf camino de su boda, que tuvo lugar dos días después, en Viena.

Pero, también, la de Constanze es la historia de una plebeya que se casó con un noble, un año después de haber sido madre (su hijo Francisco vivió solo nueve años). Con la llegada del niño y del matrimonio abandonó toda actividad artística. La boda con el Príncipe Leopoldo de Sajonia-Coburgo y Gotha se llevó a cabo el 23 de abril de 1862. Eso le permitió acceder al título de baronesa de Ruttenstein, otorgado por Ernesto II de Sajonia-Coburgo-Gotha. Desde entonces dedicó su vida a las cuestiones familiares en el castillo Radmeric. Si bien sus anteriores piezas siguieron sonando, gracias a las interpretaciones de la familia Strauss, ella dejó de componer.

Sin mujeres en el podio

Desde 1941, el Concierto de Año Nuevo tuvo a 18 directores en el podio, cada 1° de enero. El que más veces visitó el Musikverein para la apertura del año fue Willi Boskovsky (entre 1955 y 1979), seguido por Clemens Krauss, que condujo a la Filarmónica de Viena trece veces y fue, además, quien tomó la batuta en el primer concierto que, en realidad, no se celebró el 1° de enero sino el 31 de diciembre de 1939. Daniel Barenboim tuvo el honor en tres ocasiones ( 2009, 2014 y 2022). Durante el último tiempo se le dio oportunidad a directores más jóvenes como Andris Nelson y Gustavo Dudamel, que fue convocado para la gala de 2017, cuando tenía 36 años.

El director de la próxima edición, anunciado horas atrás (como es habitual, finalizado el Concierto de Año Nuevo) será el canadiense Yannick Nézet-Séguin, que en 2025 cumplirá 50 años . Lo que jamás ha ocurrido hasta ahora es que una mujer fuera la directora de este evento que se transmite a casi cien países. Y es en ese sentido que, más allá de las tradiciones (esas que nunca fueron escritas) el gran concierto (que cuenta con 85 años de vida) tiene un largo camino por recorrer para sostener un link con las audiencias del siglo XXI.

La cuestión de género no es un tema al que se haya querido apuntar en esta edición, más allá de la inclusión de una compositora en el programa. “No elegí este vals por ser obra de una mujer, sino por su valor artístico”, afirmó Muti durante la rueda de prensa previa al concierto, cuando se le preguntó por la pieza de Constanze Geiger. Recién en 1997 la Filarmónica de Viena incorporó a mujeres a sus filas. Actualmente solo representan el 15 por ciento de los instrumentistas, dentro del organismo.