Fiesta del Libro y la Rosa cierra con Mariana Enriquez

CIUDAD DE MÉXICO, abril 22 (EL UNIVERSAL).- La lectura de las novelas de Stephen King en un sentido alegórico –"Carrie", representación del bullying y los tiroteos masivos en las escuelas; "It", metáfora del abuso infantil en un pequeño pueblo, por ejemplo- fue un momento significativo a la hora de que Mariana Enriquez forjara una noción de lo ficticio que pudiera poner en práctica en su propia escritura. Una parte de su proceso creativo y del descubrimiento de su propia voz, que contó durante la charla ofrecida en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con un lleno total y decenas de personas que no pudieron pasar, en la última jornada de la Fiesta del Libro y la Rosa, donde la acompañaron Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural, y Socorro Venegas, directora de Publicaciones y Fomento Editorial.

La ganadora del Premio Herralde de Novela en 2019 por Nuestra parte de noche abordó también el influjo que tienen ciertos hechos delineados y problemas que se fincan en la realidad -para este caso: infinidad de historias desgarradoras que sucedieron en la dictadura argentina- sobre los mecanismos de la ficción. Después del deslumbramiento que le provocó King, sus siguientes influencias fueron los escritores estadounidenses del gótico sureño: William Faulkner, Flannery O'Connor y Carson McCullers, que escribieron sobre tierras destinadas al infortunio, dijo y recordó el caso real de un jovencito argentina que pidió ayuda tocando las puertas y ventanas de su barrio antes de ser asesinado, y al que nadie atendió por paranoia ante la posibilidad de que su súplica fuera una trampa, un testimonio falso en uno de los momentos de desapariciones más álgido. Historia que le sirvió para la trama del primer cuento de "Un lugar soleado para gente sombría", en el que el fantasma del muchacho atormenta a quienes pudieron salvarlo y no lo hicieron. "¿Yo le hubiese abierto la puerta? Creo que no. También es un cuestionamiento a mí (..)Pienso en la decadencia de la clase media que se cree que es progresista, que se cree que tiene valores y finalmente cuando es enfrentada a una situación política elige por el lado reaccionario siempre", dijo.

Con mucho sentido del humor y cierto carácter que puede parecer desenfadado ante los ojos mexicanos, Enriquez habló sobre cierta aura que pesa sobre los escritores al abordar la salud mental. "Todos estaban escribiendo autoficción, contando sobre sus pastillitas. Me aburre, no tengo ganas", continuó y dijo que toda la gente, no sólo los artistas, padece crisis psiquiátricas, enfatizando la importancia de quitar cierta noción preconciba respecto al tratamiento psicológico y psiquiátrico.