Flujo en el embarazo: todo lo que debes saber

Mujer embarazada tocándose la tripa
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El flujo íntimo es diferente, dependiendo de en qué momento se encuentre la mujer a lo largo del mes: con la menstruación, ovulando, justo antes de la regla... Intervienen mucho las hormonas y así sucede de igual forma durante el embarazo. De hecho, el análisis del moco cervical es tenido en cuenta por algunos métodos naturales de fertilidad.

Pero ¿nos puede alertar el cambio de flujo de que hay un embarazo? ¿Cómo cambia con la gestación? La Dra. María Dolores Gómez Roig, ginecóloga y miembro de Grupo Top Doctors, nos aclara estas dudas.

¿Cómo saber si es flujo premenstrual o de embarazo?

El flujo antes de la regla aumenta de cantidad, "es más líquido para favorecer la fecundación", comenta la experta. También puede ocurrir que antes de la regla se tengan pequeñas pérdidas de sangre, al principio muy escasas, y al cabo de unos días, de más cantidad.

Pero durante el embarazo el flujo es diferente. Estas modificaciones se deben a un cambio en la anatomía y a la gran revolución hormonal que hace posible la gestación. "El aumento de vascularización y de estrógenos favorecen una mayor secreción de flujo, hay más cantidad, pero no cambian las características del mismo, que es transparente o blanquecino, pero no debe molestar ni oler", detalla. Así, aumenta la cantidad incluso más que antes de la regla.  Si hay un retraso de la menstruación, ante la duda, su consejo es hacerse un test para confirmar si hay embarazo o no.

Durante el embarazo, se pueden producir por diferentes motivos pequeños sangrados ocasionales. Por este motivo, aveces el flujo puede llevar algunos hilitos de sangre o ser un poco más marrón. "No siempre hay que alarmarse, porque no siempre es algo malo ni hay una patología detrás. Pero cuando el flujo sea de tipo marrón y con sangre hay que consultar para descartar que haya alguna patología como un hematoma relacionado con la placenta o una placenta mal situada, como una placenta previa", recomienda la ginecóloga.

En estos casos en que el flujo cambia, hay que descartar que estemos ante una infección. Síntomas que hacen necesaria una consulta médica serían:

  • Picores, molestias o irritación.

  • Cambio de color o de olor.

  • Manchas de sangre con el flujo o un flujo marrón (que refleja que ha habido un sangrado en algún momento).

Test de embarazo positivo
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¿Cómo es el flujo si te has quedado embarazada?

El flujo del primer trimestre es un flujo más abundante. Es decir, hay más cantidad, pero no debe cambiar ni en olor ni en color. "Si una mujer está embarazada, siempre que cambie el olor, el color o que haya clínica, es decir picor o irritación, debe consultar al ginecólogo, ya que se puede tratar de un cambio sin trascendencia por el cambio hormonal (fisiológico) o ser patológico", comenta la especialista.

Aunque una mujer esté embarazada, si tiene infección vaginal o vulvar se debe tratar. Hay tratamientos adecuados que se pueden administrar durante el embarazo sin riego para ella o para el bebé. "Durante el embarzo pueden aumentar las infecciones vaginales y vulvares, ya que hay cambios en el sistema inmunitario, es decir en las defensas, y pueden ser más frecuentes estas infecciones", destaca la Dra. Gómez Roig.

Como detalla, cuando hay una infección, el flujo cambia totalmente. No es que haya una cantidad mayor sino que aumenta en espesor. Si es blanquecino puede haber hongos y cándidas y es menos fluido. Además, se asocia a picor, sobre todo nocturno. La candidiasis es la infección más frecuente durante el embarazo (al igual que cuando la mujer está inmunodeprimida o toma anticonceptivos). "La infección por cándida es benigna, pero se debe tratar aunque esté embarazada porque puede empeorar ocasionando muchas molestias a la mujer", advierte. También puede afectar al bebé, que podría contagiarse al pasar por el canal del parto.

Durante el embarazo pueden aumentar las infecciones vaginales o vulvares

¿Cómo es el flujo del primer trimestre?

Ya sabemos que al inicio del embarazo aumenta la cantidad de flujo. Y en este sentido es importante tener en cuenta una recomendación: "Cuando aumenta la cantidad de flujo debemos mantener seca la zona íntima de la mujer porque la propia humedad también favorece las infecciones", subraya la especialista de Grupo Top Doctors.

¿De qué manera hacerlo? Cada mujer debe encontrar la fórmula en que se sienta más cómoda. Para unas será cambiarse con frecuencia de ropa interior y para otras será ponerse un salvaslip. "Hay mucha gente que opina que el salvaslip está contraindicado durante el embarazo, y no es que esté contraindicado, sino que se debe cambiar con mucha frecuencia para no acumular la humedad", señala. No es una contraindicación absoluta, sino relativa, y si se hace un buen uso de él, y el salvaslip es de buena calidad, no debería haber problemas.

Diferenciar el flujo del líquido amniótico

Hay mujeres a las que les da miedo romper aguas y no darse cuenta, por no diferenciarlo del flujo habitual. "En la rotura de la bolsa de las aguas hay más líquido sin consistencia elástica; es un fluido transparente que no controlas y que se puede confundir con orina. Es más acuoso y menos mucoso", aclara la ginecóloga.

No obstante recalca que la mujer no tiene por qué saber cómo es el líquido amniótico y que, ante la duda, es mejor consultar. Eso sí, cuando las aguas salen teñidas de verde o de marrón debe dirigirse a un centro médico para ser evaluada.