De la mejor forma, Giselle vuelve a morir de amor en el Teatro Argentino de La Plata
Giselle. Ballet romántico en dos actos. Coreografía: Lilian Gióvine, en basade a las originales de Jean Coralli, Jules Perrot y Marius Petipá. Música: Adolphe Adam (pas paysan, Friedrich Burgmüller). Por el Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata. Director: Leandro Ferreira Morais. Orquesta Estable de la casa. Director musical: Carlos Jaimes. Diseño escenográfico: Juan Carlos Greco. Vestuario: Eduardo Caldirola. Iluminación: Gabriel Lorenti. Diseño audiovisual: Iru Landucci. Próximas funciones: hoy, a las 20; mañana, a las 17
Nuestra opinión: Muy bueno
La temporada 2023 devolvió al Ballet Estable del Teatro Argentino de La Plata a su eje, que con la dirección de Leandro Ferreira Morais logró regresar al encuentro con el público en complejas producciones integrales y el resultado es más que positivo.
Esta corta reposición de Giselle será apenas por tres funciones, pero con un teatro colmado de público (las entradas son gratuitas) que disfrutó el encuentro con un ballet al que no le falta nada. Bailes sociales, celebración de la vendimia, juego de dados entre los sepultureros. Todos los divertissement, todas las variaciones solistas están allí, repartiendo democráticamente el peso escénico en múltiples intérpretes.
Lo que Lilian Gióvine ha realizado con los originales de 1841 es conservarlos meticulosamente. Giselle es un ballet poblado de pantomima y pasos coordinados con exactitud con los instrumentos de la orquesta. La oportunidad perfecta para comprender todas las señales de un ballet romántico y luego compararlas con coreografías creadas posteriormente.
Julieta Paul transita todos los climas festivos y sombríos del rol principal con una precisión técnica y una interpretación teatral impresionantes. Bautista Parada la acompaña acertadamente con un duque temperamental y enamoradizo. Tanto Mario Navarro en su Hilarión como Alejandra Baldoni, como la madre, juegan la carta de la sobreprotección hacia una Giselle que ven frágil e influenciable. Y con una escena de la locura atravesada con solidez, Paul cierra el primer acto en un mundo con luz de sol y corazones rotos.
La producción escénica del teatro fábrica en este caso se ha basado en la puesta a punto de diseños ya utilizados hace muchas temporadas. El vestuario fue creado por Eduardo Caldirola en 1994 y se usa desde entonces. La escenografía, de Juan Carlos Greco, acompaña a la compañía desde el año 2002. El diseño visual de Iru Landucci suma figuras fantasmales en el telón de fondo y subraya el tono sublime –aquello que es bello, pero da miedo a la vez– como en todo acto blanco que se precie.
Este bosque de las willis es un lugar de sororidad que se evidencia aún más cuando ellas bailan sosteniéndose mutuamente. Pero en la organización espacial se evidencia el orden jerárquico y militar al que están sometidas. La Myrtha de Dolores Fernández ejerce un poder marcial con cada fibra de su cuerpo, pero algo congelado con el gesto adusto.
El pas de deux de Albrecht con el espectro de Giselle es fantasmalmente perfecto. Los años de trabajo juntos de Paul y Parada se notan claramente en la liviandad, sutileza e inercia con la que Paul vuela por los aires.
La dirección musical de Carlos Jaimes muestra a las claras cómo debe funcionar el diálogo entra la orquesta y el ballet por todos los movimientos que necesitan un unísono. Y los ajustes de velocidad que favorecen las performances.
Una pasión tenaz: Dante y Borges en el paraíso
Es una pena que el programa de mano sólo esté disponible para descargar a través de un código QR y no en papel. Porque contiene un valioso trabajo de investigación realizado por Marcos Nápoli, jefe del Archivo Histórico Artístico del Teatro Argentino de La Plata. Y porque ante la ausencia de un documento que relate el argumento previamente, el público que se encuentra por primera vez con esta historia se ve perdido entre suposiciones sobre las acciones y reacciones de los personajes.
El Ballet Estable del Teatro Argentino sigue un buen camino hacia la recuperación de su lugar como una de las compañías más importantes del país. Merecido lugar “por prepotencia de trabajo”.