La fotografía que podría dinamitar el matrimonio de Charlene y Alberto de Mónaco
En ocasiones las casualidades se vuelven causalidades y parece ser que esto acaba de ocurrir con la publicación de una fotografía histórica que puede marcar un antes y un después en la relación matrimonial entre Charlene de Mónaco y el Príncipe Alberto.
A priori todo parece tierno e inocente, una estampa familiar inmortalizada de los cuatro hijos de Alberto II aparece en internet gracias a Jazmin Grace Grimaldi que la sube en un carrusel de varias fotografías seguidas en su perfil de Instagram a modo de resumen de su 2021.
Obviamente la prensa no ha perdido detalle y ha logrado la captura de esta fotografía nunca antes vista que revela una reunión hasta ahora secreta y privada entre los cuatro hermanos, hijos de distintas madres, del príncipe.
Que una persona tenga hijos con distintas relaciones es algo la mar de habitual sin embargo este caso es peculiar por varias razones, la primera es porque se trata de un ‘royal’ y la segunda, aunque no menos importante, es por la enorme reticencia que tuvo en su día Alberto II a la hora de reconocer a dos de sus hijos ‘secretos’ por aquel entonces, como suyos oficialmente.
En la imagen aparecen Jazmin Grace junto a Alexandre, que ya es todo un adolescente, y los pequeños príncipes Jacques y Gabriella fruto de su actual relación con Charlene de Mónaco y que acaban de cumplir los siete años.
Jazmin, que es la hija primogénita de Alberto, nació fruto de una aventura con Tamara Rotolo en el año 1991. Ella era una camarera de California que conoció al monarca en la Costa Azul y, tras liarse con él, quedó embarazada. Alberto no reconoció a la cría hasta el año 2006, año en el que presentó a Charlene oficialmente como su pareja.
Un año antes, en 2005, Alberto se enfrentaba a una demanda de paternidad y a una delicada portada en el Paris Match. La azafata Nicole Coste consiguió que reconociera al hijo que estaba ocultando y que ambos habían tenido en común en sus seis años de relación, Alexandre. En este año y cuando esto estaba pasando, el príncipe ya se veía con la todavía deportista Charlene. Eso sí, Alexandre no pudo usar oficialmente ni a nivel legal el apellido Grimaldi hasta 2014, cuando terminaron todos los litigios.
Con este pasado a sus espaldas y una supuesta tercera hija secreta por la cual le demandó en diciembre 2020 una mujer brasileña no sería de extrañar que esta foto que ahora ha visto la luz le sentara mal a Charlene.
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La prensa amarilla rumorea que Charlene marchó a Sudáfrica hace un año precisamente para evadirse de esta nueva polémica de la presunta hija secreta de su marido que al final acabó en nada pero que a ella, la saturó por completo.
Ahora, con el matrimonio en uno de sus peores momentos y la salud de Charlene por los suelos, ella se encuentra ingresada en una clínica de salud mental y esta foto de sus hijos junto a los hijos mayores de su marido no la ayudará demasiado a centrarse en su recuperación.
Ni que decir cabe que una reunión entre hermanos es algo muy positivo a nivel familiar y es que, aunque sean hijos de madres distintas tienen todo el derecho a conocerse y a amarse como hermanos que son por los lazos directos que les unen.
Es casualidad (o causalidad, como decimos) que justo ahora que Charlene está completamente apartada de la vida pública y que no tiene voz a nivel institucional, Jazmin cuelgue esta estampa jamás vista antes en todos los años que tienen los hijos de Alberto.
Esto puede indicar que el príncipe ha hecho hueco en su agenda para reunirse con sus retoños para que se conocieran o quizá estas reuniones privadas se han ido sucediendo a lo largo del tiempo con naturalidad íntima y familiar, pero solo ahora hay una prueba gráfica de dominio público al respecto.
Lo cierto es que hace apenas dos meses se publicó que la madre de Alexandre, Nicole, dijo que Charlene había trasladado a su hijo a una habitación en el ala de empleados de la casa antes de su boda Real con Alberto. El príncipe ha negado dicha información pero la duda siempre queda en el aire y refleja que no hay un ambiente familiar y de armonía entre ellos, quizá por este motivo se ha aprovechado la ausencia de la exdeportista para unir a los retoños del príncipe.
Los críos no tienen ninguna culpa de ser hijos legítimos o ‘ilegítimos’ en un inicio, obviamente toda la responsabilidad es de su padre, sin embargo, hacerse una fotografía los cuatro y que sea colgada en Internet por parte de uno de ellos puede mosquear a la actual pareja del ‘royal’ que no sabemos siquiera si ha dado consentimiento para que sus hijos pequeños acudan a dicha reunión familiar sin ella.
Lo único claro en esta historia es que el principado de Mónaco ha atravesado su peor año en 2021 y no empieza 2022 exento de polémica sino todo lo contrario y es que, en ocasiones como esta, una imagen vale más que mil palabras y eso también es aplicable a Charlene quien, recluida en la clínica, puede ver esto como la gota que ha colmado el vaso de su matrimonio.