Gabriel Soto y la pesadilla que viven todas las mujeres en su vida
Gabriel Soto podría estar en uno de sus mejores momentos y asegura que todo lo ha logrado con "mucho trabajo, mucha disciplina, mucha pasión y mucho amor". Sin embargo, todo ese éxito se ve opacado por el escrutinio incesante que enfrenta en su vida personal, y que afecta la vida de las mujeres con las que se le ha relacionado sentimentalmente, e incluso, laboralmente.
Y es que Gabriel Soto, quien recientemente regresó a la pantalla chica con la telenovela Mi camino es amarte al lado de Susana González y debería estar enfocado en la promoción de la misma, cada vez que tiene un encuentro con los medios es asediado con la misma pregunta: si es cierto o no que su relación con la modelo Irina Baeva ha llegado a su capítulo final.
El actor dice una y otra vez que siguen siendo novios pero que se han visto poco, o evade los cuestionamientos de cuán profundo sería el distanciamiento. Pero cada día decenas de publicaciones llenan sus páginas con entrevistas o declaraciones sobre Gabriel e Irina, situación que tiene hartas también a Geraldine Bazán, su exesposa, y a Susana González, su coprotagonista.
Durante la presentación del nuevo drama de Televisa, Susana González llamó la atención de la prensa convocada que solo lanzaba preguntas a su compañero sobre Irina. "Chicos, espérenme vamos a hacer un espacio, hablamos de la telenovela porque si no, yo también me tengo que ir porque mis hijos me están esperando en casa, hablamos de la telenovela o si no, ya", se le escuchó.
Aunque algunos quisieron verlo como un acto de salvación —que no dudamos que exista mucha hermandad y compañerismo entre ambos—, Susana evidentemente estaba molesta por ser ignorada ante el próximo trabajo del que se siente orgullosa y que, desafortunadamente, por la vida personal de su coprotagonista, estaba siendo ensombrecido.
De Geraldine Bazán a Sara Corrales
Desde que Soto y Baeva hicieron pública su relación sentimental, la pareja no dejó pasar oportunidad de demostrar su amor. Quizás uno de los momentos más íntimos fue cuando anunciaron su compromiso nupcial en enero de 2021, que ha sido pospuesto indefinidamente. Inicialmente se casarían en el verano pasado, pero el conflicto entre Rusia (de donde es originaria la modelo) y Ucrania los obligó a cambiar de idea.
Pero a lo largo de estos meses, tanto Gabriel como Irina también se han enfocado por separado en sus actividades: el galán en las grabaciones de su reciente telenovela, mientras que Irina en algunos compromisos profesionales y personales fuera de México, entre ellos un viaje a Rusia para visitar a su familia y una estadía en Qatar por motivos de trabajo. Una escueta felicitación en sus redes sociales el día del cumpleaños de ella disparó los rumores de la ruptura.
No ha sido suficiente que la pareja asegure que su amor crece cada día más y más, pues algunos necesitan que exista algo oscuro, y si es alguien a quien culpar, mucho mejor para el morbo. La colombiana Sara Corrales ha sido la víctima en esta ocasión.
Corrales, quien comparte créditos con Soto en Mi camino es amarte, ha sido señalada como "amante", "tercera en discordia" y demás descalificativos surgidos a raíz de la filtración de un video en el que ambos están bailando "muy acaramelados", según las mismas publicaciones.
"Es muy divertido, sobre todo desde la presentación, un titular super amarillista, ¡pero (el baile) fue en medio de la grabación!, yo estoy caracterizadísima de 'Úrsula', él de 'Memo', fue en medio de una grabación que tuvimos en Querétaro, que empezó a llover, todos nos metimos al salón y yo que soy buena colombiana, pongo a bailar a todo el mundo, nos divertimos todo el elenco", respondió la también conductora tras esa "filtración clandestina" como algunos quisieron venderla, pues las imágenes fueron públicas desde hace varias semanas.
Acostumbrada a que hablen de ella, Corrales ha preferido sacudirse los rumores pero algunos medios creen que debe ser ella quien le aclare a Irina que no existe ningún tipo de "química íntima" con el que —creemos— aún sigue siendo su pareja. "Compartí con ella un proyecto pero fue muy poquito, no tuve la oportunidad de conocerla, pero desde eso ¡no la veo!, no tengo ni idea".
Quien tampoco ha quedado exenta de la vida amorosa de Soto ha sido su exesposa, Geraldine Bazán.
Geraldine y Gabriel fuero una de las parejas favoritas del espectáculo mexicano, sus demostraciones derrochando amor eran envidiables, y pese a algunos altibajos que habían tenido (entre ellos, una supuesta relación con la actriz Marjorie de Sousa), parecían tener una relación sólida. Sin embargo, en septiembre de 2017 se anunció la separación y un año después, octubre de 2018, se concretó el divorcio tras mutuo acuerdo y diversas negociaciones.
Una vez que cada uno tomó su camino, semanas después, Gabriel Soto se dejó ver de la mano de Irina Baeva paseando por las calles de Los Ángeles, confirmando así un rumor que circulaba desde que los actores anunciaron el fin de su matrimonio. No faltó quien la llamara "roba maridos", "mujer sin valores".
Dolida por las imágenes, Bazán explicó posteriormente en un video cómo se enteró que Soto la estaba engañando con Irina, y entre los detalles que ofreció en aquel momento, estuvieron las "pistas" que la propia Iriana le habría dado para hacerle saber que Gabriel estaba en una relación con ella.
Irina, por su parte, publicó un comunicado en respuesta en el que aceptaba ser la victimaria. "Si en este momento, dicha situación me señala como 'la mala del cuento', con la frente en alto, se acepta sin culpar a terceros. Confío plenamente en que el tiempo y la vida pondrán las cosas en su lugar sin necesidad de ser etiquetada como la víctima o el verdugo".
Poco después del anuncio de boda con Soto, la misma Irina volvió a hablar del dolor causado a Geraldine. "A lo mejor fue precipitado, a lo mejor fue un error que pagué muy caro. Que lo sigo haciendo al día de hoy. Que lo hice por amor. Me enamoré de un hombre que estaba separado, que tenía una historia, que tenía un bagaje, que no estaba en mi cartulina a los 20 años", confesó con lágrimas durante una entrevista con Yordi Rosado. "A lo mejor sí fue un error de mi parte estar con un hombre separado, más no divorciado en un papel que dice 'estás divorciado'. Pero en ningún momento es todo lo que se dice en las redes sociales".
La actriz advirtió que "me gusta hablar las cosas de frente" y "pedí hablar personalmente" con Bazán. "Se lo pedí a Gabriel. Nunca se dio. Mi intención nunca fue lastimar a nadie", declaró.
Con los años, Geraldine parece querer darle la vuelta a la página, aunque varios han intentado sacarle una declaración ante la presunta crisis que viven su ex e Irina (supuestamente reaccionó a una publicación sobre esta). La actriz está clara en que su mundo no es el actor.
"Una cosa es la realidad y la otra los juegos artificiales que le ponen los medios de comunicación", dijo la actriz en el programa Montse & Joe sobre la posibilidad de entablar una nueva relación. Cuestionada sobre si alguna vez ha pensado en alguna reconciliación, o si sus hijas se la han pedido, confesó que la última vez que ocurrió fue durante una posada escolar de una de sus hijas. "Miranda, en diciembre del año pasado, me enseñó un video donde le pidió a Santa Claus que sus papás estuvieran juntos, pero al final, puede que los niños estén muy bien, tienen una increíble relación con su papá y conmigo, de confianza, amor, y tienen como muy clara la mecánica".
Pero Gabriel, por ahora, prefiere evadir cualquier escándalo. Mientras las mujeres de sus mundos, sentimental y laboral, salen a defenderse de cualquier enjuiciamiento público derivado de sus relaciones o decisiones.