Ganó el Bailando con Pampita, hizo enojar a Aníbal Pachano y varias tragedias familiares lo llevaron a abandonar su carrera

Nicolás Armengol ganó el Bailando con Pampita, hizo enojar a Aníbal Pachano y varias tragedias familiares lo llevaron a abandonar su carrera
Nicolás Armengol ganó el Bailando con Pampita, hizo enojar a Aníbal Pachano y varias tragedias familiares lo llevaron a abandonar su carrera

“Cuando participé en el ‘Bailando’, mi hermano Oscar estaba atravesando un cáncer” , comienza diciendo Nicolás Armengol, el actor, bailarín y cantante que acompañó a Carolina Pampita Ardohain en el certamen, ganando la competencia en el año 2008. Se lo percibe con el deseo, la necesidad de contar algo de lo mucho que atravesó en más de una década. Dolores insondables y hasta inconvenientes financieros.

Hoy, su presente lo encuentra protagonizando Gómez Brothers -junto a Diego Bros y con dirección de Emiliano Samar- en el teatro El Extranjero, “un vaudeville en tiempos de guerra”, tal como señala el eslogan del material. La pieza marca el regreso del artista a la escena porteña luego de años de ostracismo, de dedicarse a manejar un emprendimiento familiar que implicó una mudanza a Córdoba y de atravesar varios duelos muy cercanos .

Luego de haber integrado infinidad de musicales, de haberse convertido en una de los nombres recurrentes en los espectáculos de Aníbal Pachano y de escarcear con la fama televisiva, de pronto Armengol dio un paso al costado. Sin embargo, largas sesiones de terapia y que no le temblara el pulso para tomar decisiones que lo devolvieran a su verdadero camino, el artista está de vuelta. A los 50 años, la vida parece darle una nueva oportunidad.

Experiencia Bailando...

“El sueño que, como pareja, teníamos con Pampita era ayudar al hospital Garrahan. Sin embargo, la producción del Bailando ’ jamás utilizó la enfermedad de mi hermano como promoción, fueron muy respetuosos ”, afirma Armengol. El bailarín reconoce que tanto Marcelo Tinelli, como los productores Federico Hoppe y Pablo “Chato” Prada, respetaron su silencio. “Ellos no muestran lo que uno no quiere que se muestre”.

Sin embargo, en la gala final, en la que se coronó campeón, su hermano, ya en silla de ruedas, acompañado por su madre y hermanas estuvo presente en el estudio del programa. “Mi hermano estaba feliz”, recuerda. En aquella gala final, un video mostró a su madre contando sobre la dura realidad personal. “Fue la primera vez que nuestra familia habló públicamente sobre la enfermedad de mi hermano”.

-¿Cómo transitaste tu dura realidad familiar con el exitismo que implica el programa de Marcelo Tinelli?

-Con el tiempo me di cuenta lo importante que había sido elBailando...”, ya no solo para mí, sino también para mi familia. Me emociona decirlo.

-¿Considerás que te validó dentro de tu familia?

-No, ya estaba muy insertado en el mundo del musical, había ganado premios...

-¿Entonces?

-Con la enfermedad de mi hermano a cuestas, yo regresaba a casa después del programa y estaban todos felices. Era un respiro, un regalo que les di, pero sin saberlo. Cuando mi hermano fue a verme a la final, ya estaba semipelado, pero ilusionado. Recuerdo que me dijo: “¿La voy a poder saludar a Pampita?” . El universo me lo mandó, tenía que estar ahí.

-¿Cómo fue el proceso de la enfermedad de tu hermano?

-Le diagnosticaron cáncer de cerebro y una expectativa de vida de meses, pero vivió cerca de seis años más.

Luego de una exitosa temporada acompañando a Aníbal Pachano en el espectáculo Pour la gallery, Armengol decidió emigrar a México. “Me escapé de la vida. En la casa de mis padres todo era muy sórdido y lúgubre, todo era muerte, a pesar que era solo el comienzo, porque luego mi papá enfermó de demencia senil y mi mamá se volvió depresiva ”.

-¿Qué sucedió mientras estabas en el exterior?

-Trabajando en Puerto Vallarta, me dijeron que a mi hermano le quedaba poco tiempo de vida, algo que era real ya que, falleció estando yo allá.

-¿Regresaste para el funeral?

-No, mi mamá me pidió que no volviera porque le haría mucho mal verme en el velorio . Me quedé quince días esperando para volver, cosas que uno hace por la familia y los vínculos. Mi mamá y yo teníamos una relación tremenda; era el menor de los hermanos y gay.

En 2011, a sus 45 años y con dos hijos, su hermano falleció. El fin de una vida y el comienzo de nuevos dolores entre los suyos.

-¿Tenés vínculo con tus sobrinos?

-No.

Identidad

-¿Fue complejo manifestar tu sexualidad ante tus padres?

-Para mí generación fue diferente a lo que sucede con los chicos de hoy que son más libres; fue medio dramático.

El artista repasa su vida casi como si se tratase de una historia de ficción, aunque muy consciente de los dolores transitados
El artista repasa su vida casi como si se tratase de una historia de ficción, aunque muy consciente de los dolores transitados - Créditos: @Hernan Zenteno

-¿Cómo fue?

-A los 21 años le dije a mi mamá “me parece que…”.

-¿Qué te respondió?

-”¿Se puede revertir?”.

-¿Qué le dijiste?

-Le respondí que no, que si volviese a nacer elegiría ser lo mismo porque esa era mejor versión. Ella me confesó que ya lo sabía. Fue una charla donde los dos llorábamos.

-¿Lo aceptó rápidamente?

-Sí, inmediatamente cambió de opinión y me terminó diciendo “si a tu papá no le cae bien, agarramos las valijas y nos vamos de viaje nosotros dos”.

-¿Cómo lo charlaste con tu padre?

-Primero se lo contó mi mamá en un momento muy top, arriba de un velero en Río de Janeiro. Mi papá llorando me dijo “tu mamá me contó lo tuyo” y yo le pregunté a qué se refería.

-Era claro.

-Luego me dijo: “sos mi hijo, te amo, ahora hablemos de fútbol”.

Con su hermano habló poco del tema, ya que tampoco allí encontraba un espacio de comprensión. Sin embargo, Oscar se había convertido en un seguidor de su carrera, en una suerte de fan. Con su enfermedad, el vínculo se potenció. Con sus hermanas Jackie y Lizy la cosa fue más fácil.

Sonrisa franca en el hombre de 50 años que formó parte de grandes musicales como Mi bella dama o Jazz, swing, tap
Sonrisa franca en el hombre de 50 años que formó parte de grandes musicales como Mi bella dama o Jazz, swing, tap - Créditos: @Hernan Zenteno

Lejos de lo eventual

-¿Tenés pareja?

-No.

-¿Hace mucho?

-Sí. Es largo de explicar, pero, podría decirte que, salí con varias personas, pero no era genial como pareja.

-¿Por qué?

-Era de mirarme mucho mi propio ombligo. No era maldad, sino inseguridad, lo hacia para no sufrir. Me despegaba del otro y no le daba la importancia que merecía, a pesar de haber amado mucho y de haber estado muy enamorado, pero nunca lo demostré. Lo hablé con todas mis exparejas y les pedí perdón. Necesitaba redimirme.

-¿Y ahora?

-Cuando vuelva a estar con alguien quiero estar íntegro, mostrar lo lindo y mis miserias; de ambas cosas, como todo el mundo, poseo un montón. No tengo más ganas de tener miedo al estar acompañado, pero estamos en tiempos difíciles para estar con alguien, es complejo conectar y las redes sociales no ayudan. Todo es efímero, muy sexual y yo soy más chapado a la antigua . Prefiero tomarme un café y una cerveza y no tanto lo otro. De todos modos, volví al ruedo y estoy conociendo gente.

-Entonces, ¿qué lugar ocupa lo sexual en tu vida?

-Poco, no es tan importante. Quizás me estoy perdiendo un montón de cosas, pero hoy no ocupa un lugar primordial, no tengo sexo casual . Si estoy solo, estoy solo.

Prejuicios

“Para el mundo del musical fue muy criticada mi entrada al ‘Bailando’” , arremete el artista sin medias tintas. Si bien no transcurrió tanto tiempo, lo cierto es que aún eran épocas de fragmentación entre determinados circuitos del arte y la masividad irrefutable de la televisión.

-¿Padeciste cierta discriminación en tu propio medio?

-Claro, fue el vacío total. “No vayas ahí que es una porquería, una grasada”, me decían.

-Un gran prejuicio.

-Exacto, pero al año siguiente, estaban todos.

-Los que te criticaban por ingresar al certamen, ¿fueron los mismos que luego formaron parte del programa?

-Sí, claro, a pesar que la gente de la comedia musical me había hecho un gran vacío, me habían dejado de llamar . Además, había entrado a trabajar con Aníbal Pachano y él también estaba mal visto para la comedia musical. Hoy, en cambio, es súper respetado, como corresponde.

-¿Cómo fue tu vínculo con Tinelli?

-Muy bueno, fue súper respetuoso conmigo. Él se mete con quien quiere jugar el juego. El que hace “puterío” es porque tiene ganas. Yo soy recordado en el “Bailando” porque jamás me metí en ningún escándalo. Nada ensucia mi paso por el programa ni mi carrera en el musical.

Cabaret, Jazz, Swing, tap, El violinista en el tejado fueron algunos de los títulos en los que participó. Con Aníbal Pachano formó parte de Smoke, Pour la gallery y Varieté para María Elena.

-Con Pampita, ¿también fue buena la relación?

-Excelente, siempre me llaman para que hable mal de ella , pero no podría decir nada malo. Es un ser hermoso. Yo perdí a mi hermano y a mis padres y ella a su hija, estamos muy conectados.

-¿Se hablan?

-Sí, nos saludamos para los cumpleaños y fui a su casamiento.

-Conformaban una gran pareja de baile.

-Pampita era un furor, así que todos nos odiaban, por eso hicimos una burbuja entre nosotros, junto con el coach Ariel Pastocchi. La tiene tan clara Pampita, me enseñó mucho sobre el medio, por eso nunca metí la pata. Me decía, “Nico, sé preciso y correcto porque todo lo que digas será usado en tu contra” .

-¿Cómo te llevabas con la fama inmediata que brinda un formato como el “Bailando...”?

-No me daba demasiada cuenta, aunque, después de la final, no podía caminar por la calle. Me gritaban “está todo arreglado, tenía que haber ganado Laura Fidalgo”. Era un River-Boca. También había muchos que me felicitaban. La gente te decía lo que pensaba, daba su parecer.

Gómez Brothers, espectáculo escrito por Diego Bros, lo devolvió al ruedo. “Es la historia de dos hermanos que trabajan en el mundo artístico, aunque uno de ellos desea buscar algo nuevo en su vida”. Los cómicos trashumantes en un mundo en guerra permite entender los códigos del vaudeville con nostalgia, cuadros musicales y emocionalidad en torno a esa relación. Además, Armengol es parte de Dorian, musical sobre el clásico personaje de Oscar Wilde a través de una versión libre, “está contado desde Dorian, como si fuese una serie”. La pieza se da en el Multiescena los domingos por la tarde.

Cuesta creer que le quede una materia para recibirse de analista de sistemas, pero ese fue su primer camino. “ Cuando me asumí gay, me puse a estudiar comedia musical ”. Dejó novias, “que hoy son mis mejores amigas”, el mandato del estudio tradicional, y se adentró en los caminos del arte y, sobre todo, en no negarse a su verdadero deseo e identidad personal. A los 26 años llegó a su primer trabajo grande en la Calle Corrientes formando parte de Mi bella dama, pieza que marcó la reinauguración del teatro El Nacional, propiedad de Alejandro Romay. “Volví a nacer”.

Emigrar, otra vez

-En un momento de tu vida, te radicaste en Villa Carlos Paz...

-Sí, en 2014 me bajé de la obra Divain, lo cual generó que Pachano se enojara mucho conmigo con justa razón , pero, igualmente, me fui a vivir a Córdoba.

-¿Qué te dijo Pachano?

-Me dijo cosas bravas, pero con mucho amor.

-¿Por ejemplo?

-No importa, cuando está odiado es bravísimo, pero es un visionario, sabía que estaba cometiendo un error al bajarme de un éxito.

"Aníbal Pachano se enojó mucho conmigo, con justa razón", reconoce el actor y bailarín - Créditos: @Hernan Zenteno
"Aníbal Pachano se enojó mucho conmigo, con justa razón", reconoce el actor y bailarín - Créditos: @Hernan Zenteno

-¿Por qué te radicaste en Córdoba?

-Porque se había clausurado un complejo de cabañas que habían hecho mis padres y tomé la heroica decisión de ser estoico y ocuparme de los temas familiares. Durante seis años manejé un complejo de 18 cabañas con vista al lago, tenía muchos empleados y todos me hicieron juicio, es parte de la cosa. Me cagaron un montón, pero aprendí mucho. Yo vivía en una burbuja y, de pronto, me encontré amenazado de muerte por las deudas. Crecí y me hice más humano. Lo agradezco . Aprendí a salir del arte y laburar con gente que es complicada y no quiere lo mejor de vos.

-¿Por qué volviste a Buenos Aires?

-Llegó la pandemia y mi hermana me pidió ayuda para atender a mi mamá que estaba muy mal. Si bien tenía mi departamento, me fui a vivir con mi madre, que tenía epoc y, luego de la muerte de mi hermano, estaba muy depresiva.

Durante 2019 falleció su padre, producto de una demencia con cuerpos de Lewy, y su madre partió un par de años después. Ambos con 80 años. “Apenas se enfermó mi hermano, me padre empezó a desvariar, eran muy simbióticos”.

-Ante el dolor, ¿a qué te aferrás?

-A mí mismo.