Gina Montes, la famosa vedette de 'La carabina de Ambrosio' que lo dejó todo en México por amor

Gina Montes en el documental de Melissa Saucedo/Youtube.
Gina Montes en el documental de Melissa Saucedo/Youtube.

Aunque tuvo una pequeña participación en La carabina de Ambrosio, cuando escuchamos la música del inicio del programa inmediatamente movemos la cabeza, porque para bailarla jamás podríamos igualar a la sensual y risueña Gina Montes, quien falleció este 27 de enero a los 71 años en Nueva York a consecuencia de un "conjunto de diversos padecimientos", según confirmó su única hija al programa 'De primera mano'.

Bailarina y vedette de origen brasileño, a finales de la década de 1970 Regina Inés Barbosa Govea (su nombre real) formó parte del elenco del programa de televisión mexicano y su figura se inmortalizó gracias a los 40 segundos, a la entrada y salida del programa, por su rutina de baile.

Además de sus rítmicos pasos, en La carabina de Ambrosio Gina Montes creó un personaje con unas simples frases que la popularizaron: "denankiu" cuando asistía a Beto el Boticario, o "¡ah!, ¡ah!, ¡ah!" al lado de César Costa o Gualberto Castro, pues la artista hablaba poco español y esto limitaba sus participaciones.

"Era encantadora, como una niña grandota, muy linda persona, con muy buen sentido del humor. Era muy buena coreógrafa, estupenda compañera", recuerda Costa, con quien trabajó durante 10 años y siempre la consideró una de las piezas importantes del icónico programa.

Sus obstáculos con el idioma los transformó en oportunidades para destacar físicamente, por lo que le pedía a los vestuaristas que le confeccionaran atuendos y pelucas llamativas para que cada vez que saliera a pantalla, brillara. "No me importaba si fuera un segundo, un minuto, una hora, yo quería brillar, yo quería que me vieran, quería dar todo, me preparaba toda la semana para ese momentito, para mí era una gran producción, porque era el momento para dar a mi público", recordaba Montes.

Pero a pesar de su popularidad, Gina desapareció de las pantallas por una serie de acontecimientos que la llevaron a un pronto retiro. Primero quedó embarazada del músico Carlos Macías, quien apenas se había mudado a Nueva York. Como también estaba enamorada, decidió seguirlo y pasar una temporada con él con la idea de regresar, pero estando en la Gran Manzana, Montes tuvo riesgo de perder a su hija y los médicos le prohibieron viajar de regreso a México. La situación también le impidió renovar su permiso de trabajo en el país latinoamericano.

La documentalista Melissa Saucedo González encontró a la exvedette y habló con ella en 2012. En aquel corto, la bailarina confesó que dejar los escenarios fue muy doloroso y difícil. "No me arrepiento, extraño a mi público, las luces, porque eran parte de mi raíz, no me arrepiento porque tengo una hija tan maravillosa, bella, inteligente, luchadora, solo me ha dado satisfacciones".

Desafortunadamente, la relación de Gina y Carlos no prosperó y tuvo que enfrentar sola su cuidado y el de su hija. "Sin hablar inglés, sin tener carrera, sin familia, sin saber hacer nada porque lo único que yo sabía hacer desde los 7 años era bailar, actuar y en Nueva York yo no podía pensar en eso, ni quería intentarlo con una niña de un año", confesó.

Un año después, otra desgracia llegó a su vida tras un accidente vehicular en el que se lastimó el pie que la obligó a estar en silla de ruedas por un par de años. Pero como si se tratara de una nueva aparición que la obligara a brillar, Montes se reinventó para volver a caminar.

En 2016 reapareció en el programa Hoy donde negó uno de los rumores más fuertes que han rodeado su vida, el de un supuesto secuestro.

Y desde su accidente y hasta la entrevista con Televisa, Gina se enfocaba en vivir y disfrutar profesando el budismo. De momento no se conocen más detalles de su fallecimiento y su hija dice no estar preparada aún para hablar sobre su dolorosa pérdida.

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