‘Gran Hermano’ fue muy terapéutico para Mercedes Milá, hasta que dejó de serlo

La periodista Mercedes Milá, presentadora de 'Gran Hermano', fue la protagonista del programa de anoche en 'Joaquín, el novato' (Foto de Borja B. Hojas/WireImage)
La periodista Mercedes Milá, presentadora de 'Gran Hermano', fue la protagonista del programa de anoche en 'Joaquín, el novato' (Foto de Borja B. Hojas/WireImage)

Este miércoles, Joaquín Sánchez quiso aprender cómo se hacen buenas entrevistas en profundidad en su programa Joaquín, el novato, que se emite con buena acogida por parte del público en el prime time de Antena 3. Y para ello contó con Mercedes Milá como veterana, quien no estuvo sola en la cita con el futbolista, sino que se llevó también a su perrito Scott. Hasta la fecha, creo que ha sido el episodio más interesante de este formato, pues Mercedes de verdad regaló algunos de sus trucos maestros para hacer una buena televisión, y además se abrió en canal hablando de toda su carrera. Y ahí que resultó llamativauna confesión sobre su programa estrella, Gran Hermano, que fue muy terapéutico en un momento delicado de su vida, hasta que tuvo que dejarlo por razones de peso.

A lo largo de Joaquín, el novato, vimos cómo Mercedes realizó buenas entrevistas en el pasado a figuras como Camilo José Cela o Paco Umbral. Admito que me quedé con la boca abierta al descubrir que el famoso momento en el que Cela le decía que podía absorber por su ano un litro y medio de agua era un vacile del literato, que le estaba tomando el pelo a Mercedes y a todo el mundo que estaba viendo la televisión. Y de Paco Umbral se recordó el mítico momento de “yo he venido a hablar de mi libro”, que provocó que el escritor se enfadase al ver que el programa en el que estaba como invitado avanzaba y nadie le preguntaba por su trabajo más reciente.

El novato se emite en Antena 3, pero no por ello se obvió el programa que más ha marcado la trayectoria de Mercedes Milá, Gran Hermano, emitido con un enorme éxito en Telecinco durante más de tres lustros. Y la comunicadora dejó claro que el programa para ella fue una burbuja que le ayudó a nadar en uno de los momentos más complicados de su vida. Había roto con su pareja sentimental, con el que tenía una productora, y se encontraba sin nada entre manos, y fue entonces cuando se produjo la llamada. “A mí, Gran Hermano me salvó la vida”, llegó a decir literalmente.

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A lo largo de las 15 ediciones que ella capitaneó, Mercedes se encontró como pez en el agua, y ahora entendemos el porqué. Ella estaba acostumbrada a hacer programas de televisión con entrevistas a grandes figuras, y eso suponía un importante trabajo detrás de las cámaras, buscando personajes, contenidos. Pero con Gran Hermanoera diferente: al tener allí a un montón de jóvenes encerrados en Guadalix de la Sierra (o en Soto del Real, en su primera temporada), los temas de conversación surgían de forma natural, no paraban de regalar momentazos. Y no tenía que buscar invitados, solo había que esperar a que el concursante de la semana saliese expulsado para realizarle la entrevista que correspondiese. Además, se reconocía como una persona curiosa, por lo que mirar todo lo que pasaba en la casa le parecía una fantasía.

Gran Hermano marcó mucho la carrera de Mercedes, pero hubo un momento en el que tuvo que echar el freno. “En el año 2015 me abrasé, empecé a ver que tenía menos curiosidad, y empecé a sentir los síntomas de la depresión”, reconocía con mucha tranquilidad a Joaquín, que quiso saber por qué abandonó de forma voluntaria este reality show.

Mercedes Mila asiste a la presentación del programa 'Gran Hermano' el 16 de septiembre de 2014 en Madrid, España. (Foto de Europa Press/Europa Press vía Getty Images)
Mercedes Mila asiste a la presentación del programa 'Gran Hermano' el 16 de septiembre de 2014 en Madrid, España. (Foto de Europa Press/Europa Press vía Getty Images)

Muchas veces los seguidores del formato pidieron que Milá volviese al programa, sobre todo, cuando lo presentó Jorge Javier Vázquez. Pero ella nos ayudó a ponernos en sus zapatos, al narrar cómo pasaba la semana llorando, iba a Telecinco a hacer el programa casi de casualidad, y regresaba a su hogar y continuaba hundida. Su hermano, el periodista Lorenzo Milá, fue el que le recomendó visitar un psiquiatra, y gracias a eso consiguió levantar cabeza, con terapia, medicación y haciendo deporte. “Me fui a curarme y ha sido una experiencia que ha cambiado mi vida, me salvó”, añadía, dando así un canto a la esperanza para otros que estén pasando por un bache.

De todo lo que contó Mercedes a lo largo de su encuentro con Joaquín, me gustaría quedarme con su mensaje de carpe diem. Que hay que vivir el momento y que debemos disfrutar lo que tenemos entre manos ahora mismo, que vivimos ahora y nada más. Quizá, por eso, presentó Gran Hermano, porque le vino de perlas cuando más falta le hacía un proyecto, porque aprovechó el ahora. Y también por eso lo dejó, porque lo más importante era sanar su alma, por más que el programa fuese un éxito.

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