Cuando doblar las falanges de los dedos pasa de ser una habilidad a una enfermedad

Algunas personas pueden tocar el antebrazo con los dedos, manteniendo la muñeca en flexión. Se les denomina 'hiperlaxas' pero lejos de ser algo anecdótico, podría generar síntomas variados según el grado de afectación, como dolor articular y muscular, y requerir un tratamiento adecuado para que no cause complicaciones serias como problemas de movilidad y autonomía. (Foto: Getty)

Algunas personas presumen de doblar la última falange de los dedos, pero hacer este gesto de contorsionismo pudiera no ser tan guay como crees.

Aunque ser elástico está bien visto, poder retorcer las articulaciones más de lo normal puede, a largo plazo, causar una serie de efectos no deseados.

Se conocen como articulaciones "hiper móviles", y alrededor del 10 al 25 por ciento de la población las tienen, sin que esto suponga un problema. Pero en una minoría de personas, el dolor y otros síntomas están presentes. Esto puede ser un signo de lo que se conoce como síndrome de hiperlaxitud articular (SHLA), trastorno del espectro de hiperlaxitud (HSD, por sus siglas en inglés) o síndrome de Ehlers-Danlos hiperlaxo (SED).

Como sabrás, los ligamentos se unen de un hueso a otro para mantenerlos en su lugar correcto. Cuando un ligamento está laxo, existe más elastina que colágeno. Por eso los ligamentos, tendones y músculos se vuelven más elásticos, lo que permite un movimiento de los huesos implicados superior al promedio. Este movimiento adicional se puede aprender a controlarlo, especialmente cuando somos jóvenes y puede "asquear" a nuestros amigos cuando lo hacemos.

Los fisioterapeutas hablan de 'Síndrome de Hiperlaxitud' cuando existen una serie de síntomas que acompañan a la hiperlaxitud articular. "Estos síntomas son muy diversos y se localizan tanto en el aparato locomotor (dolor articular, esguinces, luxaciones y subluxaciones frecuentes, dolor de espalda, lesiones de tejidos blandos como bursitis, epicondilitis, etc.) como fuera de éste (prolapso de la válvula mitral, venas varicosas, piel frágil y delgada, prolapso uterino y/o rectal, etc)", explican desde la Asociación Síndromes de Ehlers- Danlos e Hiperlaxitud (ASEDH).

Entonces, la hipermovilidad articular en realidad deja de ser una habilidad para convertirse en un problema; ya que el SED engloba un grupo de enfermedades hereditarias del tejido conectivo bastante heterogéneas en cuanto a su clínica y su transmisión genética, en las que el principal hallazgo es en mayor o menor medida, la fragilidad vascular, cutánea, ligamentosa y de los órganos internos.

Según la literatura médica, los tipos más frecuentes son "el SED clásico (por alteración del colágeno tipo V, encontrándose una mutación en los genes COL5A1 y COL5A2 en la mitad de los casos); el SED vascular (por alteración del colágeno tipo III, con anomalías en el alelo COL3A1) y el SED hipermovible o hiperlaxo".

En concreto, el SED hiperlaxo (equivalente al síndrome de Hipermovilidad Articular Benigno) se caracteriza por alteraciones de la piel (suave, elástica, facilidad para los moretones (equimosis), alteraciones en la cicatrización), dolor en las articulaciones o artralgias, dolor muscular o mialgias, subluxaciones y tendinitis recurrentes. Pero también se pueden ver afectados los sistemas de órganos, especialmente el gastrointestinal y cardiovascular.

En la infancia es fácil de detectar porque normalmente los niños hiperlaxos son 'niños de goma' y sufren un retraso a la hora de comenzar a caminar, pueden hacer contorsiones con el cuerpo) o actos malabares con las manos. Pero aunque el 'defecto' genético puede ser la causa de esta alteración, no es la única. Como hemos comentado antes, se relaciona con anomalías en el tejido conectivo y en las proteínas de este tejido (las fibras de colágeno que proporcionan la resistencia a los tejidos).

En los adultos, esa elasticidad excesiva puede hacer se presenten subluxaciones de repetición en las rodillas, los hombros y ocasionar alteraciones en los tendones, con o sin lesión, que pueden limitar la funcionalidad, entre otras cosas. Por ejemplo, pueden aparecer molestias y dolor en las muñecas tras cargar pesos (como bolsas de la compra) o al mantener ciertas posturas como escribir o dibujar. Los 'chasquidos' articulares son otro signo muy revelador de hiperlaxitud articular o hipermovilidad

Por otro lado, existe una correlación entre con el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, la ansiedad, la depresión, las crisis de pánico, la agorafobia, los síntomas de disautonomía (un trastorno en la regulación del sistema nervioso autónomo), así como con la osteoporosis en las mujeres premenopáusicas.

Para el diagnóstico de la hiperlaxitud de las articulaciones se lleva a cabo el Test de Beighton en el cual se comprueban cinco posiciones donde las articulaciones de ambos miembros se llevan al límite de rango, mientras se valoran nueve puntos.

Así que aunque la hiperlaxitud está considerada una habilidad o un trastorno benigno, puede llegar a punto en el que cause molestias o alteraciones importantes. Las más frecuentes:

  • Esguinces y luxaciones articulares.

  • Mayor incidencia de tendinitis y capsulitis.

  • Lumbalgias.

  • Escoliosis.

  • Varices.

  • Pie plano.

  • Artrosis de rodilla.

  • Hernias.

  • Ansiedad y depresión.

Por eso es importante ir al médico para que analice los síntomas y las repercusiones que tiene en la salud de la persona afectada. A veces puede ser necesario tomar medidas preventivas, hacer reposo, ir a fisioterapia o tomar analgésicos (sobre todo en las fases agudas). Incluso es posible que en algunos casos se requiera "un abordaje rehabilitador multidisciplinar para restablecer el rango normal de la articulación, corregir la disfunción del movimiento, mejorar la estabilidad articular, la condición física y la repercusión anímica por esta hipermovilidad benigna", concluyen los fisioterapeutas.

Más historias que pueden interesarte:

VIDEO: Sus manos reversibles le permiten coger objetos con la palma y con el dorso

La enfermedad que se oculta tras ese dolor que tú asocias a un esguince mal curado

Por qué apoyarte en los codos no es bueno para tus articulaciones

Qué hay detrás de la falta de equilibrio si, por ejemplo, no aguantas a la pata coja