Hablamos con Inés Hernand: 'No quiero ser la presentadora del momento, quiero estar aquí hasta los 75'

El lobby del hotel Don Pancho estaba listo para la entrevista: micrófonos ajustados, luces en su sitio, todo preparado. Entonces, apareció Inés Hernand, cantando, con esa energía arrolladora que transforma cualquier momento en algo especial. No éramos muchos, pero bastó su presencia para que el ambiente cobrara vida. Su sentido del humor y su espontaneidad hicieron que todo pareciera más fácil, más natural, como si en lugar de una entrevista, estuviéramos a punto de compartir una buena conversación entre amigos.

(HOLA.com)
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Inés, una de las presentadoras del Benidorm Fest, es de esas personas que hacen que la inteligencia y la diversión convivan sin esfuerzo. Aguda, rápida y con una curiosidad inagotable, ha encontrado en la comunicación el espacio perfecto para cuestionar, aprender y, sobre todo, conectar. Su trayectoria no es un giro inesperado, sino la evolución natural de alguien que siempre ha tenido claro que la palabra es su mejor herramienta. Y así, con la misma frescura con la que entró en el hotel, se sentó a hablar sobre su carrera, sus ideas y su lado más personal.

Inés, pasaste de estudiar para ser abogada a trabajar en comunicación y entretenimiento. ¿Qué te llevó a hacer este giro en tu carrera?

En realidad, no se trata de un giro, sino de una consecuencia natural de mis habilidades. Si prestáramos más atención a nuestras capacidades innatas, casi inscritas en nuestra huella genética, creo que el mundo funcionaría de una manera menos encorsetada. Existe una presión constante y un enfoque excesivo en lo académico, en la idea de decidir desde la infancia "qué quieres ser de mayor". Pero la realidad es que un niño solo quiere jugar. Muchas veces, por seguir la proyección de los padres, lo que se ve en la televisión o lo que se considera "adecuado", se pierden habilidades y recursos que podrían explotarse de manera más vocacional.

(ineshernand)
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¿Por qué el mundo de la comunicación?

Desde pequeña, siempre me ha gustado hablar, y eso es a lo que me he dedicado desde que aprendí a hablar, con apenas un año y medio. Así que no ha sido un cambio de derecho a comunicación, sino que siempre he sentido la necesidad de comunicar, escribir e investigar. Lo he hecho de forma amateur, con mis amigos, como Andrea y Gonzalo, con quienes creamos una serie a los 14 años. Luego, a los 18, lanzamos una revista digital durante dos años, donde realizábamos entrevistas y escribíamos artículos, explorando lo que nos gustaba. Con la digitalización de la comunicación, todo se democratizó y pudimos expresarnos a través de YouTube e Instagram.

'De pequeña me decían que era muy redicha y habladora. Siempre tuve mucha curiosidad y ganas de aprender. A veces me preocupaba ser demasiado pesada, pero ahora entiendo que la insistencia y la curiosidad me han llevado a donde estoy'

¿En qué te ha ayudado tener la carrera de Derecho?

Cuando generas contenido y este tiene éxito o impacto, es posible dar pequeños saltos hacia espacios donde me he sentido afortunada de encontrar formatos adecuados a mi estilo. Hay personas con gran talento comunicativo que, sin embargo, no encuentran el espacio que mejor les luce. En mi caso, he tenido suerte en ese sentido. Además, en cuestiones como los derechos de autor, que parecen algo menor, es crucial entender cómo funcionan. En un evento como el Benidorm Fest, por ejemplo, muchas personas desean participar sin ser conscientes de que su imagen puede ser utilizada comercialmente. Es importante comprender estos aspectos para poder ayudar a otros a navegar el sistema. Compartir conocimientos sobre la SGAE o derechos de imagen es, en sí mismo, una forma de ayudar y fomentar un reparto más justo de la riqueza.

Inés, aunque no hablas mucho de tu vida personal, ¿cómo es la Inés fuera de las cámaras y el teléfono? ¿Qué haces en tu día a día?

La Inés fuera de la televisión y las redes es exactamente igual que la que está frente a la cámara. Tengo la suerte de contar con una comunidad que apoya mi trabajo y me acepta tal como soy. Esto hace que mi carrera sea más sostenible. Me interesa la continuidad y el medio plazo, no los “booms” momentáneos. No quiero ser "la presentadora del momento" por unos meses, sino seguir en la profesión hasta los 75, o la edad de jubilación que nos toque. Para eso, es clave ser genuina y defender aquello en lo que creo sin miedo. Con el tiempo, cambiarán gobiernos, paradigmas y formas de comunicación, y habrá gente que me deteste y otra que me admire. Pero lo importante es mantenerse fiel a uno mismo.

(Getty Images)
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(ineshernand)
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No me levanto cada día como una especie de gurú motivacional. Como todos, tengo mis momentos de frivolidad y disfruto de las cosas cotidianas. Tengo la suerte de estar rodeada de amigos de siempre y una pareja maravillosa con la que disfruto pasear y valorar lo simple. He aprendido a enamorarme de la cotidianeidad, algo clave en una era de sobreestímulos donde parece que todo tiene que ser espectacular y extraordinario. A veces, la verdadera salud mental está en apreciar los momentos simples.

'Se nos enseña a ver lo diferente como algo negativo, pero creo que ser insistente, hacer preguntas y buscar respuestas es un lujo que hay que reivindicar'

Cuando los jóvenes te ven y te dicen que eres un icono para ellos, ¿qué piensas?

Me alucina cuando me dicen que soy un "icono" porque, en realidad, considero que los verdaderos referentes son las nuevas generaciones. Cuando he hecho reporterismo en Ciudad Universitaria, por ejemplo, veo cómo los jóvenes tienen una manera irreverente y apasionada de comunicarse, y eso me fascina porque me identifico con ello. Creo que el éxito radica en que algunos jóvenes se sienten representados con mi forma de expresarme, natural y sin filtro. A veces, una sociedad que quiere progresar incomoda a los sectores más tradicionales. Estamos en una transición donde nuevas formas de comunicación rompen con los cánones antiguos. Hay toda una generación de comunicadores como David Broncano, Las Chicle o yo misma, que defendemos una expresión más libre y natural.

¿Qué le dirías a tu 'yo' de 60 años?

A mi yo de 60 años le diría que frene con el ácido hialurónico, ja, ja, ja. Pero, en serio, espero seguir siendo fiel a mí misma. La vida es corta y hay que disfrutarla sin culpa ni miedo. Me siento muy privilegiada por dedicarme a lo que me gusta y quiero seguir haciéndolo, le pese a quien le pese. Y como siempre digo, ojalá yo fuera el mayor problema de este país.

(ineshernand)
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Recientemente, te has proclamado ganadora de MasterChef Celebrity, ¿cómo viviste esa experiencia?

Ganar MasterChef fue una experiencia increíble. Me comprometí mucho porque tengo un espíritu competitivo fuerte. Fue una oportunidad maravillosa para conocer gente diversa y reflexionar sobre la convivencia y el diálogo. No solo me transformó a nivel culinario, sino también en mi forma de entender ciertos espacios y debates.

¿Cuál ha sido el plato más elaborado que has preparado?

En cuanto a cocina, he preparado cosas elaboradas como canelones, aunque la cocina también es muy agradecida con recetas sencillas. Un puré casero o una mayonesa bien hecha pueden marcar la diferencia.

(Getty Images)
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¿Cómo han sido estos días en el Don Pancho? Al final, se convierte casi en un reality, ¿no?

¡Esto es un superreality! A mí me encanta. Y más en esta fase del concurso, donde ya ha habido eliminaciones. Creo que hay una gran diferencia entre el inicio de la semana, cuando la gente está más fresca y ha ensayado poco, y el final, cuando el cansancio se acumula. Ahí es cuando se empiezan a formar grupitos más cerrados por la propia dinámica del cansancio.

Además, ya hay gente que ha quedado fuera de la competencia, como dicen en Latinoamérica. Es divertido en sí mismo. A mí me interesan mucho las dinámicas sociales, todo lo humano me atrae, como dice la frase: "Nada de lo humano me es ajeno". Creo que esta convivencia hace que la gente gane confianza entre sí y surjan cosas bonitas. También participan artistas de ediciones anteriores, colaborando con los de este año porque les interesa una voz o una propuesta. Aun así, nos lo pasamos muy bien. Este año vengo más confiada, más relajada y con una experiencia distinta. Estoy disfrutándolo mucho. Esa es mi filosofía en este momento.

(HOLA.com)
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¿Hubo algo que te pasó el año pasado que te llevó a cambiar tu enfoque este año?

Más que corregir, creo que se trata de incorporar conocimiento. No se trata de corregirse a uno mismo, sino de evolucionar. Hay cosas que dejas atrás y otras que vas sumando. Por ejemplo, intento quitarme ciertas coletillas al hablar. También pienso más en cómo decir las cosas de una forma elegante sin perder mi esencia. No creo en vivir con culpa o arrepentimiento. Lo importante es saber leer el contexto, medir hasta dónde puedes incomodar y cuándo puedes expandirte. Nos quieren muy cuadriculados, muy encasillados, y cuando te expandes es cuando molestas. Pero yo abogo por todo lo contrario: ¡expándete, amor! No te preocupes, siempre habrá alguien que te diga "cállate un poco" o "eso no puedes decirlo así", pero lo importante es ser fiel a uno mismo.