Hallan el cuerpo sin vida de un primo de Camilla Parker-Bowles

Camilla Parker-Bowles, duquesa de Cornualles credit:Bang Showbiz
Camilla Parker-Bowles, duquesa de Cornualles credit:Bang Showbiz

La policía metropolitana de Londres ha confirmado este jueves la muerte de Charles Villiers, cuya madre era prima de la duquesa de Cornualles, Camilla Parker-Bowles. Una empleada del servicio de limpieza del exclusivo hotel Durrants, ubicado en el acaudalado barrio de Marylebone, encontró el cuerpo sin vida del aristócrata en su habitación, y las primeras pesquisas indican que el fallecido se habría quitado la vida tras un largo período de depresión derivado, entre otros factores, de un costoso divorcio.

El suceso se produjo realmente el pasado 18 de agosto, pero las autoridades quisieron dejar pasar un tiempo prudencial antes de hacerlo público, a fin de que nada enturbiara el curso de la investigación. De los primeros resultados se desprende que no existen indicios de delito y que en el deceso de Villiers no concurren circunstancias dignas de "sospecha", pese a lo "inesperado" de su deceso.

"En estos momentos la muerte de este hombre se trata como inesperada, pero se está investigando como exenta de sospecha", reza el comunicado emitido por Scotland Yard, en la que se hace referencia el aviso dado por el servicio de ambulancias de Londres hace exactamente una semana.

Fuentes de su entorno describen a Charles Villiers como un hombre "encantador", cuyo estado de ánimo, sin embargo, se hundió tras su divorcio de su entonces esposa Emma en 2014, dos años después de su separación. Debido a su incapacidad para hacer frente a las elevadas sumas que debía abonar a su exmujer, su casa fue embargada en el año 2015. Desde entonces, y con la ayuda que le prestaban sus amigos, se hospedaba en el mencionado hotel, por el que pagaba 300 libras la noche.

El año pasado, el Alto Tribunal de Londres aceptó la petición de Villiers para que se reconociera su situación de bancarrota y, en consecuencia, anulara las obligaciones de la manutención. Por desgracia para él, solo unos meses más tarde la Corte de Apelaciones revertió esa decisión y obligó al aristócrata, que trabajaba en una editorial, a desembolsar 10.000 libras al año a su antigua esposa.