Hechos Polvo, temporada 1 | Top de críticas, reseñas y calificaciones

En muchos sentidos, Hechos Polvo se siente como una combinación de los peores elementos de la nostalgia, con buenos y malos bidimensionales, además de un humor dolorosamente aburrido y supuestamente vanguardista. (...) Los personajes pueden verse y actuar como buenos héroes estadounidenses a la antigua usanza, pero tomar una premisa divertida y hacerla tan aburrida es pura villanía.

Hechos Polvo de Netflix se siente como una versión de película de acción serializada y mal escrita de The Hangover. Los extravagantes acontecimientos que suceden después de una noche de libertinaje no provocan risas, lo que no sería un gran problema si sus escenas de acción fueran mejores. Desafortunadamente, ninguna de las persecuciones a alta velocidad, peleas a puñetazos o accidentes de helicópteros logra emocionar. Y aunque su talentoso elenco hace todo lo posible para animar las cosas, sus contribuciones no logran evitar que Hechos Polvo sea una serie aburrida y olvidable.

(...) por muy buena que sea la premisa, es la premisa de una película de 95 minutos y no de un programa de televisión de ocho episodios. En cierto punto, las referencias se vuelven cargantes en lugar de complementarias. Es fácil excusar lo divagante y digresivo que es el programa porque coincide con lo sueltos y descuidados que son los personajes, pero estaba constantemente consciente de las diferentes formas que tomaba el relleno aquí.

Incluso en sus momentos difíciles, Hechos Polvo todavía es capaz de conservar la mayor parte de su encanto, y una gran parte de eso se debe a que, debajo de toda la violencia de clasificación R y el humor sin filtrar, hay bastante corazón. (...) Si bien puede provenir del mismo equipo creativo detrás de Cobra Kai, Hechos Polvo es algo único. No siempre es efectivo, especialmente cuando la serie comienza a alargarse más allá de su bienvenida. Sin embargo, en el mejor de los casos, es el tipo perfecto de programa de confort que verías en tu dormitorio universitario, uno que resulta obsceno y violento, pero también extrañamente dulce.

Hechos Polvo se vuelve demasiado tonta en algunos lugares y necesita seguir arrojando pistas falsas y casi errores para prolongar el escenario del tic-tac del reloj. (...) Sin embargo, en su mayor parte, el programa es simplemente divertido, haciendo malabarismos con la comedia y las convenciones de espías con muchos guiños de complicidad y una clara apreciación por el género. También ayuda el hecho de que actualmente no hay nada parecido, y la serie de Arnold Schwarzenegger, Fubar, probablemente sea lo más cercano.

Si Hechos Polvo se hubiera reducido a capítulos de 30 minutos, haciendo avanzar la historia rápidamente, podría haber mantenido algo del ingenio que buscaban Hurwitz, Schlossberg y Heald. En cambio, los episodios nunca parecen terminar. Sin verdaderos momentos de risa a carcajadas, el show es solo una escena divertida y explosiva tras otra, que nunca se traduce en la experiencia emocionante que promete.

Quizás la mayor fortaleza de Hechos Polvo es una conciencia lúcida de lo que es, un rasgo irónico considerando a sus héroes ebrios. (...) Eso es todo lo que el público necesita saber para entretenerse, y está bien. Escanear Netflix a menudo puede significar arriesgarse con algo basado en una sinopsis de una oración y un título atractivo. Afortunadamente, Hechos Polvo entiende la tarea y cumple en ambos aspectos, incluso si al final tiene una resaca que él mismo ha provocado.

Hechos Polvo surge como una serie con un potencial sin explotar. Si bien los elementos de acción y humor brindan momentos de entretenimiento, a menudo se ven eclipsados ​​por la incapacidad de la serie para trascender los estereotipos y ofrecer una sátira impactante. El elenco, a pesar de sus encomiables actuaciones, se enfrenta a personajes que carecen de la profundidad necesaria para atraer la atención de la audiencia. Los aspectos técnicos muestran la destreza del equipo creativo, pero no pueden salvar por completo una narrativa plagada de problemas de ritmo y humor inconsistente.

Mi único problema con la serie fue la cantidad de episodios. Cuando llegas aproximadamente al cuarto o quinto, empiezas a sentir una ligera repetitividad en la historia. Aunque la trama nunca pierde de vista el objetivo principal, debería haber sido de seis episodios como máximo. Fuera de eso, Hechos Polvo es una de las cosas más divertidas que he tenido en todo el año viendo series. Es salvaje, loca y exagerada y está llena de acción sin sentido y momentos cómicos hilarantes. No puedo esperar para verla de nuevo. Pon esto en la parte superior de tu lista de atracones.

No vale la pena ver la serie (...) de Netflix, Hechos Polvo. La narración muy tensa conduce a numerosos problemas. La acción innecesaria no deja ningún respiro para el desarrollo y la reflexión de personaje. (...) El resultado es caricaturesco, con poca conexión emocional con el espectador y se basa en diálogos torpes y demasiada exposición. Francamente, estos personajes se sienten como si hubieran sido reciclados de las franquicias American Pie y Harold & Kumar y hubieran mostrado poco o ningún crecimiento adulto en situaciones maduras.