Helen Mirren explica por qué sí puede interpretar a una mujer judía aunque ella no lo sea

Helen Mirren credit:Bang Showbiz
Helen Mirren credit:Bang Showbiz

La aclamada actriz Helen Mirren se encuentra en el centro de una nueva polémica por su trabajo como protagonista en el próximo biopic sobre la antigua primera ministra de Israel, Golda Meir. Hay voces que se opusieron desde un primer momento a que ella asumiera el papel de un personaje judío no perteneciendo a dicha comunidad.

Mirren, de 74 años, ha querido dejar clara su postura al respecto en una nueva entrevista a la revista Radio Times, donde recalca que "la problemática en torno al casting" solo ha salido a flote recientemente. Tal y como recuerda ella misma, ha interpretado a mujeres judías en otras películas como 'Woman in Gold' y 'The Debt', sin que nadie dijera nada al respecto, aunque es consciente de que ninguna eran tan representativo como Golda Meir.

Ella le dio muchas vueltas al asunto después de leer el guion y le hizo saber al director Guy Nattiv, quien sí es judío, que se apartaría del proyecto sin ninguna queja si surgía alguna falta de entendimiento o no era capaz de hacerle justicia a los matices más sutiles de la historia durante el rodaje. "Pero él me respondió: ‘No, no es un problema. Quiero que interpretes a Golda’”.

El guionista Nicholas Martin opina que la autenticidad del personaje es lo primordial y considera que Helen ha logrado hacer un retrato fiel. En cualquier caso, lo llamativo de este caso es que refleja las discusiones que se están llevando a cabo en Hollywood desde hace años acerca de la representación -o la falta de la misma- en el cine. Haciendo un resumen simplista de un asunto muy complejo, básicamente se espera que los personajes sean interpretados por quienes realmente comparten su identidad o sus características esenciales, especialmente sin pertenecen a minorías.

Desde hace tiempo ya no se acepta, por ejemplo, que intérpretes cisgénero y heterosexuales den vida a personajes trans y homosexuales o queer. Eddie Redmayne -hombre y hetero- se disculpó por haber aceptado el rol principal en la película 'La Chica Danesa', que narraba la historia de la primera persona conocida en someterse a una cirugía de cambio de sexo.

Tampoco se considera ya divertido que intérpretes delgados se pongan trajes de gordo -ni Brendan Fraser se libró de algunas críticas al respecto por 'The Whale'- o que grandes bellezas se hagan pasar por personas feas con fines puramente humorísticos.

Pese a lo mucho que se ha evolucionado en los últimos tiempos, hay quien piensa que el 'blackface' o 'yellowface' -que llevaba a actores blancos a pintarse la cara de negro o amarillo para hacerse pasar por afroamericanos y asiáticos en la gran pantalla- ha evolucionado para paso a una versión del mismo fenómeno, pero con la comunidad judía. Bradley Cooper ha utilizado una prótesis de nariz en 'Maestro', su biopic de Leonard Bernstein, y ha sido criticado por hacer un 'jewface' a pesar de que la propia familia Bernstein haya defendido su caracterización. A ambos lados del debate al respecto se sitúan quienes consideran que la nariz falsa es tan solo una parte del proceso para ser lo más fiel posible al personaje y quienes lo ven como una representación simplista y estereotipada.