Heras-Casado triunfa en Bayreuth con un "Parsifal" acosado por lo virtual

Bayreuth (Alemania), 25 jul (EFE).- El director español Pablo Heras-Casado triunfó este martes en el Festival de Ópera de Bayreuth con un "Parsifal" que introdujo en el templo wagneriano la realidad virtual, elemento que dejó sensación de acoso, hasta que finalmente se impuso la música sobre lo discordante.

El maestro granadino, primer director español invitado que se coloca ante la orquesta para la apertura del festival, escuchó bravos del estricto público de la "verde colina"; las voces de Andreas Schager -Parsifal-, Elina Garanca -Kundry- y Derek Welton -Amfortas- cosecharon las más cerradas ovaciones.

Menos fortuna tuvo el equipo escénico liderado por el estadounidense Jay Scheid, artífice de la introducción en Bayreuth de la virtualidad a través de las gafas de realidad aumentada -AR- que recibieron unos 330 de los alrededor de 2.000 asistentes a la gala.

Lo que teóricamente era un privilegio -es decir, estar entre los que sí percibieron las gafas- acabó siendo perturbador. Sobre la sobria escenografía diseñada por Scheid irrumpen a través de esas gafas todo tipo de elementos volantes, desde estrellas a flores, mariposas, calaveras, basura plástica o chatarra electrónica, según el estado de ánimo o momento a definir del poema épico wagneriano.

Mientras sobre el escenario discurre una producción más o menos convencional, sin alardes innovadores, a través de las AR se suceden incendios u otras formas de destrucción alternados con momentos de placidez, en torno a la búsqueda del Santo Grial.

Especialmente el primer acto resultó decepcionante en su escenografía y, aunque mejoró a partir del segundo, fueron bastantes los usuarios de las AR que optaron por utilizarlas solo a ratos, mientras que quienes no disponían de estas tuvieron que conformarse con la parquedad escénica.

Por razones técnicas y presupuestarias, el festival wagneriano había adquirido solo las mencionadas 330 unidades, lo que de por sí implicaba dejar a una mayoría fuera del ingenio técnico que tantos comentarios previos había acaparado.

Las gafas AR eran apenas un "complemento", había comentado Heras-Casado a EFE, en un encuentro previo al estreno. Como todo el mundo sabe, añadió el maestro, desde los técnicos a los artistas, en Bayreuth lo único primordial es la música de Wagner.

Había expectación en torno al debut de Heras-Casado (Granada, 1977) en el templo wagneriano. El director, una de cuyas peculiaridades es que no usa la batuta, sino que dirige con sus manos, es el primer español que dirige una nueva producción en los más de 150 años de historia del festival.

"Parsifal", estrenada en 1882, es la última de las óperas compuestas por Wagner y la única concebida expresamente para ser representada en Bayreuth.

Las entradas para cada una de las funciones de esta pieza estaban agotadas, algo que no ocurre, por ejemplo, con el "Anillo del Nibelungo" de Valentin Schwarz, que el año pasado en su estreno desató una tormenta de duras críticas y abucheos con su interpretación en formato "Netflix" de la tetralogía.

En la apertura de la presente temporada hubo también tormenta, pero meteorológica. Justo con la llegada de los invitados al teatro, encabezados por el primer ministro de Baviera, Markus Söder, cayó un aguacero, entre despliegue de truenos y relámpagos sobre la verde colina.

Junto a Söder asistían a la apertura la plana mayor de la clase política bávara, algunos ministros del Gobierno de Olaf Scholz, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la excanciller Angela Merkel, asidua al festival desde hace más de veinte años.

Heras-Casado, cuya primera experiencia con Wagner fue con "El holandés errante" estrenado en el Teatro Real de Madrid en 2016, es uno de los nombres innovadores incorporados al festival por su directora, la biznieta del compositor Katharina Wagner.

Le seguirán en los próximos días Nathalie Stutzmann, quien debuta en el festival bávaro con "Tannhäuser", la ucraniana Oksana Lyniv, quien repone "El holandés errante", y el finlandés Pietari Inkinen, al frente del "Anillo" de Schwarz.

Es la primera temporada desde hace 25 años sin el alemán Christian Thielemann, a quien Katharina Wagner convirtió en director titular de Bayreuth, pero que el año pasado dejó la verde colina wagneriana.

Gemma Casadevall

(c) Agencia EFE