Gran Hermano: lo mejor y lo peor de la final que consagró a Marcos Ginocchio como el gran vencedor

Lo mejor y lo peor la de la final que consagró a Marcos Ginocchio como el gran vencedor
Lo mejor y lo peor la de la final que consagró a Marcos Ginocchio como el gran vencedor de Gran Hermano

El programa televisivo más exitoso de los últimos meses finalmente llegó a su gran noche y consagró a su ganador. Con un estudio colmado de familiares y fanáticos de los tres finalistas, Julieta Poggio, Marcos Ginocchio y Nacho Castañares, el conductor de esta remozada versión de Gran Hermano, Santiago del Moro, dio inicio a la velada a la hora prevista, las 22.30.

La emisión comenzó con un clip sobre las vivencias de los participantes y las impresiones que luego dieron los tres finalistas. Varias personas se agolparon en la puerta del canal con la esperanza de llevarse una foto con sus candidatos o incluso llegar a tocar sus manos. En el estudio, familiares, amigos y fanáticos corearon los nombres de sus favoritos. “ A este programa lo hicimos entre todos, remando, pero es de ustedes. Gracias por tanto. No saben la energía que hay ”, afirmó Del Moro.

La voz de los finalistas

Julieta, Nacho y Marcos escucharon al inicio los gritos de las personas que coreaban sus nombres. “No dormimos nada”, reveló la única mujer en llegar a la final. En uno de los momentos más emotivos, los tres aprovecharon para hablarle al público y agradecer sin atacar al otro .

“Solamente, agradecer por todo este camino que pasamos. Fue mucho tiempo y pasaron muchas cosas, muchas placas, muchos momentos... En el transcurso del día nos fuimos dando cuenta de la cantidad de cosas que vivimos. Realmente no queríamos que se termine. Pase lo que pase, es un sueño todo lo que vivimos. Mi sueño sigue siendo que así como abrí la puerta, cerrarla... Pero nuestras vidas cambiaron y afuera hay un mundo nuevo con el que queremos encontrarnos. Somos ganadores”, señaló Nacho, el primero de los “hermanitos” en entrar a la casa aquella noche del 17 octubre cuando comenzó el reality.

“Estoy muy contenta y muy emocionada. Estoy segura de que esta va a ser una de las mejores experiencias de toda mi vida, porque es única en todos los aspectos que se puedan imaginar. Desde acá me llevo amigos, me llevo aprendizajes, recuerdos únicos e inolvidables, y si hoy estoy acá es gracias a la gente, así que no puedo más que agradecer. Gracias por bancarse como soy durante todos estos meses”, agregó Poggio.

A su vez, el gran favorito en las redes, Marcos, expresó: “Quiero agradecerle completamente a la gente. Siento que fue la mejor experiencia de mi vida, y cualquiera sea el resultado, nada va a cambiar eso. Es lo más lindo que me pudo haber pasado, y que mi familia también lo haya vivido a mi lado, creo que es lo más importante. Nunca voy a olvidar el amor que me hizo llegar la gente; ese es el mejor premio que podemos tener”.

El reencuentro del “tridente”

Antes de las 23, Del Moro dio a conocer quién había conseguido el tercer puesto y se haría acreedor de un viaje a un lugar del mundo a elección. Con el 19,66 por ciento de los votos, Julieta quedó fuera de competencia y así, como suele ocurrir en casi todos los programas de talentos y realities emitidos por Telefe, se supo que el premio quedaría en manos de un varón.

Una vez que la bailarina, actriz y modelo abandonó la casa, los dos muchachos -que durante gran parte de la convivencia no se llevaron muy bien- se fundieron en un abrazo y se felicitaron mutuamente. Una cámara, a su vez, acompañó a Poggio en el auto que la condujo desde la casa hasta el estudio y pudo captar la sorpresa y la emoción de la participante al ver a toda la gente que esperaba en la puerta. Al bajar del auto, Julieta -que acumuló 1,2 millones de votos- saludó y posó con todos los fans que se encontraban a lo largo de la pasarela y luego se reencontró con su novio, Lucas, sus familiares y amigos. Al final, corrió a abrazarse con Daniela Celis y Romina Uhrig, sus dos grandes compañeras dentro de la casa, con quienes formó un “tridente” que llegó a sacar semana a semana a sus contrincantes. De hecho, Julieta fue la participante que más participantes logró colocar en placa.

La emoción de los otros

A partir de ese momento, la tensión estuvo puesta en quién sería el vencedor: el salteño, que lideró todas las encuestas desde que comenzó el programa, o Nacho, quien desde hace algunos meses es señalado en las redes como el favorito de la producción, por haber recibido información de afuera y haber sido “aleccionado” sobre cómo jugar por su padre, Rodolfo, y por Lucila “la Tora” Villar en su reingreso a la casa.

Antes de develar el gran misterio, la producción puso al aire un clip con la despedida de la casa de cada uno de los concursantes y otros momentos memorables de esta temporada. En el estudio, uno de los participantes, Walter “Alfa” Santiago, expresó, a pedido del conductor: “Me pasa todo. Es algo mágico que ustedes nos regalaron y nos permitieron vivir. Es un antes y un después en mi vida, y son un montón de emociones y de sensaciones”.

Romina también habló. “Es muy fuerte todo esto. Vivimos momentos de alegría, de tristeza, llantos... Estoy muy agradecida por esta oportunidad. Fue una experiencia divina, más allá de que todos tenemos diferencias, me llevo un poquito de cada uno y también a dos amigas. También me llevo a Caramelo [uno de los cachorros que entraron a la casa]. Estoy muy feliz”.

A diferencia de sus compañeros, Agustín Guardis pidió el micrófono para brindar su impresión sobre su accidentado y vertiginoso paso por el ciclo: “Por ahí, para algunos no signifique mucho, pero para mí es todo. Me cambiaron la vida, no saben lo feliz que me siento de haber podido cumplir un sueño”.

El conductor quiso escuchar, luego, la palabra de Thiago Medina. “A mí realmente me cambió la vida para bien. Fue como comenzar de cero. Lo que más quería era la casa para mis hermanos y la tengo, gracias al municipio. Nunca me imaginé estar acá. Cuando me anoté pensaba que no me iban a elegir entre tanta gente que tiene mejor vida. Cuando salí me sorprendió mucho el cariño de la gente, el amor. Es inmenso todo lo que vivimos ahí adentro”.

Dos estilos muy diferentes

En un programa a puro ritmo y hasta ese momento sin pausas publicitarias, llegó el momento de volver a la casa para darle la chance a Nacho y a Marcos de hablar con el público por última vez desde el confesionario. “Les quiero agradecer por todo lo que vivimos, por estos cinco meses. Por haberme dado la oportunidad de mostrarme como realmente soy. Este es el Nacho de verdad, no el que vieron en el casting, no el Nacho que había pasado por mil cosas y creía que estaba bien. Este es el que me doy cuenta que debo ser, el que tiene ganas de hacer las cosas que se le ocurran. Quiero ser el que cierre esa puerta. Ojalá ese sobre diga mi nombre porque es lo que más deseo y hace varios días que vengo visualizándolo. Creer, crear. Creer, crear”, expresó.

Marcos, en tanto, aprovechó su último paso por el confesionario para expresar: “No tengo nada más que pedirles. La verdad es que todas las expectativas que tenía las cumplí. Vi a mi papá con los ojos llorosos decir que estaba orgulloso de mí y la vi a mi mamá súper contenta por lo que me estaba pasando. La vi a mi hermana venirse desde Francia, a mi hermano venirse desde los Estados Unidos... Siento que todo este recorrido que tuve va a ser eterno y lo voy a guardar siempre en mi mente y en mi corazón. Muchas gracias y ojalá algún día pueda devolverles todo el amor que me hicieron llegar todo este tiempo”.

Una dilatada batalla final a pura emoción

¿Quién resultaría ganador? Para saberlo, el público tuvo que mirar pacientemente varias tandas publicitarias. Pasada la medianoche, Del Moro reveló que, en total, los tres finalistas habían recibido más de 8 millones de votos y luego de recibir el sobre de manos de la escribana, volvió a ingresar a la casa para dar la gran noticia.

“ Quien gana esta vuelta, de la pantalla de Telefe para el mundo es... ¡Marcos! ”, reveló el conductor. El salteño rompió en llanto y fue consolado por su contrincante. Después de fundirse en un abrazo y felicitarse mutuamente, Nacho debió abandonar la casa. Con la perra Mora en brazos, Marcos le cantó la canción con la que se despidió a cada uno de los participantes en esta edición y volvió a romper en llanto.

La salida de Nacho, que ganó una vivienda, fue igual de emotiva que la de Julieta: decenas de personas le acercaron regalos, le pidieron posar con él y lo llenaron de abrazos. En la tribuna del estudio, su padre, su abuela Tesi y sus amigos lo esperaban para recibirlo en esta, su gran noche.

Solo faltaba que Marcos apagara las luces y abandonara la casa que lo hizo famoso. Lo hizo junto a Mora, mientras la voz de Gran Hermano lo despedía con palabras afectuosas. El ganador se impuso con el 70.83 por ciento de los votos , una de las cifras más altas en una final del reality, que este lunes cerró su décimo primera edición y ya abrió el casting para una nueva. “No lo puedo creer. Para mí es un sueño, no creo que sea real”, expresó el ganador de los 15,4 millones de pesos y una casa, camino al estudio. Un millonario premio que incluso será más de lo anunciado, ya que a raíz de la intervención de Mercado Pago se hizo una inversión, que cinco meses después dio más de 4 millones de pesos que formarán parte también de la suma que recibirá el ganador.

La emoción genuina del ganador, que durante toda la noche fue primera tendencia en Twitter, las imágenes de la casa a oscuras y las últimas palabras del anfitrión fueron el corolario ideal para el cierre de un ciclo que de alguna manera logró revitalizar la televisión, en un año de pocas propuestas y no muy buenos resultados en materia de rating.

Esta edición de Gran Hermano, con nuevo conductor, un formato diario y sin la posibilidad concreta de ver a los participantes durante las 24 horas -desde el primer día, las críticas a los constantes cortes de transmisión en Pluto TV tomaron por asalto las redes- supo conseguir números impensados en estos tiempos, generó polémica y volvió a demostrar que el interés por la vida ajena no tiene fecha de vencimiento.