Irma Dorantes y su rechazo rotundo a cualquier intento de revivir a Pedro Infante en la ficción
Se llamaba Pedro Infante, la bioserie de ViX, llegó a las pantallas reprobada desde antes de hacerse. La actriz Irma Dorantes, exesposa del ídolo de Guamúchil, no le dio su bendición al proyecto porque considera que nadie posee las cualidades para interpretar a quien fue su gran amor.
Después de que Netflix produjera Como caído del cielo (2019), película en la cual Omar Chaparro personifica a Infante, Dorantes externó en 2021 su inconformidad y disgusto por traer al presente al cantante a través de otros actores. No le agradó el resultado de esa producción. Tampoco le gustó que se retomara la figura legendaria de su exmarido para ficcionar su persona en tramas de este tipo.
"¡¿Qué es eso?! Es caída al infierno. ¿Cuánto duró? ¡Qué hicieron! Hay miles de imitadores, qué maravilla, pero no…", declaró al programa De primera mano. Para ese momento ya había acercamientos y negociaciones con la familia de Pedro Infante para llevar su vida a la ficción con una serie biográfica.
La actriz estaba enterada de ello. Asumió con resignación que su opinión no iba a ser tomada en cuenta y, a su vez, se descartó a sí misma para involucrarse en el proceso de decisiones sobre lo que sí podía tocarse en la trama y qué no. No obstante, fue contundente al señalar que si por ella fuera no permitiría que el ídolo apareciera en más historias de ficción.
Convencida de que Como caído del cielo fue un intento fallido por mostrar a su exmarido, la actriz considera que lo mismo sucederá con aquellos trabajos que quieran tener a Pedro Infante como personaje, pues a su parecer no existe ningún actor con dotes naturales similares o cercanas a lo que tuvo él: “Lo primero que tienes que tener es una gente con un carisma y sería ideal, pero ¿quién te da esa sonrisa? Nadie, nadie”.
Declarándose todavía enamorada de Pedro Infante, y fiel creyente de que las grandes celebridades como él no deben tocarse, Dorantes aboga para que la figura del ídolo se quede enterrada en el pasado, es decir, que no se toque en la actualidad porque puede caerse en la ridiculización y distorsión del individuo que fue: “Dejémoslo como está, recordémoslo como está, con el amor que lo recordamos todos”.
El dolor de no asistir al funeral de su gran amor
En Se llamaba Pedro Infante, Irma Dorantes es interpretada por Daniela Álvarez. Entre sus pasajes, la bioserie aborda la relación que culminó en matrimonio entre ambas estrellas. Fue un romance controversial y cuestionado en su época porque él era 17 años mayor que ella, porque era casado, porque comenzó a cortejarla cuando la actriz era menor de edad y porque sus nupcias fueron anuladas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) seis días antes del fallecimiento del cantante.
Se conocieron durante la filmación de Los tres huastecos (Ismael Rodríguez, 1948). Irma tenía 13 años y Pedro 30. Seis años después se casaron en la “ilegalidad”, pues el actor no había obtenido legalmente el divorcio de su matrimonio con María Luisa León. Asimismo, un sector que no veía con buenos ojos la diferencia de edad criticó que enamorara a su prometida desde que era una adolescente.
El momento más trágico y amargo de su romance vino después del accidente aéreo por el cual Pedro Infante perdió la vida el 15 de abril de 1957. El ídolo murió estando emparentado con Dorantes y su hija Irma, esto a pesar de la nulidad legal del matrimonio. En otras palabras, ante la ley su esposa legítima era María Luisa León.
Ese detalle legal fue clave para causarle el dolor que hasta la fecha lleva Irma Dorantes en su ser. Gente de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) la encerró en un camerino para que no acudiera al funeral de su gran amor, esto en cumplimiento a supuestas órdenes dadas por León para que no se presentara y así se le diera su lugar como única esposa del cantante.
Los tragos amargos de su amorío siguen vigentes, pero los equilibra con los recuerdos y sensaciones que aún conserva de Infante, un hombre al que amó y ama, y al que siente cerca cuando revisa sus películas o escucha nuevamente sus canciones.