El desconocido gesto de amor de Felipe hacia Isabel II
Fue el día antes de su boda. Felipe de Edimburgo realizó un notable gesto de amor hacia Isabel II. Un gesto que exige mucha fuerza de voluntad para poder llevarlo a cabo. Fue un gesto valiente y generoso. Y esta acción que realizó Felipe por amor hacia Isabel es muy poco conocida. Han sido mucho más publicitadas las abdicaciones que llevó a cabo Felipe de Edimburgo al renunciar a su religión y a la corona de Grecia como gestos de amor por Isabel II. Aunque estas renuncias son indudablemente cruciales para la vida del marido de Isabel II, lo que hizo Felipe por Isabel unas horas antes de casarse fue mucho más difícil para él.
Una jovencísima Isabel de 13 años se enamoró perdidamente de un joven conocido entonces como Felipe de Grecia. Tres años más tarde la pareja se dieron el “sí quiero”. Así podría empezar el relato de la historia de amor de uno de los matrimonios más longevos dentro de las monarquías europeas de todos los tiempos. Felipe e Isabel estuvieron casados 73 años. Más de siete décadas en las que se habló constantemente de las presuntas infidelidades de Felipe que hacían sufrir a la reina de Inglaterra. Pero quienes conocieron a la pareja aseguran que se quisieron. Y que se quisieron mucho los dos. Una prueba de amor indiscutible de Felipe hacia Isabel fue el acto de dejar de fumar por ella. Felipe de Edimburgo era un gran fumador, pero el día antes del enlace matrimonial prometió a Isabel que ya no fumaría ni un cigarrillo más. Y cumplió su promesa.
Quien ha sido fumador sabe de la dificultad de este acto.Y sabe de lo arriesgado que resulta prometer a alguien que vas a dejar de fumar al día siguiente. No todos logran cumplir el arduo objetivo. Dejar de fumar es un acto valiente. Pero si se deja de fumar por favorecer a otra persona, en lugar de a uno mismo, es además un acto generoso. El padre de Isabel II fue un gran fumador. El rey Jorge VI del Reino Unido murió de cáncer de pulmón. Isabel adoraba a su padre. Poco más hay que saber para darse cuenta de la generosa demostración de amor que realizó Felipe de Edimburgo al dejar de fumar. Fue probablemente el gesto de amor más difícil que hizo Felipe por Isabel.