Ivanka Trump se sincera sobre su papel en la política y asegura estar lista para apoyar a su padre como lo haría una hija
En 2016, Ivanka Trump fue el principal apoyo de su padre, Donald Trump, en su camino a la presidencia. Durante su mandato, además, fue parte de su administración y estuvo a su lado en la campaña de reelección en 2020. Sin embargo, previo a la elecciones del año pasado en las que su padre volvió a ganar la presidencia, Ivanka fue la gran ausente haciendo apenas una aparición durante el discurso de la victoria, pero marcando su distancia de los roles oficiales en los que pudo haber estado involucrada. ¿La razón? "Odio la política", expresa en una reciente entrevista para el canal de YouTube, The Skinny Confidential.
El próximo 20 de enero su padre se convertirá, por segunda ocasión, en presidente de Estados Unidos, pero Ivanka no será parte del gabinete político ni tendrá participación en las decisiones que pueda tomar su papá. En cambio, su objetivo es apoyarlo tal como haría una hija, de forma más personal y como un escape de su vida laboral. "Tengo muchas ganas de poder presentarme ante él como hija y estar ahí para él, distraerlo de las cosas, por ejemplo, ver una película con él o ver un partido de fútbol, saber que puede estar conmigo, ser él mismo, y relajarse", asegura.
Sincera sobre sus razones por las que dio un paso al lado de ese mundo laboral, Ivanka aseguró: "Odio la política. Hay una oscuridad en ese mundo que realmente no quiero darle la bienvenida al mío. Y a algunas personas les encanta el aspecto de gladiador, la lucha. Esa nunca fui yo".
Además, confesó que en aquel mandato, hubo una ocasión que debido a la carga de trabajo, pasó hasta cuatro días sin ver la luz del sol. Y explicó que durante el tiempo en el que apoyó a su padre en la Casa Blanca, fue una locura rodeada de soledad. "Es la posición más solitaria del mundo, la gran carga de la toma de decisiones a diario, lo transaccionales que son todos contigo. Entonces es una posición muy solitaria".
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Ivanka, más libre en su vida personal
Lejos de la política, Ivanka vive tranquila junto a su esposo, Jared Kusher, y sus tres hijos Arabella, de 12 años; Joseph, de 10; y Theodore, de siete. Enfocada en si vida familiar, la también diseñadora de modas agregó sobre su trabajo en la política: "Conozco el costo. Y es un precio que no estoy dispuesta a hacer pagar a mis hijos".