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Meitan (China), 29 dic (EFE).- El condado chino de Meitan, apodado el 'mar de té', presume de ser la mayor plantación continua del mundo de hojas de té, una bebida que se adapta a la sociedad moderna de China mientras convive con nuevas tendencias como el café. Esta área es el mayor conjunto de plantaciones de té contiguas del mundo, abarcando una extensión cercana a las 43.000 hectáreas. Además de ser la principal base productiva de té en la provincia central de Guizhou, es sede de actividades de ecoturismo, como visitas guiadas por las plantaciones, experiencias de recolección y degustación, y talleres sobre las técnicas tradicionales de elaboración de esta bebida. Un ritmo de vida diferente En las instalaciones, los expertos explican a los visitantes cómo degustar y servir correctamente la infusión, con una serie de delicados procesos. "La tradición implica el uso de una gran mesa, un cuenco típico con tapa y sin mango, un recipiente previamente calentado, la infusión de las hojas... Es un proceso completo", indica a EFE el director del Centro de Desarrollo de la Industria del Té del condado de Meitan, Yang Dong, en una torre desde la que se divisan campos de té hasta donde alcanza la vista. Sin embargo, "los jóvenes de hoy en día llevan un ritmo de vida más acelerado", asegura Yang. "Algunos creen que todo este proceso es demasiado engorroso o incluso pueden llegar a sentirse somnolientos después de ver los diferentes pasos", añade el experto. Una industria millonaria Este cambio de hábitos entre los jóvenes chinos ha dado lugar en los últimos 15 años a la aparición en las ciudades del gigante asiático de decenas de miles de locales especializados en las llamadas 'nuevas bebidas de té', que combinan la bebida milenaria con leche, frutas, bolas de tapioca y todo tipo de añadidos. Según un informe de la consultora local iiMedia Research, en 2024 este mercado de 'nuevas bebidas de té' ha registrado un volumen de 354.000 millones de yuanes (48.5500 millones de dólares, 46.617 millones de euros), alcanzando una madurez que ha posibilitado que algunas de las cadenas más destacadas como Mixue o Heytea se expandan por el Sudeste Asiático e incluso por Europa y Norteamérica. Pese a que la consultora alerta de una "saturación" del mercado en China, el sector continuará creciendo, aunque a menor ritmo, hasta llegar a un volumen de 400.000 millones de yuanes (54.800 millones de dólares, 52.670 millones de euros) en 2028. Estas bebidas, frecuentemente con un contenido alto en azúcar, chocan con la saludable infusión tradicional de té, que va acompañada de una "atmósfera que cultiva el espíritu", indica Yang, que lamenta que algunos de estos brebajes, "a diferencia del pasado", incluyen elementos como "té en polvo, crema o sacarina, que no son muy beneficiosos para la salud". Según un informe de una asociación de consumidores de la ciudad de Fuzhou (sureste), el contenido en azúcar de 20 bebidas de té con leche de 20 locales de diferentes cadenas osciló entre 21 y 48 gramos por consumición, con un promedio de 35 gramos por vaso, dato que supera la recomendación de las autoridades sanitarias chinas de consumir menos de 25 gramos de azúcar por día. Nuevos hábitos Curiosamente, el auge del sector de nuevos brebajes de té ha sucedido en paralelo a la expansión del café en el gigante asiático, una bebida de la que los chinos tomaban unas nueve tazas al año en 2016, cantidad que sin embargo se había casi doblado hasta 16,7 en 2023, según un estudio del sector citado por la prensa local. Pese a la pujanza del café entre los jóvenes chinos, especialmente las mujeres, según el citado estudio, el 95 % de la cafeína o teína consumida por los habitantes del país asiático sigue procediendo del té, según investigaciones locales. Ante el margen de crecimiento, grandes cadenas internacionales como la estadounidense Starbucks o la canadiense Tim Horton's han apostado fuertemente por el aumento de la popularidad del café en el gigante asiático, planeando tener abiertos en China 9.000 locales en 2025 y 2.750 en 2026, respectivamente, aunque ya han de competir con empresas chinas como Luckin Coffee. En lo referente a esta cuestión, para Yang, el foco debería desplazarse: "Podemos plantearlo al revés; nosotros, por supuesto, pensamos en lograr que todo el planeta beba té". Pese a que cita la "integración con las costumbres locales y preferencias personales" como uno de los principales obstáculos, el experto asegura que "no existen fronteras nacionales en lo que respecta a tomar té y la cultura que lo rodea". Álvaro Alfaro (c) Agencia EFE