Jay Z revela el nombre que, con la venia de Beyoncé, estuvo a punto de poner a su hija Blue Ivy

Jay Z y Beyoncé se han convertido en una de las parejas más herméticas del mundo del espectáculo. Raras veces conceden entrevistas y, cuando lo hacen, evitan en la medida de lo posible ahondar en su vida conyugal y familiar. Por ello, el rapero ha sorprendido ahora a propios y ajenos al sumergirse en uno de los momentos más especiales de su vida junto a la estrella del pop: el embarazo y posterior nacimiento de su primogénita Blue Ivy, quien llegó al mundo en enero de 2012.

El intérprete ha mantenido una interesante conversación con la famosa presentadora Gayle King, estrella del canal CBS y amiga personal del matrimonio. En un momento dado de la charla, el artista ha confesado que su intención inicial era la de llamar a su primera hija Brooklyn, en homenaje a su barrio natal de Nueva York. Esa idea contaba con el beneplácito de Beyoncé, pero finalmente fue aparcada en favor de un apodo más adorable y enternecedor, con el que la pareja ya se refería a su pequeña antes de que saliera del vientre materno.

"Se suponía que se iba a llamar Brooklyn, pero en esos tiempos ya la llamábamos Blueberry ['Arándano' en inglés]. Era un apodo que nos salía natural. Era como decir: 'Mira qué arándano tan pequeño'. Al final quitamos la parte de 'berry' y nos quedamos con el 'Blue'", ha revelado el también productor y empresario en el programa 'CBS Mornings'.

Jay Z también ha contado que su hija tardó más de lo esperado en ser plenamente consciente del estatus de celebridad de sus padres. Como tantos otros niños, Blue Ivy se sentía algo avergonzada de sus progenitores, al no comprender que muchas de las modas que ya regían su vida procedían directamente de ellos, sobre todo de su madre. "Conmigo le costó un poco más, pero ya la tengo atrapada. Ahora me pregunta si esto es 'cool' o no lo es. Pero antes no lo hacía. Tenía que recordárselo y le decía: 'Tus padres son 'cool', tienes padres muy modernos'", ha bromeado en la entrevista.

Cuando nació Blue Ivy, Beyoncé y Jay Z llevaban ya cuatro años casados, y su matrimonio parecía a todas luces idílico. Sin embargo, en 2016 la diva publicó su aclamado disco 'Lemonade', y en su canción 'Sorry' reveló que su famoso marido le había sido infiel con una mujer a la que Beyoncé describía en sus versos como "Becky, la del pelo bonito". Posteriormente, corrió el rumor de que esa persona era la diseñadora Rachel Roy, exmujer de un estrecho colaborador del artista, datándose su idilio con Jay Z entre los años 2013 y 2014.

Finalmente, el matrimonio superó esa profunda crisis, que quedó evidenciada con la comentada filtración de un vídeo que retrataba a Solange, hermana de la artista, golpeando con furia a su cuñado ante la impasible mirada de la diva: todo ello en un ascensor y en medio de la gala del Met de 2014. En ese momento se desconocían las razones de la hostilidad de Solange hacia Jay Z, pero dos años después se ataron rápidamente los cabos. Ya en 2017, el matrimonio anunció el nacimiento de sus mellizos Rumi y Sir: una feliz noticia que enterró para siempre ese oscuro capítulo.