Jerónimo Flores, el ‘Santa Claus de Juchitán’

Jerónimo Flores. Foto: YouTube/Cortamortaja
Jerónimo Flores. Foto: YouTube/Cortamortaja

Hay personas que tiene el espíritu navideño más desarrollado que otras. Personas que dedican su tiempo en épocas decembrinas a llevar un poco de felicidad a quienes todavía creen en la magia de la Navidad. Jerónimo Flores es una de estas personas y este año, el oaxaqueño decidió transformar su mototaxi en un trineo para pasear a los niños de su vecindad.

Originario de Juchitán, Oaxaca, el hombre de 75 años invirtió dinero de su propio bolsillo para construir este tributo a Santa Claus que también incluye un arobolito de navidad y un pequeño nacimiento. Y aunque la idea seguramente podría rendirle grandes frutos durante las fiestas, la creación de Jerónimo no fue pensada con fines de lucro. De hecho, los paseos son completamente gratuitos.

Pimpeando el Santamóvil

Este no es el primer año que Flores decide disfrazar el mototaxi con el que trabaja desde hace siete años. De hecho, el rostro de Santa se ha visto en diciembre por Juchitán desde 2012, cuando Flores empezó a disfrazar el “Santamóvil” con la cara de Papá Noel para pasear a sus nietos. Pronto, el abuelito decidió compartir la dicha y ofrecer paseos a otros niños de la localidad en vísperas navideñas.

Desde hace tiempo, Jerónimo había querido agregar un trineo a su creación, sin embargo, no había tenido el dinero para hacerlo. Este año, invirtió alrededor de 12,000 pesos para agregar el trineo que construyó durante 15 días con la ayuda de su familia. “Junté mi dinero, mis hijos me ayudaron, mis hijas también y pues logré construir mi trineo y darme este gusto”, dijo durante una entrevista al sitio de Internet Sopitas.com.

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Por el puro gusto de regalar felicidad

Puede que a algunos les resulte difícil de creer, pero lo único que Jerónimo busca con las transformaciones de su mototaxi, es hacer felices a sus nietos y, de paso, a otros niños en Juchitán. El oaxaqueño incluso ha rechazado propinas, ya que lo único que quiere es regalar un poco de amor y felicidad.

“No lo hago para lucrar, no busco nada más que hacer felices a los niños”, explicó. “Son solamente dos horas por la tarde. Llevo a mis nietos, de ahí se suben los niños que quieran. Me han intentado dar propina pero no lo acepto”.

Jerónimo también sabe que, para muchos, este mes puede ser nostálgico, por lo que “busca alegrar a la gente, contagiar felicidad”. Y aunque no lo hace por la gloria, admite que es muy feliz cuando los niños lo ven en la calle y le gritan, “¡Adiós, Santa Claus!”.

Mientras hay quienes lo llaman un viejo loco, Jerónimo piensa seguir agregando detalles a su moto y a su trineo para que cada año sean más bonitos. La moto también se convierte en charro durante septiembre y en brujo para Halloween.

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El trineo de Santa Claus

En 1822, el poema ‘The Night Before Christmas’ de Clement Clarke Moore describió por primera vez el modo de transporte de uno de los personajes más indispensables de las fiestas y la cultura popular: un trineo jalado por ocho renos que vuelan por todo el mundo para repartir juguetes en Nochebuena.

Mientras el poema de Clarke Moore lo describía como un duende regordete, y no como el Santa que conocemos, hay varios detalles del personaje que sí se han quedado con nosotros; entre ellos el trineo, su risa, el enorme costal de juguetes, su barba blanca, su descenso por la chimenea y, claro, los nombres de sus renos.