Jey Mammon, una figura que crecía a fuerza de talento y que ahora tiene un futuro incierto
Luego de la detención de Marcelo Corazza, involucrado en una red de corrupción de menores, Lucas Benvenuto acusó a Jey Mammon de abusar de él cuando era menor de edad. Si bien Benvenuto hizo la denuncia en la Justicia en 2021, esta entendió que el delito había prescripto, pero al hacerse público el hecho y ganar repercusión mediática, el conductor y músico debió salir a responder y lo hizo a través de un comunicado. Tras ello, Telefe -el canal en donde actualmente trabaja- decidió suspenderlo “momentáneamente” de su rol al frente del programa La peña de morfi, que este domingo será conducido por Georgina Barbarossa.
Hace muchos años que Jey Mammon trabaja en los medios, pero la popularidad le llegó de la mano de Estelita, un entrañable personaje que hacía entrevistas picantes y del que se despidió hace algún tiempo. “No dejé de lado a Estelita, en realidad fue decantando solo porque es un desafío superar al personaje”, se justificó en ese momento. Luego siguió trabajando en programas exitosos hasta que hace dos años tuvo una gran oportunidad: conducir su propio late night show en América, Los Mammones. Un desafío que superó con creces y que lo convirtió en una figurita deseada por varios canales. Finalmente aceptó la propuesta de Telefe de sumarse a su señal, un sucesor natural -por su combinación de frescura, repentismo y talento musical- del fallecido Gerardo Rozín al frente de su ómnibus musical de los domingos. La carrera televisiva de Mammon, que parecía no tener techo, tras la denuncia de Benvenuto -a quien en el comunicado lo acusó de extorsionarlo a causa de “un episodio falso en gran parte de su contenido- está envuelta en un manto de incertidumbre.
Catequista y músico en las misas
Antes de ser Jey se llamaba Juan Martín Rago, tal su nombre de nacimiento. Iba todos los domingos a misa, se desempeñaba como catequista y hasta compartió muchas cenas con el papa Francisco, que entonces era el cardenal Jorge Bergoglio. Nació el 6 de diciembre de 1976 en la ciudad de Buenos Aires y a fines de los años 90 tocaba la guitarra en la parroquia de su barrio, Palermo; participaba de la misa que televisaba ATC, la actual Televisión Pública, y tocaba el órgano en los eventos de la Curia de Buenos Aires. Se ganaba la vida dando clases de catequismo en colegios y en muchas oportunidades contó que fue catequista de la China Suárez.
Jey Mammon también se desempeñó como profesor de música y dio lecciones particulares de piano. “Me las rebuscaba y hacía cosas que la vida me proponía. Encontrarme conmigo y con mi identidad fue de la mano de un proceso, de hacerme amigo, de entender que no había venido a este mundo a dar clases de catequesis y música sino a comunicar a través del humor y a hacer música. Mis clases eran como talk shows y ahí estaba el conductor, el músico, el actor”, contó hace algunos años en diversas entrevistas.
“Tengo hermosos recuerdos y todo el tiempo me cruzo con alguien que fue mi alumno o lo fue la hermana, el primo o el tío. Realmente siento que me recuerdan con cariño”, aseguraba hace un tiempo. “Todo lo que me sucedió fue parte de un proceso, desde descubrir mi identidad sexual hasta mi vocación por el arte . Nada fue de un día para el otro. Conocí a Jorge Bergoglio porque yo tocaba el órgano en la misa que se emitía en Canal 7, y también a través del cura de la parroquia. Los tres hemos cenado muchos viernes. Pasé por un proceso de odio, bronca, negación y después solté y entendí que el equivocado era yo, porque estaba en un contexto que no me contenía. He tenido charlas con Bergoglio sobre el tema, sin tener del todo clara mi identidad. Era como ir contra un frontón todo el tiempo y en un momento solté”, señaló sobre su pasado.
El nacimiento de Jey
Su nombre artístico es el resultado de cómo se pronuncia la letra J en inglés y Mammon, que significa “hijo del demonio”. Así se llamaba la primera banda musical que formó con un grupo de exalumnos de catequesis cuando se alejó de la Iglesia. “Hacíamos canciones con letras con humor y después empecé a meter personajes en los recitales y un día mis compañeros me dijeron: ‘Te amamos, pero vos andá con tus personajes, hacé un unipersonal’. Todos los shows eran distintos y muy costosos y no podían seguir el tren de mi ‘hinchapelotismo’”, recordaba cuando le preguntan sobre ese momento de su vida.
Su primera oportunidad en televisión fue en El canal de la música, donde condujo Analizados, en 2010. Una productora lo había visto en la banda y lo convocó para participar de un programa de Santiago del Moro en ese mismo canal. Jey fue, pero se asustó y huyó. No sabía todavía qué quería en ese momento, pero insistieron y aceptó hacer un programa. Ese mismo año se sumó a FM La Isla, a un ciclo que conducía Nazarena Vélez, Falta de respeto. Enseguida estrenó el unipersonal ¿Dónde está Jey Mammon? y dio que hablar con personajes como Topu, Carlos Langalada, Marisa y su estrella, Estelita, que con picantes entrevistas a famosos, pronto ganó repercusión más allá del under.
De Estelita solía decir: “Me pasa algo particular con ella porque siento que es una drag queen. Antes de empezar a grabar es ella la que se enoja por un foco mal puesto porque yo ya no estoy. Es ella quien hace conexión con el invitado, quien lo recibe y lo despide. No me asusta porque ya me di cuenta de qué se trata. Algunos creen que es mi álter ego o la que dice cosas que yo no puedo decir. Pero la realidad es que hay inquietudes que tiene Estelita con algunos entrevistados que no son las mismas que tengo yo. Quiero a todos mis personajes, pero a ella más porque tiene mucho poder, mucho peso específico. Y además tengo gratitud”.
A partir de 2012, el humorista trabajó en dos comedias producidas por Nazarena Vélez, Despedida de soltero y Los Grimaldi y debutó en Telefe en La pelu, que conducía Flor de la V, donde divertía con sus ‘noticias cantadas’. Luego participó de Tu cara me suena, por el mismo canal, donde imitó a Stevie Wonder, Daddy Yankee, el Puma Rodríguez y Valeria Lynch, entre muchos otros. En 2014 formó parte del ciclo de entretenimientos La nave de Marley y de la segunda temporada de Tu cara me suena, haciendo dúo con Laura Esquivel.
La gran oportunidad
Tras hacer La mesa está lista, en eltrece y conducir Decisión, en Crónica TV, Gerardo Sofovich lo eligió para ser parte del elenco de El champagne las pone mimosas. En 2016 participó de La peluquería de Don Mateo y luego, en ShowMatch, en las ediciones de “Bailando por un sueño” de 2017 y 2018. También condujo Todo por hoy, en elnueve, hizo ficciones como Millennials y Generaciones y participó de Cantando 2020, que debió abandonar en las instancias finales para asistir a su papá enfermo.
Estuvo en Polémica en el bar, por América, y sobre eso dijo: “Fue una gran apuesta porque es un programa histórico, con una identidad fuerte, pero entré en el recambio y disfruté de estar sentado ahí para decir lo que tuviera ganas. Tiene el espíritu del ying y el yang y a veces faltaba el yang, y ocupar ese lugar me parece valioso porque sino uno está en la casa puteando a la tele”. También en América hizo Estelita en casa, en plena pandemia y luego le llegó una gran oportunidad con Los Mammones, un late night show en el que entrevistaba y cantaba con diversas figuras del espectáculo. El año pasado condujo La peña de morfi, luego de la muerte de Gerardo Rozín. En todos esos años, mechó su trabajo en televisión y teatro con la radio. Pasó por varias emisoras: Pop, Radio con Vos, Rock & Pop y Metro.
“En muy poco tiempo pasaron muchas cosas y muy intensas, y lo disfruto y lo celebro. Creo que hay un factor suerte porque todo sale bien. No me voy a bajar el precio, pero seguramente tenía algo bueno acumulado que, de tanto esperar, tuvo más poder”, contó hace un par de años en una entrevista. Alguna vez también habló sobre la posibilidad de ser padre: “No digo que quiero ser padre pero no lo descarto. En el hipotético caso, creo que adoptaría”.