La vez que John Wayne y John Ford casi rompen su amistad por un absurdo juego de egos
Una de las amistades de Hollywood más fructíferas fue la de John Wayne y John Ford, dos de las indiscutibles estrellas del western que a lo largo de sus colaboraciones nos dejaron títulos tan míticos como La diligencia, Más corazón que odio, Río Grande, Marcha de valientes o La legión invencible, entre muchos otros. Fueron tantas las veces que el actor y el director trabajaron juntos que nadie se atrevería a cuestionar su amistad, pero lo cierto es que, como ocurre con cualquier relación, también vivieron momentos tensos, como ocurrió durante el rodaje de Un tiro en la noche en 1962.
Con Un tiro en la noche hablamos de una de las películas más importantes de la historia de Hollywood y del western, y posiblemente la que más dentro de la filmografía de Ford y Wayne. En un momento en el que el género vivía sus últimos momentos de gloria, se apostó por un drama sobre un Estados Unidos que se alejaba de los mitos del salvaje oeste, un país que ahora se adentraba en una nueva visión de la moral, la política y la sociedad.
Las visiones contrarias de los personajes de James Stewart y John Wayne para resolver el conflicto con Liberty Valance, el villano de la historia, ponían en bandeja el mirar con nostalgia a la épica del género, esa que, al igual que en la trama de la película, estaba a punto de desaparecer para dar paso a un nuevo Hollywood. Por esta razón, aunque el nombre de Ford fuera un valor seguro y tuviera en sus manos la mejor historia crepuscular posible para despedir el western, los estudios no confiaban en que Un tiro en la noche fuera a funcionar en taquilla. No obstante, el director terminaría teniendo el visto bueno de Paramount para desarrollar el proyecto, aunque eso sí, con muchas exigencias de por medio.
Según el director de fotografía William H. Clothier, en declaraciones que aparecen en libros como John Wayne, The Man Behind the Myth de Michael Munn, una de las peticiones del estudio fue el rodar en blanco y negro en un momento en el que ya reinaba la espectacularidad del color. Aunque siempre se ha especulado sobre el uso de esta técnica en Un tiro en la noche, atribuyéndose también a razones creativas, Clothier señala que la única explicación es el ahorro económico, creyendo firmemente que Ford incluso hubiera llevado la cinta a sus habituales grandes parajes del oeste de haber tenido color.
"Había una razón y solo una razón... Paramount tenía que recortar costos. De lo contrario, habríamos estado en Monument Valley o Brackettville y hubiéramos tenido stock de colores. Ford tenía que aceptar esos términos o no hacer la película", declaraba el responsable de la fotografía del film.
Pero esta no fue la única petición. Tal y como se detalla en el libro de Munn, el estudio quería forzosamente que John Wayne fuera el protagonista, puesto que tenían una obligación contractual con él que querían cumplir. Por la buena relación que había entre Ford y Wayne se puede suponer que era una petición fácil de asumir, pero no fue así, porque la idea del director no pasaba por contar con su fiel amigo.
De esta forma, la molestia de tener que cambiar sus planes y de ver a Wayne con mayor poder se tradujo en discordia. Y no una cualquiera. Según cuenta Lee Van Cleef, el actor que interpretó a uno de los matones de Liberty Valance, la relación entre el director y el actor fue catastrófica durante el rodaje. Ford no quería que a Wayne se le subiera la fama a la cabeza al pensar que la película solo era posible gracias a él, así que decidió hacerle la vida imposible en el set.
“Ford era un completo bastardo para Wayne. Abusaba de él, lo insultaba y lo llamaba "maldito actor pésimo", explicaba Van Cleef en declaraciones incluidas en el mismo libro. “Ford parecía decidido a humillar al tipo que le consiguió el trabajo para hacer esta película, porque Paramount dijo que si no podía conseguir a Wayne, con quien tenía alguna obligación contractual, no apoyarían la película. Y probablemente por eso trató al Duque de esa manera. No quería que el Duque pensara que le estaba haciendo ningún favor”.
Woody Strode, otro de los actores de la película, detalla que Ford apuntó alto para humillar a Wayne, sacándole a la conversación temas dolientes como su fracaso como jugador de fútbol o el no alistarse en la Segunda Guerra Mundial. Lo hizo utilizándole a él y a otros compañeros de reparto como James Stewart para hacerle sentir por debajo de todos ellos.
“No dejaba de molestar al Duque por su fracaso como jugador de fútbol, y como yo había sido jugador profesional, Ford seguía diciéndole: ‘Mira a Woody. Es un verdadero jugador de fútbol'”, contaba Strode. “Es como cuando lo molestaba con las razones que tenía para no alistarse en la guerra al preguntarle a Jimmy [James Stewart], ‘¿cuántas veces arriesgaste tu vida por Alemania, Jimmy?’, para después decirle al Duque, ‘¿Qué tú hiciste mientras Jimmy arriesgaba su vida?’”.
Sin embargo, Strode también señala que Wayne, pese a sentirse muy cabreado, nunca trató de devolverle el golpe a John Ford. Al fin y al cabo, no dejaban de ser amigos, y un pelea la tiene cualquiera. Además, bien es conocido por todos el temperamento y la forma tan peculiar de trabajar del director de La diligencia, lo que seguramente no extrañó a alguien tan cercano a él como John Wayne. De hecho, pese a lo duro que pudiera ser este rodaje para el actor, volvieron a colaborar un año más tarde, cuando Ford rodó Aventurero del Pacífico, la que fue su última colaboración.
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