Joss Favela visita los '70 y rinde tributo a su padre en una producción muy especial

Hablamos con él hace cerca de un año debido al lanzamiento de “Llegando al rancho” (2021), un disco en el que buscó intencionalmente un sonido sinaloense campirano y que le valió una nominación al Latin Grammy en la categoría de Mejor Álbum de Banda.

Sin embargo, durante la entrevista que nos ofreció esta semana, Joss Favela -que es obviamente el artista al que nos referimos, y que antes de alcanzar fama como intérprete, era ya un reconocido compositor- se centró en “Aclarando la mente”, la producción suya que vio la luz este viernes y que, sin romper completamente con el estilo anterior, se muestra más sofisticada.

“Siempre hay nerviosismo con un disco nuevo, y eso crece cuando el anterior que hiciste fue muy exitoso”, fue lo primero que nos dijo a través del Zoom el cantautor nacido como José Inzunza. “Este es mi cuarto disco, y me siento en otra etapa, porque uno va creciendo y aprendiendo nuevas cosas. Mi papá quiso ser artista, pero no lo dejaron; y en este caso, lo estamos representando de algún modo con el rollo que presentamos”.

Favela recuerda que su padre, siendo joven, recibió a escondidas un acordeón por parte de su madre, y que este se lo entregó hace poco, lo que lo convirtió en un regalo particularmente valioso. “Lo restauré y grabé con él este disco, pese a que a veces se descomponía, porque se fabricó hace 50 años”, nos dijo. “Eso hace que se trate de un trabajo con muchos toques personales, incluyendo la vestimenta que luzco, que es completamente distinta a la que llevo habitualmente, y que tiene una onda muy de los ‘70”.

Nuevos riesgos

En ese sentido, el primer sencillo del álbum, “Gato de madrugada”, se aleja del estilo de balada norteña que Favela ha practicado en varias ocasiones -y que no deja de estar presente en este disco, como lo demuestra el tema “Algo transitorio”- para asumir una instrumentación más poderosa, marcada por arreglos que remiten a las bandas sonoras de las historias sobre vaqueros.

“Está como triste y a la vez empoderada”, retomó el artista. “Es medio rockera y al mismo tiempo ‘western’. Cuando sientes cosas dentro, tienes que sacar lo que traes, aunque no vayan necesariamente por el camino más ‘mainstream’. No me puedo negar a eso; no vaya a ser que la musa se enoje un día y ya no me quiera visitar”.

“Es una canción que requiere más pensamiento, pero nunca dudé de que fuera mi primer sencillo”, agregó. “Hay un momento en el que, si tú no te sacudes de lo que vienes haciendo, dejas de gustarle al público, porque todo lo que haces les empieza a sonar igual y ya no saben cuándo acaba una canción y empieza otra. Si vamos a chocar, aceleramos; no le andamos frenando”.

Lo que sí va por una línea más predecible es el segundo sencillo, “700”, que habla de una relación sentimental que duró supuestamente ese número de días, lo que nos llevó a preguntarle al artista por el modo en que hizo un conteo tan preciso.

“Fueron dos años; por ahí andaba”, calculó el cantautor. “Me gusta esa canción, porque representa una etapa de mi vida. La música regional mexicana tiene la fortuna de poder tocar esos temas carnales sin sonar vulgar. Me imagino que es algo que uno trae en la mente desde niño, y esa es la idea por aquí”.

A bailar

En realidad, la placa es sumamente diversa, porque Favela estaba buscando justamente ofrecer un trabajo que no fuera lineal; y la mejor muestra de ello es la inclusión de una cumbia de su autoría, “La bailadora”, que viene en dos versiones, incluyendo la que él mismo interpreta al lado del Grupo Firme.

“Cuando se la mandé a Eduin Caz luego de grabarla solo en el estudio, me dijo que quería cantarla”, precisó nuestro entrevistado. “También es un ‘rola’ de estilo retro, porque hace tiempo que las cumbias norteñas no están en el aparador. Quedé muy contento con el resultado”.

Al hablar de Firme, nos resultó necesario pedirle su opinión sobre un conjunto que ha venido arrasando en distintas plazas de la Unión Americana -sobre todo Los Ángeles- y que acaba de romper el récord de asistencia a un espectáculo musical en el Zócalo de Ciudad de México. “Lo de ellos es un fenómeno muy afortunado y muy bonito, y me da mucha alegría, porque cada vez que el regional da un paso, nos lleva a todos de la mano”, enfatizó Favela. “Además, Firme se ha caracterizado siempre por ser solidario en ese sentido; no tenían por qué hacer un dueto conmigo y lo hicieron, por ejemplo. Creo definitivamente que, en el mundo de la música, la unión hace la fuerza”.

En el camino

En lo que respecta a su propia conexión con el público, el cantautor sinaloense sabe que tiene mucho que recorrer en los Estados Unidos, donde no cuenta todavía con la convocatoria multitudinaria de la que goza en su país y en otros territorios. “La verdad es que mi mejor momento por aquí se dio antes de la pandemia, porque cuando pasó todo eso, no pude venir”, precisó. “Una vez que pasó, me dediqué varios meses a [el ‘reality’] ‘La Voz México’ [donde funge de ‘coach’], y eso pospuso de nuevo las visitas”.

“Pero estoy regresando con muchas ganas de retomar las cosas; hay una gira en noviembre que nos tendrá en ocho ciudades estadounidenses, y la verdad es que no tengo prisa en lo que se refiere a la música, porque me hace feliz hacer canciones y soy un ‘vato’ bien bendecido por Dios”, enfatizó. “Estoy feliz con la etapa que atravieso, y la trato de disfrutar”.

El tour incluye el concierto que se dará el 17 de noviembre en House of Blues de Anaheim, California, y que tendrá en la tarima no solo a Favela, sino también a Jessi Uribe, uno de los representantes más conocidos de la música popular colombiana, que tiene muchos elementos en común con la regional mexicana.

“Me siento muy bien que se esté dando esto, porque grabé una canción [‘El alumno’] con Jessie en mi disco anterior y no se había podido dar el encuentro”, retomó nuestro entrevistado. “Fue algo muy ‘padre’, porque estuvimos ocho semanas en primer lugar en Colombia, y sonamos en Panamá, Puerto Rico, [República] Dominicana y otros lugares; pero fue a la vez muy frustrante, porque, debido al Covid, no podíamos hacer conciertos”.

“Esto va a ser un choque cultural muy bonito; va a haber una fiesta sobre el escenario y otra abajo”, aseguró. “Estamos preparando algo muy especial, que no muestre solamente a él cantando en su segmento y a mí en el mío, sino que nos entrelace. No queremos que sean simplemente dos shows separados”.

Como lo señalamos más arriba, Favela obtuvo reconocimientos como autor de piezas musicales hechas para otros mucho antes de darse a conocer de manera internacional como cantante. Banda los Recoditos, Julión Álvarez, La Arrolladora Banda El Limón, Banda MS, Banda el Recodo y Alejandro Fernández, entre otros, se metieron al estudio llevando sus creaciones, y esto lo llevó a convertirse en la persona más joven en ganar el premio Compositor del Año, en 2015.

Esa es una faceta que no se ha cerrado, como lo demuestra el crédito que lleva en “Cumbia del corazón”, una reciente colaboración entre Carlos Vives y Los Ángeles Azules, y la firma suya que aparecerá en los próximos lanzamientos de Chayanne y Banda MS. “En realidad, vienen muchas cosas más”, adelantó. “Es una pasión mía, algo que no puedo apagar. Las canciones me salen, y yo mismo no puedo grabarlas todas”.

En la intimidad

Pese a uno que otro rumor que pretende vincularlo con alguna figura femenina relacionada al mundo de los espectáculos, Favela ha mantenido siempre su vida privada en secreto. “Nunca le hemos entrado por ahí, simple y sencillamente porque, en ese sentido, mi vida es muy convencional”, aseguró. “La primera palabra que se me vino a la mente fue ‘aburrida’, pero no creo que sea la mejor, porque la verdad es que sí me divierto”.

“Como le dije hace poco a un amigo, la fama es un lugar al que hay que visitar, pero en el que no hay que quedarse a vivir”, añadió. “Cuando regreso al rancho, soy José Inzunza, y todo el mundo me trata de José. El cariño que yo le tengo a alguien se lo guardo a José, porque no andan de novias con el artista, y como José no sale en la tele, ellas tampoco tienen que salir”.

Curiosamente, Favela lanzó sus dos primeros álbumes (es decir, los no oficiales) bajo su nombre original. “Es que cuando empecé tenía 13 años, y no me daba la cabecita para buscar un nombre artístico”, precisó. “Se trató de experimentos muy afortunados para encontrarme, porque no hay una escuela para ser artista; la escuela es el camino mismo”.

“Para mí, mi verdadera historia empezó con ‘Hecho a mano’, porque fue entonces cuando pude decidir dónde tomarme las fotos, quién iba a ser el fotógrafo, qué canciones iba a escribir, cómo se iba a grabar el disco y con qué instrumentación”, dijo, en alusión a la producción del 2016 que lo encontró llevando por primera vez el seudónimo actual. “Por eso separo las etapas y digo que, a partir de ahí, ya me pueden culpar si la ‘riego’, porque tenía más de 18”.

Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.