Julián Figueroa y la vergonzosa actitud de la prensa que se ha destapado (aún más) con su muerte

"Ruego comprensión por el profundo dolor por el que estamos pasando (...), ruego respeto a todos por nuestra privacidad y el doloroso momento que pasamos", dice el comunicado con el que Maribel Guardia confirmó la muerte de su único hijo, Julián Figueroa. Pero no todos han respetado la voluntad de una madre devastada.

Desde el momento en que trascendió la noticia de la muerte del cantante y actor, afuera de la casa de la cantante y actriz se han concentrado los medios de comunicación que acosan cada vehículo que se acerca en espera de que alguno de sus ocupantes —algún artista o familiar preferentemente— descienda y hable con ellos, con el pretexto de conseguir alguna declaración sobre el sentir de la familia.

"En este momento no tengo alma para contestar a nadie". Ese fue el mensaje de Maribel Guardia, quien está viviendo su duelo en privado, rodeada solamente de familiares y personas allegadas. Tampoco ha autorizado a nadie a hablar por ella (la única persona que ha revelado cómo se encuentra es su esposo). Pero la trifulca suscitada a la llegada de Olivia Collins al velorio de Julián Figueroa demostró cómo las cosas se salieron de control en las afueras de su casa.

La situación es la misma, las imágenes varían dependiendo del ángulo y el medio: Olivia Collins, amiga de muchos años de Maribel, llegó al domicilio donde se realizaban los servicios funerarios de Julián Figueroa; la actriz iba acompañada de su hija, quien fue la primera en descender del vehículo y buscaba abrirle camino a su madre. "Usted no abra la puerta" le dijo a uno de los reporteros, pero Collins bajó del lado contrario y cubriéndose el rostro intentaba llegar hasta la reja que impedía la invasión de la prensa. Un "¡hey, hey, no empujes!" se alcanzó a escuchar como señal del caos que se estaba suscitando.

Micrófonos y cámaras con los sellos de diversos canales, así como teléfonos móviles y grabadoras comenzaban a agolparse, pero en cuestión de segundos todo se redujo al enfrentamiento entre la reportera Mónica Castañeda y la hija de Collins que agarra y jala del cuello a la periodista para impedir que se acerque a su madre.

"Oiga, ¿qué le pasa?", "no golpees", responden los demás reporteros mientras las mujeres se hacen de palabras. "¡Es mi hija, no te metas con mi hija!", advierte Olivia, a lo que Castañeda le contesta: "lo sé, pero no debe ser así". Alguien más grita "no debe ser agresiva" y la hija de la actriz también cuestiona al aire "¿y ustedes no son agresivos?". Cuando finalmente logran cruzar la reja, la joven voltea y hace una señal obscena.

La desafortunada escena se ha vuelto viral y las reacciones a la misma se dividen.

Por una parte, los representantes de los medios ahí sitiados se excusan con el argumento de que están trabajando. "Solo dos o tres medios sabemos hacer nuestro trabajo", dijo Daniel Bisogno en Ventaneando, mientras en redes reprueban las formas en las que buscan una declaración. "Olivia Collins y su hija son acosadas y agredidas, ¿no pueden entender y aceptar cuando alguien les dice no quiero hablar?".

Unos más lamentan sarcásticamente que la actriz no haya "aprovechado" los minutos de fama que le concedieron. "Primera vez que los medios se arremolinan a Olivia Collins y esta ahorita queriéndose hacer la interesante". Tampoco faltan las ofensas contra su hija. "No estuvo a la altura de las circunstancias. Su madre, una dama. A la chava hay que sacarla más en seguido para que sepa conducirse ante los micrófonos y las cámaras, aún en circunstancias difíciles".

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