Kelly Clarkson no está preparada para rehacer su vida amorosa

Kelly Clarkson credit:Bang Showbiz
Kelly Clarkson credit:Bang Showbiz

Han pasado dos años desde que la cantante Kelly Clarkson y su entonces marido, Brandon Blackstock, pusieron fin a su matrimonio de ocho años. La pareja se embarcó a continuación en un tenso proceso de divorcio que, tras arduas negociaciones, se saldó con un acuerdo que llevó a la cantante a desembolsar 170.000 dólares a su antiguo esposo. Hace una semana, cambiaron las tornas y un juez dictó que el empresario debía indemnizar a la intérprete con 2,6 millones de dólares, a raíz de una serie de "irregularidades" cometidas durante el tiempo que ejerció de mánager de la artista.

Con semejante experiencia a sus espaldas, resulta comprensible que la estrella de la música, quien ahora presenta el exitoso programa vespertino 'The Kelly Clarkson Show', haya dejado claro que no tiene prisa a la hora de rehacer su vida sentimental. Clarkson quiere sacar el máximo partido a su soltería y disfrutar de una etapa libre de ataduras, al menos hasta que haya adquirido la seguridad necesaria para enamorarse de alguien sin perder su identidad ni el respeto a sí misma.

"Estoy aún en ese período en el que necesito disfrutar de mí misma, lo que ha sido muy difícil después del divorcio. Creo que necesito trabajar un poco más en mí misma, para aprender a estar en una relación y cuidar de mí tanto como cuido del otro", ha confesado la afamada intérprete, madre de los pequeños River y Remy, de nueve y siete años respectivamente, en su espacio televisivo.

Por el momento, la ganadora de la primera edición de 'American Idol' se conforma con el cariño y el apoyo que recibe de sus adorados perritos, los cuales le han ayudado a navegar por las turbulentas aguas del desengaño amoroso. A diferencia de lo que ocurría en sus tiempos de mujer casada, ahora sus mascotas tienen total libertad para subirse a la cama, dormir con ella y reconfortarla cuando lo necesita.

"Me acurruco con mis perritos. Hasta hace poco no conocían mi cama, no les permitíamos subirse a ella. Desde que me separé, y ya estoy divorciada, los perros mandan en mi cama", ha bromeado antes de subrayar el carácter protector de sus canes. "Creo que odiarán a la próxima persona que se meta en ella", ha añadido con una sonrisa. "En su momento lloraba mucho. Y cuando siente que pasas por algún tipo de duelo, Henry se acerca y empuja con la cabeza para meterla debajo de mi brazo. Y se sienta a mi lado. En estos momentos prefiero el amor canino", ha expresado.