Yahoo Estilo Killers of the Flower Moon: la historia real de la conspiración contra la nación Osage que inspiró a Martin Scorsese
Cuando hay riqueza, también hay envidia y conspiración. A principios del siglo XX, los indígenas de la Nación Osage se convirtieron en personas muy poderosas gracias al descubrimiento de grandes cantidades de petróleo en sus tierras. No tardaron en convertirse en las personas más ricas del mundo, pero eso acabó cuando se empezaron a producir misteriosas desapariciones y muertes entre quienes formaban parte de este pueblo. Irónicamente, solo se enteraron de que había petróleo en la nueva tierra donde se habían asentado los Osage luego de que ellos lo encontraran, a raíz de ser expulsados de la tierra que les pertenecía originalmente. Es una historia real que retrata la película Killers of the Flower Moon de Martin Scorsese.
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Lo nuevo del célebre director recibe su título del libro Killers of the Flower Moon: the Osage Murders and the Birth of the FBI (Los asesinos de la luna: Petróleo, dinero, homicidio y la creación del FBI), por David Grann , escritor y periodista estadounidense que publicó este material en 2017 y se ganó elogios por su trabajo. A pesar de la renovada atención que recibió el trágico suceso del que habla en su libro, la mayoría de los crímenes que sucedieron en la época aún no han sido resueltos aunque sí se dio con un culpable que mantenía una estrecha relación con el caso.
El cineasta suele contar historias de pandillas y gángsters, pero gracias a esta adaptación veremos su primer western, que cuenta la historia de una serie de crímenes cometidos contra la nación Osage en Oklahoma durante la década de 1920. Aunque los derechos del libro fueron adquiridos en 2016, fue apenas en 2021 que empezó la filmación de este esperado proyecto, que ya había acaparado la atención de los fans de Scorsese y del público en general por la noticia de que tendría un presupuesto de US$200 millones. Esto llevó a Paramount Pictures a dudar sobre si se lanzaba de lleno con esta producción, y después aceptó solo si otra compañía se sumaba. Así llegó Apple TV+ para sumarse al financiamiento y como co-productora.
Su guionista, Eric Roth , dijo que cree que esta “será una de las grandes películas” y ya aseguró durante una entrevista con IndieWire que no lo dijo a la ligera, porque considera que su historia es realmente importante. Conociendo el tema principal del libro que adapta Killers of the Flower Moon, el escritor no está exagerando. La trama de la película presenta a miembros de la tribu Osage en el noroeste de Oklahoma, asesinados bajo misteriosas circunstancias en la década de 1920, lo que ocasiona que el FBI haga una investigación amplia dirigida por J. Edgar Hoover con 29 años de edad y el oficial Thomas Bruce White Sr., también llamado solamente Tom White, quien es descrito como un legislador de estilo antiguo.
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Dicho esto, sabemos que Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Jesse Plemons y Lily Gladstone son los actores que protagonizarán el filme. Pero esos detalles ya los conocemos de memoria; lo más importante sigue siendo la historia. ¿Cuál es esa relevancia de la que habló el guionista Eric Roth? Pues la historia escrita originalmente por David Grann para el libro que da su título a la película narra la conspiración que se llevó a cabo para matar a indígenas millonarios. Para esto surgió una organización que planeó asesinar a los Osage y robar todo su dinero y sí, es una historia real que además se convirtió en el primer caso importante de lo que luego se conocería como el FBI.
El autor contó a BBC que, al igual que otros pueblos indígenas en Estados Unidos, los Osage fueron expulsados de su tierra con destino a Oklahoma. Se ubicaron en el noroeste, en una zona donde se creía que esta no tenía valor por ser “rocosa e infértil”. Sin embargo, quienes los expulsaron nunca imaginaron que estaban enviando a estas personas a un lugar que les daría muchas riquezas. Cuando ese territorio ya se encontraba ocupado por los indígenas, se descubrió uno de los más grandes depósitos de petróleo en el país. Esto les permitió romper estereotipos sobre cómo se veían o vivían estos pueblos, ya que este hallazgo los volvió millonarios y era normal verlos con joyas costosas, en mansiones y rodeados de sirvientes blancos.
Pues resulta que esto no gustó a algunos, ya que creían que los indígenas siempre debían verse “primitivos” o “salvajes”. La cero tolerancia a la buena vida que había encontrado la tribu luego de ser expulsada de lo que originalmente fue su tierra no sentó bien y ocasionó que otros armen una conspiración contra ellos para quitarles todo lo que tenían. Así, pronto empezaron a ser asesinados o a desaparecer de forma misteriosa. Solo en los primeros años de la década de 1920 ya se habían encontrado decenas de personas asesinadas.
La actriz Lily Gladstone interpreta en la película a Mollie Burkhart, una mujer a la que el autor describió como una mujer extraordinaria. Mollie nació en territorio indígena, tenía tres hermanas y hablaba en el idioma osage. En un período de 30 años su vida cambió por completo: ahora vivía en una mansión, se casó con un hombre blanco y aprendió a hablar inglés. Su poder era tan grande que su familia se convirtió en el objetivo de una conspiración que concluyó en el asesinato de sus hermanas; una recibió varios tiros, otra fue envenenada, y la tercera perdió la vida en una explosión. Durante la investigación de Grann se encontró que atrocidades como poner una bomba debajo de la casa de esta mujer, y matar a parte de su familia, solo se vuelve posible con la colaboración de las autoridades. En la película, DiCaprio interpreta a su esposo, un hombre que al parecer está implicado en la conspiración.
Después de eso, el autor dijo haber descubierto que todo se trataba de una conspiración con numerosos involucrados que iban desde doctores, que ayudaban a envenenar a los Osage, agentes de la ley que fueron cómplices o nunca hicieron algo al respecto porque al sistema no le importaban los indígenas, trabajadores de las funerarias que cubrían los asesinatos e incluso periodistas que evitaban informar sobre lo que estaba sucediendo. Fue luego que entró en escena un joven J. Edgar Hoover, quien se encontraba a cargo de una sección "oscura" del Departamento de Justicia de los Estados Unidos: el Buró de Investigaciones (FBI). La organización llegó a este caso, que marcaría su primera investigación importante, pero según Grann el equipo solo enredó las cosas. Como ejemplo, intentaron usar a un bandido llamado Blackie, recién salido de prisión, con los investigadores creyendo que iba a ayudarlos. Pues no lo hizo, lo perdieron de vista y cometió varios crímenes al poco tiempo.
Todo mejoró cuando llegó el guardia forestal Tom White, llamado por J. Edgar Hoover, quien temía que se armara un escándalo público por la forma en que estaba saliendo la investigación. Hoover le entregó el caso a White y él armó un equipo encubierto que, según lo que recoge BBC, incluía al único indígena que trabajaba en el FBI. Con la ayuda de tecnología moderna, y un grupo de personas decidido a saber más de lo que estaba ocurriendo, bajo la participación de White, interpretado por Jesse Plemons en la adaptación, se empezó a exponer la conspiración. Allí fue cuando se toparon con William Hale (Robert De Niro), un sujeto del que no se sabía de dónde venía pero siempre aparentaba no tener dinero, quien llegó a la tierra de los Osage para establecerse.
Lo que sigue es el descubrimiento de lo que el autor describe como “uno de los sujetos más diabólicos” que conoció en sus años como reportero. Hale tenía carisma y muchos confiaban en él, pero poco a poco fue acumulando riquezas y ganado, hasta convertirse en “el rey de las colinas de Osage” gracias a su poder y el control que obtuvo sobre el territorio. La razón para que de repente se volviera millonario está directamente asociada con los asesinatos, ya que se encontró que él estaba detrás del engaño, la intimidación y los robos a los indígenas y eventualmente se reveló que él junto con otros individuos eran los culpables. Grann menciona que en la época se decía que Hale controlaba a todos, desde el alguacil hasta la comunidad y autoridades como alcaldes y gobernadores. Por eso, a pesar de haber sido encontrado culpable y enviado a la cárcel, terminó siendo perdonado.
No solo él, sino que la mayoría de los involucrados en las desapariciones y asesinatos recuperó su libertad al poco tiempo. Nunca se logró hacer que los culpables paguen lo que hicieron a los Osage, pero el autor de Killers of the Flower Moon: the Osage Murders and the Birth of the FBI, quizás tratando de ver un lado positivo, dijo que al menos sirvió para que el quemeimportismo y los prejuicios hacia las comunidades indígenas quede al descubierto.
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