Kylie Jenner sufrió depresión posparto por un año tras su primer embarazo adolescente

La estrella de la televisión, de 27 años, se embarazó de su hija Stormi, de ahora seis años, cuando solo tenía 19, y ahora se ha sincerado sobre el devastador impacto de la maternidad temprana. credit:Bang Showbiz
La estrella de la televisión, de 27 años, se embarazó de su hija Stormi, de ahora seis años, cuando solo tenía 19, y ahora se ha sincerado sobre el devastador impacto de la maternidad temprana. credit:Bang Showbiz

Kylie Jenner sufrió depresión posparto por un año tras su primer embarazo adolescente.

La estrella de la televisión, de 27 años, se embarazó de su hija Stormi, de ahora seis años, cuando solo tenía 19, y ahora se ha sincerado sobre el devastador impacto de la maternidad temprana.

La magnate del maquillaje, que ahora sale con el actor Timothée Chalamet, de 28 años, dijo a British Vogue: "Stormi no fue planeada. Sucedió, pero obviamente sabía que quería tenerla. Tenía muchas ganas de tener hijos. Tenía 19 años cuando quedé embarazada, 20 cuando la tuve... fue salvaje... mirándolo en retrospectiva, siento mucha empatía y gracia por mí misma. Pero cuando era adolescente, incluso mi familia decía: 'No eres tan joven'. Creo que quizá me comportaba (de cierta manera), o ya llevaba 10 años trabajando. Pero fue un cambio de vida enorme. La depresión posparto por Stormi duró un año".

Kylie agregó que sufrió la misma forma de depresión después del nacimiento de Aire, su segundo hijo de ahora dos años, asegurando que sufrió "más o menos el mismo tiempo".

Al respecto, la socialité indicó: "Voy a cumplir 27 años y por fin vuelvo a sentirme yo misma, y (en retrospectiva) creo que, estando embarazada, llevaba pantalones de chándal todos los días, no tuve tiempo ni de darme cuenta de algunas de las pequeñas cosas de mi vida, y luego el posparto duró un año. Mentalmente, es muy duro. Hormonalmente, es muy duro. No sabía cómo vestirme".

Kylie añadió sobre la parte positiva de ser madre: "No importa por lo que esté pasando o lo que parezca o lo que escriba Internet sobre mí ese día. Llego a casa y mis hijos me quieren incondicionalmente. Están obsesionados conmigo y eso me ha enseñado a caminar por la vida con más facilidad. Pienso: 'OK, bueno tengo a estos pequeños humanos en casa que me necesitan y me quieren y piensan que soy la persona más perfecta del mundo, así que realmente no necesito validación de fuentes externas'".