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La pasta, el carbohidrato demonizado que ha recuperado el lugar que merece

La pasta es fuente de energía y vitaminas como E y B, fundamentales para el organismo. (Getty Creative)
La pasta es fuente de energía y vitaminas como E y B, fundamentales para el organismo. (Getty Creative)

Tras años de ser marginada a la lista de los alimentos prohibidos para quienes quieren “cuidar” su cuerpo y mantener un peso específico, la pasta vuelve triunfante a los esquemas de alimentación balanceada, en una época de mayor tolerancia, apertura, alimentación equilibrada y autocuidado, con cuya práctica cuidamos de nuestro bienestar y de nuestra calidad de vida.

Ahora, cuando queremos cuidar nuestro cuerpo con parámetros amables, se ha abierto el abanico de opciones que eran restringidas y ahora se reconocen como alternativas nutritivas, una de ellas es la pasta, fuente de energía y vitaminas como E y B, fundamentales para el organismo.

La doctora Rossana De Jongh Delgado, médico especialista en nutrición clínica afirma que la pasta nunca debió estar en la lista de los alimentos que pueden ser perjudiciales para la salud.

“Lo que ocurre es que la gente piensa en comer pasta y se imagina un plato de medio kilo, lleno de salsas, crema y queso, pero en realidad la pasta como tal no es un alimento más calórico que el arroz o que las papas, por ejemplo. Estamos hablando de alrededor de 100 a 120 Kcal por 100 gramos cocidos, considerando que un adulto promedio está entre 1800 y 2200 Kcal. Esto aplica para pastas blancas, integrales o semi, con lo que hay que destacar que las integrales no es que son light, tan sólo brindan más saciedad. Así que no es como tal un alimento que nos hace engordar”.

La pasta es un carbohidrato de absorción lenta, lo que quiere decir que la energía se libera poco a poco. (Getty Creative)
La pasta es un carbohidrato de absorción lenta, lo que quiere decir que la energía se libera poco a poco. (Getty Creative)

Además, la doctora agrega otro malentendido en torno a este alimento y es que la moda fitness también la ha señalado negativamente porque tiene gluten, pero el gluten no engorda y genera malestar en quienes tienen una intolerancia.

Por otra parte, la pasta es uno de los ingredientes fundamentales de la dieta mediterránea, reconocida como una opción saludable y variada, lo cual la hace versátil y práctica porque puede comerse con variedad de combinaciones de verduras, carnes y vegetales.

Según se explica en el apéndice de alimentos del diario La Vanguardia, la pasta es un alimento ideal para quienes tienen una alta demanda energética, como los deportistas, y sus hidratos son de absorción lenta, lo que quiere decir que la energía se libera poco a poco. Además, es un alimento que no contiene grasas y tiene un alto contenido de fibra por lo cual ayuda a una mejor digestión.

“El problema son los extremos”, dice De Jongh y agrega que la clave está en verla como parte de un plato, como podría ser un tubérculo o el arroz, y no como el plato entero, caso en el que debemos comer en exceso para poder saciarnos. “Además, hay que tener en cuenta los extras que no necesariamente nutren pero sí aportan calorías. Por ejemplo, la pasta suele servirse con salsas muy grasas o cremosas o con kilos de queso”, afirma la experta.

Una buena alternativa es preparar la pasta con vegetales y verduras, además de proteínas de calidad. (Getty Creative)
Una buena alternativa es preparar la pasta con vegetales y verduras, además de proteínas de calidad. (Getty Creative)

“La pasta en sí tiene en su mayoría carbohidratos, pero también aporta algo de proteínas (unos 3-4g/100g). Y todos, deportistas o no, necesitamos esos nutrientes, sólo que quien usa más energía, necesita más energía (calorías). Pero todos podemos comer pasta”, aconseja.

De Jongh sugiere comerla, por ejemplo, acompañada de una fuente más interesante de proteínas que el queso, como pescado, pollo, carne o tofu. También disfrutarla con vegetales cocidos, los cuales completarían el aporte de fibras y brindan saciedad. También puede prepararse como una ensalada que contenga ingredientes variados de todos los grupos de alimentos, y así quedaríamos satisfechos con una cantidad razonable de pasta.

Con relación a las personas que no toleran bien el gluten o que son alérgicas, pueden encontrar una alternativa en pastas a base de maíz, de arroz, o las más nuevas -e incluso más interesantes en proteínas y fibra- a base de leguminosas.

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