La serie de Elisabeth Moss da una lección a todos los thrillers sobre asesinos sádicos

Apple TV+ sigue sorprendiendo con sus series. Tiene pocas pero la gran mayoría (por no decir todas) dejan huella. La plataforma comenzó su andadura con paso lento pero seguro, y ahora mismo es de los rincones más fiables a la hora de encontrar series arrolladoras, de calidad y con buenas historias. Hay apuestas para todos los gustos y después de dejarnos maravillados recientemente con Pachinko en drama, WeCrashed como apuesta biográfica y Slow Horses en el thriller, ahora es el turno de hablar de (y aplaudir) Las luminosas (The shining girls).

Protagonizada por Elisabeth Moss (El cuento de la criada) y Jamie Bell (Billy Elliot), esta adaptación de la novela de Lauren Beukes nos cuenta una historia siniestra y retorcida sobre un asesino sádico y la única víctima superviviente que intenta encontrarlo. Con cada entrega la serie va añadiendo piezas sueltas a un rompecabezas tan inteligente como inesperado, que resulta imposible descifrarlo hasta el final. Y en el proceso ha dejado una lección para que los thrillers similares tomen nota.

Elisabeth Moss en 'Las luminosas' (cortesía de Apple TV+)
Elisabeth Moss en 'Las luminosas' (cortesía de Apple TV+)

Elisabeth Moss interpreta a Kirby, una archivista en un periódico que al momento de conocerla en el primer episodio se presenta como una mujer insegura y solitaria, retraída en su propio mundo. Pero entonces descubrimos su historia: años atrás sufrió una brutal agresión y, desde entonces, su vida se ha convertido en la burbuja más inestable posible. Su mente le juega malas pasadas mientras su entorno y recuerdos cambian de repente y sin aviso, transformando su realidad mientras convive con el trauma.

Sin embargo, Kirby comienza a tomar las riendas cuando descubre que el criminal que casi se cobra con su vida es un asesino en serie interpretado por Jamie Bell. Su modus operandi es observar y acechar a mujeres hasta que las asesina cortándoles el abdomen, dejando un artefacto dentro. Con la ayuda de un reportero interpretado por Wagner Moura (Pablo Escobar en Narcos), comienza a descubrir un caso aparentemente inexplicable, con decenas de víctimas a lo largo de los años pero con un asesino que nunca cambia de aspecto. De esta manera, la serie juega entre el thriller y la ciencia ficción, creando un universo en donde las tornas, escenarios y realidades cambian sin previo aviso mientras vamos conociendo intensiones y tramas a cuentagotas. Las luminosas logra que no podamos soltarla, poniendo sus miras en nuestra capacidad de atención como baza para el éxito. Aquí todo gira en torno al misterio, ¿quién es el asesino? ¿por qué lo hace? ¿de dónde viene? ¿cómo lo hace? Porque siempre está un paso delante de sus víctimas, conoce todos sus movimientos, aparece de la nada y nadie nunca lo ve cometer sus crímenes.

En resumen, cuando te dejas llevar por esta serie, estás continuamente intentando descifrar qué será lo siguiente, cuál será la próxima revelación, con qué te sorprenderá ahora. Porque cada episodio va a aportando nuevos datos que dan sentido a la investigación de la trama… hasta que llega el sexto. Un capítulo que cambia las tornas y da una lección a los thrillers sobre asesinos y villanos peligrosos.

Jamie Bell en 'Las luminosas' (cortesía de Apple TV+)
Jamie Bell en 'Las luminosas' (cortesía de Apple TV+)

En total, la serie está compuesta de ocho capítulos, y a la hora de escribir este artículo ya está disponible el séptimo. Durante los primeros cinco la serie se convierte en un ejercicio mental para el espectador, intentando atar cabos incomprensibles porque muchos factores del contexto que da sentido a la trama no se han revelado todavía. Pero, de repente, vemos la luz. Y es que el sexto capítulo la convierte en una serie que va más allá de un estudio del trauma sobre la víctima, la sed de venganza y una trama detectivesca. Se convierte en un estudio de personajes, entrelazando todo lo que vimos con la revelación de ese villano tan siniestro.

De golpe, en el sexto episodio desaparece Kirby y toda su investigación y trauma, para poner el foco sobre Harper Curtis. El asesino. Después de pasar media serie metidos en una nebulosa confusa, la producción tiende una mano al espectador, centrándose en quién es Harper, de dónde viene y cómo consigue estar en todos lados, en cualquier momento. Es el capítulo más revelador y, en mi opinión, el mejor de la serie hasta el momento.

El episodio permite que Jamie Bell brille en su interpretación. Para ser sincera, hace tiempo que considero que es uno de los actores más infravalorados de su industria, siendo un actor capaz de transformarse en todo tipo de personajes como demuestra Las luminosas, y ya demostró en películas como Skin. El ex Billy Elliot puede ser tan encantador como seductor, siniestro como sádico, y es en este episodio donde descubrimos motivaciones, explicaciones y orígenes, dando un giro a la serie y su foco tan radical y acertado que consigue que nuestra atención de un vuelco. Porque desde ese momento nos centramos en él. La investigación y el resto de víctimas que fuimos indagando en cinco capítulos pasa a un plano secundario. Ahora queremos saber más de él. Descubrir más de su historia y la motivación de sus terribles asesinatos.

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Y por eso Las luminosas termina dando una lección a los thrillers detectivesco sobre asesinos sádicos. Porque divide la atención entre la víctima o investigación con el asesino como personaje. No es un villano sin más, sino que hay un retrato, trasfondo, historia y muchas capas por descubrir, tal y como hacía El silencio de los inocentes. No se trata de un villano al que temer porque es psicópata y punto. No. Las luminosas indaga, expone y disecciona y, junto a una interpretación magistral de Jamie Bell, logra elevar la calidad de la serie a otro nivel superior.

Por supuesto que Elisabeth Moss está sublime como siempre, pero su personaje está teñido de características que provocan déjà vu. Y es que su sed de venganza, rabia contenida con lágrimas en los ojos, nos remontan a interpretaciones similares como en El cuento de la criada y El hombre invisible. Aquellos que no hayan visto estos trabajos descubrirán entonces a la mejor Elisabeth, sin embargo, para quienes conocemos de sobra sus papeles pierde un poco el elemento por sorpresa.

De todos modos, Las luminosas es una serie imperdible. De esas que nos mantienen en vilo y convierten en detectives desde el sofá de casa, dejándonos boquiabiertos y pasmados con revelaciones que jamás hubiéramos imaginado.

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