Leonardo Dicaprio, amor en los tejados de Roma con Vittoria Ceretti
Un espresso para dos. Igual que el clásico de Doris Day, pero cambiando el té por el café, que para eso estamos en Roma. Roma tiene nombre de mujer, al menos para Leonardo DiCaprio. Ella es Vittoria Ceretti. Una modelo que, con tan solo 14 años, fue finalista del Elite Model Look of the World; que con 19 era ya una habitual de las pasarelas de Louis Vuitton y Fendi, y que, ahora, es imagen de Chanel Beauty. Pero ahí no se acaban sus logros. Ceretti es la única mujer que ha roto con la maldición que sobrevolaba las coronillas de todas aquellas que 'osaban' acercarse al lecho de Leonardo DiCaprio. Ya saben, esa norma no escrita por la que, una vez cumplidos los 25 años, todas se veían abocadas a romper, inexorablemente, con el rubio Jack Dawson de Titanic. O, al menos, esa era la extraña coincidencia. Llámese Camila Morrone, la última, o Bar Refaeli, la primera, y entre medias, Bridget Hall, Kristen Zang, Toni Garrn, Kelly Rohrbach, Nina Agdal, Gisele Bündchen o Blake Lively. Ceretti ¡ha cumplido los 26! (el pasado 7 de junio) y su relación, es obvio, va viento en popa y a toda vela.
Lobo estepario y ¿comprometido?
O, por lo menos, eso es lo que vemos en estas fotos y, aunque más vale una imagen que mil palabras, nos gusta poner nombres a las cosas e interpretar, más allá de los gestos y arrumacos. Porque la modelo ha logrado dar un paso más allá, en su relación con este lobo (estepario) del Wall Street. Lo tienen ante sus ojos: un viaje romántico a la Città Eterna y, además, acompañados de sus respectivos progenitores. Y eso, para una transalpina, por muy de Brescia que sea, no es peccata minuta. Total, que la cosa se pone seria. Y no solo porque, ante el acecho de los paparazzi, sus guardaespaldas hayan provocado algún que otro altercado en las inmediaciones de Via Giulia, sino porque sus paseos entre callejuelas y grandes monumentos del Barroco, sorteando hiedras y sampietrini, dieron también sus frutos. Les explicamos.
Resulta que, entre visitas turísticas privadas y experiencias gastronómicas, el equipo de seguridad de la estrella de Hollywood ha saltado a los telenoticias del país por sus 'técnicas' de persuasión. Especialmente, por la actuación que tuvieron cuando, a la salida del mítico restaurante Pierluigi, conocido por su excelente marisco y sus mesas repletas de celebridades, como Jeff Bezos y Lauren Sánchez, o Katy Perry y Orlando Bloom, utilizaron láseres cegadores para inutilizar los objetivos de las cámaras, entre ellas, las de un decano de la profesión, Rino Barillari. Pero también, entre haces de luz ultrasónica, la pareja no perdió 'comba' de la oferta inmobiliaria de la capital del Tíber. Con el padrastro de él y la mamma de ella, como escoltas, de camino a la Basílica de San Clemente, primero, y del Coliseo, después, tomaron nota de todos los áticos que dejaban al paso. Con vistas a los tejados más románticos del planeta.