Lily Collins, la estrella de 'Emily en París', nos habla de su propio corte de cabello traumático

NUEVA YORK — Era una tarde gris y lluviosa de 4 grados Celsius, pero en una alfombra azul adentro del Consulado General francés en el Upper East Side antes de una proyección especial de la tercera temporada de “Emily en París” la semana pasada, el elenco lucía tan colorido como la serie misma.

Lucien Laviscount, que interpreta a Alfie, el novio británico de Emily, sonrió de oreja a oreja mientras se paseaba por la fila de periodistas vistiendo un traje rosa neón y tenis que hacían juego. Philippine Leroy-Beaulieu, quien la hace de Sylvie, la jefa francesa de Emily, alzaba una ceja con timidez hacia las cámaras mientras inclinaba la cabeza para mostrar una perforación de una gran flecha plateada que salía de su oreja derecha por encima de un vestido negro asimétrico.

Kate Walsh, que interpreta a Madeline, la jefa estadounidense de Emily, posó con un largo vestido blanco, sacando la pierna izquierda para mostrar una atrevida abertura hasta el muslo cosida a un panel de malla negra transparente. La acompañaba su prometido, Andrew Nixon.

La estrella de la serie, Lily Collins, hizo su aparición con un reluciente vestido corto blanco de manga larga lleno de moños plateados, medias negras y tacones de plataforma plateados con purpurina, y el fleco despuntado que su personaje, Emily, se corta ella misma en el primer episodio de la nueva temporada. (“Fleco de trauma”, como lo denomina Mindy, la compañera de cuarto de Emily, interpretada por Ashley Park).

Emily está bajo presión al comienzo de la tercera temporada de la serie de Netflix, que se estrenó el miércoles. Se enfrenta a grandes decisiones en el trabajo y en el amor. ¿Debe quedarse con su jefa de Chicago, Madeline, en Savoir o unirse a su jefa francesa, Sylvie, en su nueva empresa de mercadotecnia? ¿Debería seguir albergando esperanzas por el inaccesible Gabriel, interpretado por Lucas Bravo, o aceptar una relación a distancia con su enamorado de Londres, Alfie?

Collins y Park afirman que les pareció algo familiar que Emily recurriera a las tijeras en medio de una indecisión paralizante.

“Tuve un corte de caballo a los, creo que 26 años, que me hice por un gran cambio en mi vida”, dijo Collins. “Me corté todo el cabello —fue un corte “pixie”— y fui a la fiesta de los Premios Oscar de Vanity Fair y la gente me decía: ‘¿Qué pasó?’”.

Park, quien lucía un vestido con estampado de cebra en morado y negro y botas negras de látex, dijo que cuando estaba en el séptimo grado quería tener el cabello ondulado. “Pero me hice un rizado permanente y fue demasiado, así que tuve que usar un chongo que apodé ‘la piña’ durante todo un año”, contó Park, cuyos ojos café oscuro contrastaban con la atrevida sombra morada con la que se había maquillado.

Jeremy O. Harris, el dramaturgo de “Slave Play” que encarna al diseñador Gregory Dupree en la serie, no dudó cuando se le preguntó si Emily debería volver a Chicago.

“Solo necesita alejarse de los hombres”, afirmó, vestido con un mono blanco estampado y un chal rojo de manga larga.

“Hay demasiado romance en París”, añadió. “Creo que debería quedarse en Europa, pero quiero ver ‘Emily en Berlín’ o ‘Emily en Italia’”.

Sin embargo, Darren Star, creador de la serie, dijo que el programa se mantendrá fiel a su título, al menos por esta temporada.

“Emily está en París por el momento”, confirmó Star, quien llevaba un traje negro. La serie fue renovada por una cuarta temporada y, espera, que se extienda más allá.

“Si quieren que volvamos, volveremos”, dijo. “Creo que hay más historia que contar”.

París, por supuesto, ha demostrado hasta ahora ser una fuente inagotable de diversión para los espectadores mientras Emily navega por las diferencias culturales como el saludo con doble beso en la mejilla y una oficina que no abre antes de las 10:30 de la mañana.

“Que Emily llegara a la oficina tan temprano fue sin duda divertido”, dijo Camille Razat, que interpreta a Camille, una socialité parisina y rival en los afectos de Gabriel. Razat llevaba un vestido rojo de manga larga con guantes de ópera a juego. “Trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar”.

El actor francés William Abadie estuvo de acuerdo. Interpreta a Antoine, propietario de una empresa de perfumes cliente de Savoir. “Vivo en Estados Unidos y vine aquí porque quería ser actor, pero también porque respeto el profesionalismo”, comentó.

Pero los actores franceses y estadounidenses comparten una cosa: el afecto por la boina, el gorro de fieltro redondo y plano que Emily usa al menos media docena de veces en las dos primeras temporadas de la serie.

“Tengo muchas boinas”, confesó Harris, con los ojos brillando.

“Tengo una boina de invierno, una de verano”, agregó Walsh.

Los miembros franceses del reparto tenían poca experiencia personal con ellas, pero no se oponían a la idea.

“¿Por qué no?”, admitió Bravo, quien modelaba un traje de terciopelo negro.

“Yo nunca las uso”, dijo Arnold. “Creo que sí lo haría”, añadió, “pero me gusta demasiado mi pelo”.

© 2022 The New York Times Company