Lisandro Carret: de su vida familiar en las sierras de Córdoba a su rol como “embajador cultural” en Miami

Lisandro Carret: de su vida familiar en las sierras de Córdoba a su rol como “embajador cultural” en Miami
Lisandro Carret: de su vida familiar en las sierras de Córdoba a su rol como “embajador cultural” en Miami

Lisandro Carret tiene su vida repartida entre Villa del Dique, Córdoba, y Buenos Aires, donde trabaja la mayor parte del año. Pasa todos los veranos en el Valle de Calamuchita porque ahí lo llevaban sus padres, el Pato Carret y Cecilia, desde que tiene memoria. Es su lugar en el mundo y también el de sus hijos, Rafael, de 9 años, y Dante, de 5. Este verano se está presentando en el Parador Almirante Brown con su unipersonal. “Trabajo ahí de toda la vida, primero haciendo shows con mi papá [el humorista Pato Carret, fallecido en septiembre de 2014] y después solo, con espectáculos para toda la familia. Y hago eventos y festivales porque promociono Calamuchita Festivalera, que es una asociación que promueve los festivales de todo el valle”, explica.

Hace un tiempo, a Carret le ofrecieron ser Secretario de Cultura y Turismo de Calamuchita, pero decidió no aceptar porque vive en Buenos Aires y viaja seguido también a los Estados Unidos. “La política no es lo mío, pero sigo como embajador ad honorem de Villa del Dique, promocionando el turismo y el espectáculo”. En una charla con LA NACIÓN, el actor y conductor habla de su flamante designación como Director y Representante del Centro Cultural Argentino de Florida, con el objetivo de fortalecer el vínculo de la comunidad de Miami con nuestro país . Además, en breve estrena Después del final, la nueva película del director Pablo César, en la que interpreta un personaje que lo desafió porque abarca veinte años de una vida.

Lisandro Carret
Lisandro Carret

-¿Siempre tenés tantos proyectos?

-Siempre, porque mi trabajo es muy inestable y necesito tener varias cosas al mismo tiempo; mientras hago una, espero que salga la otra, y se arma otro proyecto. No me puedo dar el lujo de quedarme sin trabajo, entonces tengo mi unipersonal, o hago alguna comedia o acepto desafíos como lo del Centro Cultural Argentino en Miami que, aunque es ad honorem, me permite ponerme en la vidriera y mostrarme.

-¿Cómo se dio eso?

-A través de mi trabajo con Los Palmeras, en mayo pasado, en Miami y Las Vegas. Roberto Macho, Presidente de la Cámara Argentina de Comercio en Florida, me convocó y me pareció muy interesante ser el enlace entre Miami y la Argentina. Es un gran orgullo. Hice y hago muchos trabajos ad honorem, como por ejemplo el de promocionar el Valle de Calamuchita que es mi lugar en el mundo; el 22 de febrero hacemos un festival a beneficio de una zona que sufrió incendios. La gente te ve en redes y cree que ganas una fortuna y no es así. Siempre que puedo colaboro.

-¿También tenés un pie en Miami con una empresa de entretenimientos?

-No, Jet Lag Entertainment es la empresa de un amigo, Marcelo Culota, y yo hago el marketing y la imagen; soy el director artístico de esta empresa que nació unos meses antes de la pandemia. Con la productora sponsoreamos a Los Palmeras.

-¿Te da el tiempo para todo o lo vivís con mucho estrés?

- Es sumamente estresante, pero ya estoy acostumbrado a ahorrar cuando vienen las buenas épocas para poder disponer de ese dinero cuando hay sequía (risas) . Genero mi propio trabajo inventando shows, eventos. En televisión estoy en Franquicias que crecen, donde soy consultor y tengo mi porcentaje si vendo una franquicia.

-¿Tu papá te enseño a ser generador y no esperar a que te llamen?

-Ya de chiquitito mi papá me enseñó a generarme trabajo y no sentarme a esperar a que llaman . Siempre estoy ocupado en algún proyecto personal que pauso cuando sale otra cosa. Trabajo desde los 5 años en programas infantiles, a partir de los 17 en novelas, teatro y cine. Y hasta los 30 compartí escenario con mi papá; ya tenía 80 años él y decidió retirarse. Decía que necesitaba el reposo del guerrero (se emociona).

-Pronto estrenás una película... ¿Cómo fue la experiencia de la transformación para hacer el personaje?

-La película se llama Después del final y la dirige Pablo César. Ya participó en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2024, y se estrena en marzo en Buenos Aires y España. Es la historia autobiográfica de Luz Fernández de Castillo, una distinguida personalidad de nuestra cultura, pintora, escritora, filósofa y galerista. El elenco es hermoso: Eleonora Wexler, Natalia Cociuffo, Nelson Rueda, Héctor Bidonde, Alejandro Botto, Nilda Raggi, Edgardo Moreira, y de la propia Luz Castillo. Yo interpreto a su marido durante dos décadas de su vida y tuve que caracterizarme y aumentar unos kilos. Fue una composición interesante y divertida porque tuve que hacer de más joven y de más viejo también, con canas y arrugas. Y hay otro proyecto con Pablo César. Estudié muchísimo porque mi viejo me recomendó que, si quería dedicarme a esto, estuviera bien preparado. Soy locutor recibido en el ISER, soy licenciado en comunicación, hice marketing, soy coach ontológico, edito y produzco, hago cámara. De todo un poco (risas).

Lisandro Carret
Lisandro Carret - Créditos: @Gerardo Viercovich

-Un buscavidas…

-Total. El premio al remo no se inventó en los Martín Fierro, pero estoy seguro de que lo ganaría (risas). Ahí no tengo falsa modestia porque soy un remador nato .

-¿Cómo ves la realidad de nuestro país?

-La industria audiovisual se está deteriorando desde hace años, y cada vez hay menos ficción. Después de la pandemia hubo un furor y la gente iba al teatro y a los recitales, cosa que le dio un oxígeno a nuestro trabajo. Pero ya no hay ficción en televisión y si no pertenecés a alguno de los grupos que trabaja en plataformas, estás afuera totalmente. Por eso hay que apelar al ingenio y la creatividad para inventarse trabajos.

-¿Intentaste trabajar en plataformas?

- No tengo representante. Es un círculo muy pequeño el que accede a eso y no es fácil saber qué hacer para llegar. Yo soy de la época en la que sabías qué puerta golpear o te llamaban para laburar, y eso se ha perdido . Además, estuve diez años en Pasión de sábado y eso me mantuvo afuera de las ficciones. El coaching ontológico fue una gran herramienta que empecé a utilizar en la pandemia haciendo encuentros a distancia y ayuda a alcanzar las metas laborales, de negocios o personales. Y me sirvió muchísimo personalmente y luego lo apliqué ayudando a los demás. Sirve para acercar tu momento actual al que soñás, porque achica la brecha.

-¿Extrañás trabajar en un programa tan icónico como Pasión de sábado?

-No, fue una linda experiencia que duró muchísimo, el más largo de mi vida porque es casi imposible tener esa continuidad como actor. Fue una linda etapa en la que aprendí mucho y recuerdo con cariño, pero me ataba un poco no poder hacer giras, ni viajar o hacer otras actividades. Fue un ciclo que se cumplió .

-¿Cómo está tu familia?

-Muy bien. Mis hijos están grandes, hermosos. Rafael tiene 9 años y Dante, 5. Les encanta estar en Calamuchita, como a mí. Y a los dos les atrae este mundo del espectáculo así que, quien dice, siguen con el legado artístico. A Rafa le gusta la música, es muy afinado y canta muy bien; y a Dante le gusta hacer magia y es muy desenvuelto ante el público. Ya están en Buenos Aires porque pronto empiezan las clases, así que nos reencontraremos en marzo.

Lisandro junto a su padre, Pato Carret
Lisandro junto a su padre, Pato Carret

-¿Qué te diría tu papá si te viera hoy?

- Mi papá estaría orgulloso de sus nietos y del hombre en que me convertí, y de lo luchador que soy y cómo la sigo remando; nunca bajo los brazos . Aprendí mucho de él y tuve el privilegio de trabajar juntos hasta mis 30 años. Hace once años que se fue papá y lo extraño cada día más. Tengo la suerte de tener una familia pequeña pero muy unida.