Lo que evitas cuando usas el protector solar dentro de casa (y no es exageración)

Si bien la exposición moderada a luz solar beneficia nuestra salud, la radiación solar puede afectar profundamente nuestra piel y de allí la importancia de la protección solar. (Getty Creative)
Si bien la exposición moderada a luz solar beneficia nuestra salud, la radiación solar puede afectar profundamente nuestra piel y de allí la importancia de la protección solar. (Getty Creative)

Aunque el dicho "donde entra el sol no entra el médico" es muy popular, la verdad es que no es absolutamente cierto. Si bien la luz solar incide sobre ciertos microorganismos protegiéndonos de enfermedades -por ejemplo, algunos virus no soportan la luz solar-, también la radiación solar puede afectar nuestra salud, y de allí la importancia de la protección.

Y es que por supuesto que el sol hace bien. De hecho, la absorción de rayos ultravioleta permite la síntesis de la vitamina D en la piel, que es fundamental para la salud en general.

También, los rayos del sol activan los melanocitos, cuyo objetivo esencial es proteger la piel de quemaduras, y si los recibimos de manera moderada nos dejan con un lindo bronceado. El problema está cuando esa exposición puede provocarnos irritación, arrugas, pérdida de elasticidad, manchas y hasta cáncer.

No se trata solamente de evitar exponerse demasiado cuando vamos a la playa. Se trata de la importancia de cuidarnos todo el tiempo porque podemos vernos afectados por las radiaciones estando incluso dentro de la casa u oficina. Y no, no se trata de una exageración.

Colores y alertas: por qué el sol nos puede hacer daño

Para entender por qué nuestra piel, y nuestra salud en general están en peligro si no nos protegemos de las radiaciones solares, el médico dermatólogo Jorge Padilla considera esencial comprender aspectos relacionados con la luz.

Las radiaciones solares UVA y UVB penetran la piel causando envejecimiento prematuro e incluso enfermedades como cáncer. (Getty Creative)
Las radiaciones solares UVA y UVB penetran la piel causando envejecimiento prematuro e incluso enfermedades como cáncer. (Getty Creative)

"El espectro de luz visible es el que tiene que ver con los colores básicos: el rojo, el naranja, el amarillo, el azul, el verde y el violeta, que los vemos en el arcoiris. El rojo es el más alto, en cuanto a longitudes de onda o intensidad, y el violeta es el más bajo. Por debajo del rojo está la radiación infrarroja, que es calórica, y por encima del violeta está la ultravioleta. Estas radiaciones son integrantes de la radiación solar, y aunque no las vemos, puede tener efectos sobre la salud".

La luz solar, en la atmósfera de la Tierra, se compone de 50% de luz infrarroja, 40% de luz visible y 10% de luz ultravioleta. Esta última se descompone en tres espectros importantes: la ultravioleta A (UVA), de 400 a 315 nanómetros -la unidad que mide las longitudes de onda o la energía que se emite-; la ultravioleta B (UVB), de 315 a 280; y la C (UVC) que va de 280 a 100 nanómetros. “Las A y B, penetran la piel y al ser radiaciones electromagnéticas actúan sobre la reproducción celular, lo cual pueden causar envejecimiento prematuro, y distintas enfermedades de la piel incluyendo cáncer, siendo el más grave el melanoma maligno”.

Bajo techo también hay que cuidarse

Es sabido que al aire libre estamos expuestos a la radiación solar. De hecho el 90% de la radiación ultravioleta atraviesa las nubes; la nieve la refleja hasta en un 80%; la arena refleja hasta el 15%; y entre las diez de la mañana y las dos de la tarde se recibe el 60% de la radiación, pero estando a la sombra también tenemos riesgo de recibir radiación.

Padilla explica que aquellas personas que trabajan bajo techo, o que están dentro de su casa, reciben de entre un 10% y un 20% de la radiación ultravioleta; pues los cristales de las ventanas son vulnerables dejando pasar hasta 90% de las UVA. De allí la importancia de usar protección solar dentro y fuera.

Las ventanas pueden dejar pasar hasta 90% de las UVA, por lo cual es recomendable usar protección solar incluso dentro de casas y oficinas. (Getty Creative)
Las ventanas pueden dejar pasar hasta 90% de las UVA, por lo cual es recomendable usar protección solar incluso dentro de casas y oficinas. (Getty Creative)

Con respecto a la iluminación artificial, las lámparas fluorescentes también producen radiación ultravioleta, mediante ionización de gas de mercurio a baja presión, emiten ondas electromagnéticas que inciden sobre nuestra piel. Igual pasa con los bombillos ahorradores, que también pueden producir algo de daño, dice el médico y agrega que las pantallas de las computadoras no generan una radiación que pueda afectar nuestra piel. "Pueden generar algo de calor, es decir radiación infrarroja, pero no luz ultravioleta que es la que más nos daña".

En la cocina, también debemos protegernos, porque el resplandor generado en los fogones incide sobre la piel, lo que significa que puede mancharse o incentivar el fotoenvejecimiento cutáneo.

De manera que, más que una recomendación de belleza, es necesario usar protector durante todo el día, sin importar dónde estés. "El protector solar químico absorbe la luz ultravioleta para que no llegue directamente a la piel; y los protectores solares físicos, reflejan la luz para que no penetre. Sin embargo, hay que decir que a través de los hilos de la ropa pasa 40% de la luz UV, es decir no estamos protegidos si estamos vestidos, quizás el jean es el que más protege porque es muy cerrado el tejido", puntualiza Padilla.

Dato de color

El doctor Padilla cuenta que en muchos países de Latinoamérica existe un dispositivo ideado para alertar a la comunidad acerca de los niveles y peligros de la radiación ultravioleta de manera sencilla. Se trata del solmáforo, creado por el físico chileno Ernesto Gramch.

Un solmáforo instalado en Lima (Getty Images)
Un solmáforo instalado en Lima (Getty Images)

Este aparato avisa y recomienda la manera en que debemos cuidarnos según el nivel de radiación y a través de cinco colores: verde, muestra que el riesgo es bajo; el amarillo, muestra un nivel de radiación moderado; el naranja es alto, el rojo muy alto, y violeta es extremadamente alto, es decir, que no debemos salir.

La recomendación esencial es, entonces, el uso diario de protector solar, preferiblemente con un factor de protección solar de 50 o más. No es mito, es salud.

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