La clave para aliviar las alergias puede estar en el intestino
El cuerpo humano es una caja de sorpresas. A veces nos imaginamos que cada uno de sus sistemas funciona por bloques comandados por el cerebro e impulsados por el corazón, pero no. Todo el organismo está conectado de manera misteriosa, demostrándonos que en el equilibrio está la salud. Es así como nos sorprendimos al comprender que hay una conexión entre las alergias y el intestino.
Es posible que llevando a cabo algunas claves de salud intestinal logremos aliviar las alergias y es que, para empezar, se ha observado que en pacientes que sufren de alergias, así como de intolerancias alimentarias, de enfermedad celíaca y de síndrome del intestino irritable, entre otras dolencias, hay un aumento de la permeabilidad intestinal.
Esto quiere decir que las paredes del intestino, que es semipermeable, están alteradas dejando pasar sustancias que no deben hacerlo. La nutricionista Blanca García-Orea Haro, autora del libro Dime qué comes y te diré que bacterias tienes, explica que “la pared del intestino tiene función de filtro, permite el paso y la absorción de nutrientes y también bloquea el paso de las sustancias dañinas”.
De esta manera, se supone que esta pared debe actuar como una barrera selectiva, pero si se inflama puede sufrir de permeabilidad intestinal aumentada. Con la inflamación las uniones estrechas aumentan, y esas uniones son como cremalleras que cierran los espacios entre las células intestinales. Si sustancias indebidas logran pasar a la sangre, se activa el sistema inmune intentando defenderse de esos enemigos provocando diferentes síntomas, entre ellos, las alergias.
Y es que ahora se sabe que cualquier alteración de la microbiota intestinal, puede relacionarse con distintas circunstancia en nuestra salud, con lo cual mantenerla en equilibrio se traduce en bienestar, tanto que influye incluso en los síntomas de la menopausia.
Según científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer y del Hospital Clínic de Barcelona, que revisaron literatura científica que asocia el funcionamiento del intestino y su microbiota con procesos alérgicos, existen tres factores que influyen en esta relación.
El primero, la forma en el que nacen los individuos influye en la microbiota intestinal. Aquellos nacidos por cesárea tienen menos bacterias de un tipo específico que los nacidos en parto natural, y esta diferencia hace a los primeros más propensos a desarrollar alergias y asma. El segundo factor, la lactancia materna, la cual promueve el desarrollo de una variedad equilibrada de bacterias; y el tercero, el consumo de antibióticos, que es una de las principales causas de alteraciones de la microbiota.
Entonces, ¿hay algo que podemos hacer para recuperar el equilibrio o fortalecernos para evitar alergias? Sí. Totalmente. La doctora Anita Sturnham, consultada por la revista Vogue de Reino Unido, explica que la clave para mejorar la microbiota está en la alimentación.
Al consumir alimentos procesados, exceso de azúcar, grasas saturadas dañinas, incentivamos la inflamación intestinal que se mencionó al principio, propiciando la permeabilidad intestinal aumentada y la disminución de bacterias buenas del microbioma, entre otros procesos que promueven los trastornos inflamatorios.
De esta manera sus sugerencias son, en primer lugar, mantener el consumo de fibra dentro de la dieta diaria. Esto es clave para mantener a raya la inflamación. La mejor forma de hacerlo es ingiriendo frutas y verduras de todo tipo.
La segunda recomendación es incorporar el consumo de alimentos fermentados. El repollo agrio, los encurtidos, los pepinillos, el kimchi, son aliados esenciales para mantener el intestino saludable.
Una tercera sugerencia es ingerir un suplemento de probioticos. Para ello, es necesario consultar al médico especialista si lo recomienda en nuestro caso individual, cuál producto elegir y cómo consumirlo.
Además, se recomienda sumar a nuestra dieta diaria alimentos antiinflamatorios. Entre ellos, la piña, el jengibre, la cúrcuma y las ciruelas pasas, que son una maravilla especialmente para la salud femenina.
Por último, pero no menos importante, lidiar con el estrés también contribuirá con nuestra salud intestinal. Hacer actividades que nos gusten y distraigan a diario, hacer ejercicios, y hasta tener una rutina de ejercicios de respiración será muy útil para mantener el estrés a raya.
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