Lo visto en ‘Te ha tocado’ me ha desbloqueado un recuerdo de ‘Gran Hermano’

Mike Medianoche
Se actualizó el ·4  min de lectura

Cuando pensamos en un concurso en el que todos los participantes viven juntos, inevitablemente el primer título que se nos viene a la cabeza es Gran Hermano, el reality show por excelencia de nuestra televisión. Sin embargo, hay otros muchos formatos en los que sus concursantes conviven, aunque no sea rodeados todo el día de cámaras, como bien nos dejaron claro ayer en el programaTe ha tocado. Este 29 de agosto, un participante llamado Andrés contó una anécdota bastante íntima y particular, y esta, a su vez, me hizo pensar en el ya mencionado Gran Hermano. Pero vayamos por partes.

En Te ha tocado los mismos concursantes van saliendo a la palestra día tras día, y por eso, los más fieles seguidores ya conocían a Andrés. Un chico que se define como “el topo” de la competición, pues va contando a lo espectadores lo que sucede en el recinto donde todos conviven. “Aporto información y cotilleos. Soy el que traslado lo que pasa en el hotel al plató”, reconocía el muchacho, mientras todos le mandaban callar.

Después de que el presentador Raúl Gómez le tirase un poco de la lengua, Andrés explicó que en el mencionado hotel “día sí, día también hay 'carricoche'”. Para que no hubiese dudas de lo que estaba contando, utilizó una metáfora. “La abeja que va a picar la flor. Pues va una colmena entera... hay una, en concreto, que tiene cola”, añadía Andrés, contando cómo un día llamaron a su habitación para darle un masaje. Pronto, Raúl cambió de tema, para que la cosa no se subiese de tono, pues estaba claro que estaba hablando de cómo el hotel está propiciando relaciones sexuales entre los concursantes.

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En ese sentido, me vino automáticamente una historia de amor de la que Telecinco nos hizo partícipe hace ya casi dos décadas, y que también surgió en un plató en el que los concursantes convivían codo a codo durante muchas jornadas. Hablamos de ¡Alla tú!, el programa que presentaba Jesús Vázquez y en el que los concursantes negociaban el premio que se llevaban con el presentador, o bien elegían abrir una caja que podía tener desde 0,10 euros hasta 300.000 (o 600.000, cuando introdujeron la figura del concursante desde casa, que se llevaba la mitad).

Cada entrega empezaba con un nutrido grupo de concursantes, a los que se les hacía una pregunta. El más rápido en responderla salía a jugar, mientras que el resto permanecería aguardando su oportunidad, algo que podía tardar una semana... o meses.

Esos participantes también convivían en un hotel, y a veces, entre ellos, surgían chispazos de amor o de pasión. Como diría Andres de Te ha tocado, tenían carricoche, picaban la flor. Dos de esos concursantes que vivieron un afaire fueron dos desconocidos llamados Mercedes y Salva, a los que no recordaríamos… Si no fuese por la jugada que les hizo la cadena una vez abrieron sus respectivas cajas.

El sueño de Mercedes siempre había sido entrar en un reality show, y lo consiguió con Gran Hermano 6. Fue una de las elegidas para entrar en la casa de Guadalix de la Sierra donde todo se ve y se oye. Lo que no esperaba es que la organización hubiese metido allí también a Salva, y que, de paso, aireasen todo lo que pasaba en ¡Allá tú! cuando las cámaras dejaban de grabar. Para echar más salsa al asunto, también metió en la competición a Jani, la mujer por la que Salva dejó a Mercedes.

Para el hombre, la situación no fue especialmente incómoda, ni tampoco para Jani. A Mercedes, sin embargo, se le vino el mundo encima. Solo habían pasado dos horas desde su entrada en Gran Hermano cuando anunció su salida voluntaria, convirtiéndose así en la concursante más fugaz de la historia del reality en España. Por fortuna para ella, unos años después consiguió sacarse la espinita participando, en calidad de anónima, en Aventura en África, la versión que Antena 3 hizo de Supervivientes ambientado en Kenia.

Con todo esto, nos da por pensar cuánta tajada habría sacado Telecinco si Te ha tocado se emitiese en su parrilla y no en la de La 1. Seguro que habría aprovechado los concursantes y sus historias personales para luego colarlos en La isla de las tentaciones, Secret Story o algún formato similar que enganchase a los espectadores. Sin embargo, los concursantes, de momento, están a salvo. En La 1 no hay cabida para esos contenidos, así que nadie pondrá cara a quién tiene carricoche con quién.

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