Yahoo Estilo Locomía y el drama familiar que su éxito del pasado ha traído al presente
Al hablar de Locomía la memoria remite inmediatamente al concepto de elegante vestuario y el uso de abanicos que identificó a esa boyband española de electro-pop a finales de los 80’s y principios de los 90’s. Hasta la fecha se le recuerda más por eso que por sus canciones. Pero en estos últimos días sus fundadores se han encargado de hacernos voltear al drama familiar actual que existe detrás de la fama pasada.
De 1989 a 1992 fueron la sensación de las bandas poperas en español. En México contaron con amplio público y cartel. Con la disolución de la formación original, el éxito vino en picada. Las diferencias entre Xavier Font, líder fundador, y José Luis Gil, productor, derivaron en un conflicto legal por la propiedad de la marca, misma que al final fue concedida a Font.
Junto a Gard Passchier y Manuel Arjona, los hermanos Font, Luis y Xavier, fueron los miembros originales. Contrario a lo que puede pensarse en una historia de fraternos, ellos no se llevan bien. Mantienen una relación fracturada y tóxica desde la época en que se derrumbó la fama del grupo como consecuencia de la decisión que tomó Xavier de deshacer los contratos hechos con Gil e iniciar el pleito por los derechos del nombre.
Recientemente Luis concedió una entrevista al programa español Socialité. Con ropa prestada se presentó ante las cámaras para compartir que atraviesa severos problemas económicos que lo orillaron a pensar en vivir como indigente: “No quería volver a estar en la oscuridad. Al menos en la calle me darían los rayos del sol, me daría la luz, vería gente. Sé que es muy duro decirlo, pero después de todo el camino del que vengo, esto no era nada”.
Fueron sus amigos cercanos quienes entraron en escena para impedirlo y rescatarlo. Se han encargado de prestarle prendas para que acuda a entrevistas laborales en distintos canales de televisión y empresas de comunicación en búsqueda de oportunidades para retomar su carrera artística. También se han dado a la tarea de cobijarlo a nivel emocional para que no decaiga en depresión, un trastorno que ha padecido en las últimas décadas.
En febrero de 2023 acudió al programa Fiesta. Cuestionado sobre su relación con Xavier, y al recibir una foto de él, Luis rompió en llanto. Con coraje reveló que llevaba 27 años deprimido y reconoció haber sido consumidor de cocaína como repercusión por su despido de Locomía: “Cuando él me sacó del grupo se me vino el mundo abajo, yo no había probado hasta ese entonces las drogas. Soy un tío muy activo y a mí la coca me calmaba. Lo he pasado muy mal en un pozo de depresión”.
Contundente y enojado, añadió que su hermano no se comportó como una buena persona y lo responsabilizó del destino que lo marcó como drogadicto. Luis contó que Xavier lo despidió de la agrupación sin darle explicación alguna y sin una razón poderosa. Refirió que posteriormente tampoco hubo voluntad de su fraterno para recomponer el vínculo y ofrecer una disculpa.
En junio de 2022 se lanzó la docuserie Locomía dirigida por Pablo Aguinaga y Mariano Tomiozzo. Este contenido, a consideración de la crítica, coloca a Xavier Font como el villano del cuento. En el marco de las entrevistas otorgadas para hablar de lo que aborda dicho trabajo, Xavier habló para el sitio español Uppers. “Soy perfectamente imperfecto, el más perfecto de los mortales imperfectos, y lo asumo sin ningún tipo de problema”, refirió sobre sí mismo ante la percepción que causa como el artífice y destructor del grupo.
Cuestionado acerca de su relación con los antiguos integrantes, él fue claro en lo concerniente a su hermano: “Un día se enfada él y al siguiente yo, somos una familia”. No ahondó más. No quiso pronunciarse sobre lo que indica en la docuserie sobre "la mala jugada" de Luis al crear una nueva conformación de la banda en 1993 plagiándose el concepto original: "En ese momento con mi hermano no hablé porque estaba muy caliente todo y porque me había pegado una traición de Judas Iscariote".
Luis defendió su "traición" en la serie documental al argumentar que sus planes de cantante habían sido desmoronados por Xavier y él no se iba a quedar de brazos cruzados para no proseguir con su ilusión: "¿Creen que me iba a poner a pensar en ellos? A mí lo que pensaran, me la sopla. Estaba haciendo realidad el sueño por el que había luchado y que se me arrebató".
Hoy día cada uno tiene objetivos distintos. Luis aspira a ser participante del reality show Supervivientes y así lograr ponerse en la vitrina de productores, aparte de exteriorizar el dolor que carga desde hace casi tres décadas: “Me haría mucha ilusión porque volvería a darme energía, a tener un reto”. Mientras tanto continúa siendo ayudado en cuestión financiera y anímica por sus amigos.
Xavier, en tanto, piensa en el futuro de Locomía. A sus 60 años quiere que la marca quede en buenas manos y siga funcionando en el plano comercial en el mediano y largo plazo. Para ese propósito no contempla a su hermano. En su opinión, la única persona que visualiza con la capacidad para sacar adelante el proyecto es Harold González, su novio. “Llegó donde tenía que llegar, en un mundo donde está, y es más Locomía que nadie. Él va a gestionar mi marca y él sabrá qué hace con eso”, declaró a Infobae Perú para justificar la elección de su heredero.
Cada uno tiene su versión de los hechos, del distanciamiento que mantienen. Xavier sigue sacándole provecho al nombre de Locomía. En contraste, Luis no supera lo que fue y pudo haber sido como miembro de esa banda cuya historia en su interior afectó más de lo que contempló.
