Louis Tomlinson: el emotivo reencuentro con los fans argentinos y la reunión que casi sucede con otro ex One Direction
Diez años atrás, Louis Tomlinson pisaba por primera vez el estadio de Vélez Sarsfield junto a sus compañeros de banda, en la primera y única visita de One Direction a la Argentina. Este sábado algo de esa foto volvió a repetirse, pero esta vez Louis se presentó allí en su faceta como solista, para tocar en vivo las canciones de su último álbum, Faith in the Future, en lo que representa su segunda visita al país en este camino en solitario, luego de haber cautivado a sus fans con dos fechas en el Movistar Arena en 2022, en el marco de la gira de su disco debut, Walls.
Los hits “The Greatest” y “Kill my Mind” marcaron un comienzo de show poderoso, con tintes rockeros, que despertó en el público una euforia masiva de bienvenida e hizo que Louis no se aguante las ganas de soltar las primeras palabras de la noche. “Voy a empezar como empiezo cada una de mis presentaciones, agradeciendo a cada una de las personas que están hoy acá. Esto es una locura. Viajen por un instante hacia aquel momento en que salió ‘Just Hold on’, mi primer single y una colaboración que hicimos junto a Steve Aoki. Ustedes quizás piensen distinto, pero nunca podría haber imaginado estar en un lugar de estas dimensiones. Estén orgullosos de mí, pero también de ustedes, por lo que creamos juntos. Esto es increíble, aunque hace mucho frío”, soltó el cantante, risueño, celebrando la fuerte y cercana relación que ha construido con sus fans, algo que junto al estado del clima repetiría varias veces más durante la velada.
Las protagonistas de la noche fueron las canciones que integran Faith in the Future, un disco que refleja su perspectiva optimista, que significó una oportunidad para explorar nuevas direcciones musicales y que fue especialmente diseñado para ser tocado en vivo. Hubo momentos enérgicos dignos de un show de rock, potenciados por la sólida banda que lo acompaña en sus presentaciones, con temas como “Face the Music”, “Out of my System” y “Written all Over your Face”, y otros más emotivos como “Chicago” y “Angels Fly”. Todos ellos respaldados por el fuerte acompañamiento de una audiencia presente, que coreó y se hizo notar.
“Piensen en lo lejos que llegamos juntos”, alentó Louis al público, antes de entonar “We Made it”, trayendo al presente también canciones de su primera etapa solista, junto a otras como “Walls” y “Back to you”. En ese espacio para la nostalgia también hizo un pequeño homenaje a sus inicios pop en One Direction con “Night Changes” y “Where do Broken Hearts go”, reversionadas a su estilo actual, que fueron recibidas con gran emoción por aquellos que lo siguen desde hace tiempo. A su vez, mantuvieron con esperanza e intriga a todos los fans, que esperaban que saliera a compartir el escenario con él Liam Payne, su antiguo compañero de banda, que llegó al país para acompañarlo en este tramo de la gira internacional y se había asomado a saludar desde uno de los palcos del estadio minutos antes de que comenzara el show. La ansiada reunión entre ambos en escena no sucedió, pero los fans pudieron saborear un pequeño viaje en el tiempo y tener a dos integrantes del grupo en un mismo lugar.
Como suele acostumbrar, en el setlist sumó, a su vez, un cover de la canción “Chemical”, de Post Malone y “505″, el clásico de Arctic Monkeys, durante el cual le arrojaron una camiseta de River que se guardó, lo que encendió luego los comentarios en redes sociales sobre a qué club pertenece realmente el cantante, que es aficionado al fútbol y en otras oportunidades ha lucido también la camiseta de Boca.
“Se siente increíble poder tocar en un lugar tan grande, sentirme tan bien en el escenario y tenerlos a todos ustedes conmigo. Hoy disfruté cada segundo. Una vez más, gracias. No sé cuándo volveré así que pongan toda su energía en esta última parte”, se sinceró Louis, que concluyó con “Saturdays” y un gran espectáculo de fuegos artificiales en “Silver Tongues”, dejando a sus fans con aquel interrogante, pero satisfechos de haber podido abrazar, una vez más, el reencuentro con un artista que sigue consolidando y madurando su propio camino musical.