Luis Felipe Tovar y el proyecto que casi pierde por no ser 'guapo'

Luis Felipe Tovar cuenta con más de 40 años en el medio.
Luis Felipe Tovar cuenta con más de 40 años en el medio.

Durante la tercera edición del Festival Internacional de Cine del Bajío a mediados de junio, el actor poblano Luis Felipe Tovar recibió la medalla Alonso Echánove (otorgada a lo más destacado de la actuación), por una trayectoria de más de cuatro décadas.

"Que emoción, gracias por esta presea, gracias de hacerme partícipe en algo tan importante en mi vida, que yo acepto con todo el amor y todo el cariño del mundo", dijo Tovar tras el reconocimiento a sus 42 años de carrera en más de cien producciones en televisión, cine y teatro.

Ganador de tres premios Ariel por Principio y fin, El callejón de los milagros y Sin remitente, desde hace más de 20 años tiene una escuela de actuación dedicada a la interpretación integral de los actores, especialmente en el ramo del cine.

Pero todos estos logros jamás se hubiesen concretado o quizá no serían tantos si hubiese escuchado a aquellos que lo menospreciaban por, según sus estándares, no ser guapo.

Luis Felipe Tovar forjó su carrera principalmente en cine y televisión y llevaba casi dos décadas cuando intentó ampliar su experiencia ahora en televisión. "En ese entonces, como ahora, si uno no estaba en televisión, no era nadie porque la gente va poco al teatro y el cine en aquellos entonces tampoco estaba en su mejor época", dijo en una entrevista con Yordi Rosado.

Según su relato, tuvo que enfrentarse a los estereotipos del galán "hombre atlético, guapo, ojo de color, rubio, etcétera" y, evidentemente, él no encajaba en ese perfil, "ni siquiera me invitaban (...), pero tengo otras habilidades que este hombre con ese perfil físico no va a tener. Tengo mayor nivel de entrenamiento y mi forma es más auténtica porque los estereotipos se replican de una manera muy extraña donde se confían en que la belleza va a dar todo", dijo.

El menosprecio a su enorme talento le creó dudas que iban mermando su seguridad, "en algún momento, como a todos, hay cosas que te hacen ruido, te generan inseguridades, reflexiones acerca de por qué, quedas en desventaja si consideran que alguien es el más adecuado", reconoció en el programa Confesiones con Aurora Valle.

Lo que nunca esperó es que esos mismos prejuicios de belleza le siguieran al teatro, uno de los terrenos que lo vio nacer actoralmente.

Tovar fue uno de los primeros en sumarse a la puesta en escena Aventurera, la historia que retrata a la joven 'Elena Tejero', quien en la búsqueda de una mejor vida conoce a 'Lucio, el Guapo' y es engañada por él, quien la vende a 'Rosaura', una madrota que la obliga a prostituirse en el Kumbala.

En esa primera temporada Edith González le dio vida a 'Elena', Luis Felipe a 'Lucio' y Carmen Salinas a 'Rosaura', además de ser la productora del musical.

"Cuando yo iba a hacer 'Lucio, el Guapo', llegaron los productores a decirme, cuando Carmelita Salinas ya se había salido de la junta, que no me fuera yo a ofender, pero que para 'Lucio, el Guapo' querían a un guapo, querían que leyera otro personaje", le contó a Valle.

Los productores volvieron a insistir y al ver que el actor no cedería a su petición, le pidieron que su encuentro no se le comentara a Salinas, "les dije 'claro que sí, no hay problema'. Salí de ahí y le hablé a Carmen y me dijo '¡tú eres mi 'Lucio, el guapo', tú lo vas a hacer, lo decidí yo y nadie te va a mover de ahí!'. Y lo hice y la gente me gritaba al final de la función '¡guapo, guapo!'".

Lo que le ha quedado claro a Tovar de esta experiencia y de otras donde su físico ha sido un tema, es que cada vez que gana un personaje es impulsado por su deseo de querer participar y demostrarlo a través de la pantalla o el escenario.

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