Luis Miguel cerró todas las polémicas en su quinta noche: voz impecable y energía intacta

Una vez más, Luis Miguel respondió sobre el escenario todas las dudas en torno a él; solo hay que ver el despliegue que hace sobre el escenario
Una vez más, Luis Miguel respondió sobre el escenario todas las dudas en torno a él; solo hay que ver el despliegue que hace sobre el escenario - Créditos: @NOELIA MARCIA GUEVARA

Horas antes del show de ayer, un nuevo rumor se sumó a la catarata interminable de teorías en torno a Luis Miguel: el cantante estaba mal de la voz y corría riesgo su quinta fecha en el Movistar Arena. Todo un programa de televisión dedicado a hablar sobre lo que le pasaba al cantante. Pero una vez más los minutos de aire televisivo fueron gastados en vano porque el mexicano salió al escenario un poco antes de las 21 y ya desde el primer tema, “Será que no amas”, dejó en claro por qué sigue siendo el rey. ¿La voz? Impecable.

Luis Miguel no había puesto un pie en la Argentina y ya lo rodeaba una serie de rumores y especulaciones que, como en otras visitas que realizó, ni él ni su equipo se encargaron de desmentir ni aclarar. Si quieren hablar que hablen y vaya si hablan... Él, mientras tanto, no necesita ni dar entrevistas ni descargarse hablando sobre el escenario para seguir conquistando a su público, uno que lo ama desde hace años y lo acompaña fielmente. Y se lo demuestra noche tras noche cantando junto a él todos sus éxitos y celebrando cada gesto suyo, movimiento de caderas o sus clásicas patadas al aire.

Luis Miguel, cómplice en el escenario con su público
Luis Miguel, cómplice en el escenario con su público - Créditos: @NOELIA MARCIA GUEVARA

Arriba del escenario, Luis Miguel hace lo suyo con precisión y con una sonrisa amplia, que no se le borra nunca, salvo cuando se compenetra en un bolero, en un tango o en uno de sus hits lentos. Es pura seducción y picardía y no tiene más que mover las manos para arengar a su público o lanzarles una profunda mirada para invitarlos a cantar, a saltar, a volver a enamorarse de sus canciones, esas que se saben de memoria no importa cuán lejos hayan llegado en los rankings.

Que la oreja, que los dientes… la voz. Todo es mirado y diseccionado en torno a Luis Miguel y cuando las teorías conspirativas parecen caerse surge una nueva versión que les permite a algunos periodistas seguir hablando hasta el infinito. Del otro lado, silencio y compromiso. Desde su primer día sobre el escenario, el mexicano mostró que está en su mejor forma, que los turbulentos años que vivió quedaron en el pasado y que ahora es tiempo de disfrutar. Por supuesto, que para hacer esta exigente gira 2023, que tiene cerrado más de 65 shows y que lo llevará a Chile, los Estados Unidos y a su México querido, se viene preparando desde hace tiempo, poniéndose en forma física y vocalmente. El camino recorrido y todo las duras vivencias que atravesó (algunas de las cuales se vieron o se conocieron a través de su exitosa serie biográfica) se supieron reflejar con el tiempo en su cuerpo, ese que hoy lo acompaña firme para poder desplegar un show de dos horas, que salvo por unos minutos lo tiene siempre en el centro del escenario. Todo gira en torno a él, a su voz, a su magnetismo y al destacado grupo de músicos y coristas que lo acompañan para ofrecer un show de calidad.

Su quinta noche en el Movistar Arena (restan otras cinco funciones) no fue la excepción . Entregó y desplegó su talento y dejó en off side a todos los rumores que lo persiguen y a los que no está dispuesto a contestar. Mientras, además se concentra en su futuro, ya que acaba de anunciar una nueva gira, que lo llevará en 2024 a regresar a nuestro país [hoy salió la preventa de entradas exclusiva del Santander American Express para poder verlo el 8 de marzo en el Campo de Polo y luego saldrá la venta general] y a subirse a nuevos escenarios desde el 20 de enero del año próximo comenzando por República Dominicana.

“Vamos Buenos Aires”, apenas arengó anoche el cantante que sopló 53 velitas en abril pasado en el medio de uno de los tantos medleys que tiene su show. Después se comunicó con su público solo a través de sus inolvidables hits, sus miradas y sus movimientos y también los invitó a ser cómplices una vez más de su romance con la diseñadora Paloma Cuevas, a quien le dedica noche tras noche el tema Cucurrucucú Paloma”, que sirve de cierre de sus presentaciones y con el que se divierte demostrando su gran capacidad vocal, esa que de niño eclipsó a su padre y que luego lo catapultó a la fama, para bien y para mal.

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