Luis Miguel y el 'Segundo Romance' que no se concibió como lo cuentan en la serie
Faltan dos semanas para llegar al final de la segunda temporada de 'Luis Miguel: la serie' y el argumento sigue sin llegar a ninguna parte. En lo que podría ser, hasta ahora, el episodio peor escrito de una temporada que no se ha distinguido por estar muy bien escrita de cualquier forma, cualquier vestigio de autenticidad acaba de salir por la ventana, en un desesperado intento de recuperar interés mediante un cambio de tono abrupto y rocambolesco, mientras se sostiene en más medias verdades o "licencias dramáticas" para tratar de sacar a flote una trama inerte.
(AVISO: Este artículo contiene 'spoilers' del capítulo 6 de la serie)
Este capítulo, dedicado a la memoria de Armando Manzanero (quien falleció después de que se grabara), gira en su timeline de 1994 en la grabación del disco 'Segundo Romance' y las tribulaciones que la rodearon. En realidad, todo lo mostrado aquí es una gran "libertad" tomada por los guionistas, ya que, aunque en efecto Luis Miguel reunió a Kiko Cibrián y a Manzanero en su mansión de Acapulco para trabajar el concepto del álbum, nada de lo representado fue así.
Ni Manzanero fue necio y cerrado al respecto de grabar canciones tradicionales al estilo Luis Miguel, ni Cibrián — que, por cierto, es el director musical de la serie- fue quien descubrió solo el concepto del álbum, y aunque Luis Miguel estaba afectado por la muerte de Hugo López, no es verdad que actuara tan déspota (o tan indiferente, según se quiera ver) si bien es cierto que tuvo una participación más limitada que en 'Aries', del que fue más activo.
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Además, la grabación no se pospuso por ninguna gira: se grabó en marzo de 1994, en los estudios Record Plant en Los Ángeles, los cuales fueron escogidos por sus instalaciones de registro de última generación. Manzanero coprodujo el disco con Juan Carlos Calderón (productor de los álbumes del cantante anteriores) y Kiko Cibrián.
Por otro lado, las subtramas de una reconciliación con Érika (hoy Issabela) Camil y una confrontación con la abuela Matilde en Acapulco son falsas: cuando se dio el pleito por la custodia de Sergio, antes de que le diera la patria potestad al Doc, Matilde estaba en España -nunca puso un pie en Acapulco- y nunca hubo un encuentro cara a cara entre ellos.
En el timeline de 2006, por su parte, se van plantando las semillas para que haya un pleito entre Mauricio Ambrosi (o bien, Alejandro Asensi) y Luis Miguel, tanto por un presunto desfalco — del que el mánager no fue responsable — y por su también supuesto romance con Michelle, cosa que nunca se ha comprobado, pero que dio mucho de qué hablar.
Todo esto se presentó, por supuesto, ficcionalizado, para no tener que dar evidencia de lo insinuado, como ha ocurrido en todos y cada uno de los episodios de esta temporada, que sigue desesperadamente dando bandazos sin lograr conseguir la relevancia que hace 3 años tuvo la primera temporada, algo que se ve reflejado en el escaso interés en redes sociales donde no ha conseguido ser una tendencia permanente y también se ha visto en el medidor de Netflix, donde desde el capítulo 3 no ha logrado romper el Top 5 semanal en trending, señal de que esta vez la serie no alcanzará ni de lejos la relevancia de su predecesora.
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