Mabel Lozano: 'Termino las pastillas dentro de cuatro meses y dejo mi tratamiento'
Hay temas que son especialmente sensibles, pero, en muchas ocasiones, es precisamente la propia sensibilidad del tema la que rompe los estereotipos que se crean del mismo. De ahí que cada vez más pacientes oncológicas están apostando por hablar del cáncer de mama y visibilizar la auténtica realidad que viven en su día a día. Mabel Lozano, en colaboración con Novartis y con el apoyo de la Comunidad de Madrid, la Asociación Española Contra el Cáncer y Mamys, ha rodado el cortometraje de animación Lola, Lolita, Lolaza que relata, a través de una narrativa humorística, el viaje en primera persona de la directora de cine con el cáncer de mama que le diagnosticaron en 2020 y que ahora se puede ver en Movistar Plus+.
“Mi amigo, José Mota, me dijo un día que el humor es la distancia más corta entre dos personas. Y yo, con mucho humor y retranca, he decidido contar mi propio viaje con un “cáncer garbanzo”. No es que tenga ninguna gracia esta enfermedad de la que mueren tantas personas todos los días, pero hay que romper el estigma y empezar a llamar al pan, pan, y al cáncer, cáncer. Cuando era pequeña, en mi pequeño pueblo de Toledo, mi madre, muy bajito me contaba: 'Mira', señalando a una mujer de mediana edad, 'esa pobre señora tiene cáncer de mama, pero su familia no lo quiere decir'. Recuerdo preguntar a mi madre, susurrando igualmente, si acaso no lo decían porque el cáncer se pegaba.
"Alto y claro, yo he tenido un cáncer de mama, y sí, es cierto que el humor no cura, pero ayuda, vaya que si ayuda", nos cuenta la ganadora de dos Goya al mejor cortometraje documental (Biografía del cadáver de una mujer y Ava), para acto seguido añadir: “Ha sido un proyecto muy laborioso, nos ha costado sacarlo adelante tres años y medio, pero también muy divertido. Ahora bien, en un momento dado, cuando lo estaba haciendo, pensé que me estaba equivocando por el pudor que me daba hablar de mí misma. Yo, en su día, cuando trabajaba delante de las cámaras, estaba más expuesta. Pero ahora no lo estoy tanto. Como directora, estoy detrás, contando en tercera persona la vida de muchas mujeres que han sido víctimas de la violencia de género o se han visto abocadas a la prostitución por su vulnerabilidad. En cambio, en Lola, Lolita, Lolaza,el personaje soy yo y la voz que se escucha es la mía”.
-¿Qué fue lo que te animó a dar el paso? ¿Cuál es tu objetivo?
-Quería acabar con el rollo ese rollode que te vean como un guerrera, una valiente o una luchadora que va a ganar la batalla. ¿Qué pasa con las mujeres que se han muerto? ¿Acaso no han sido valientes o no han luchado? No somos luchadoras, somos pacientes oncológicas.
Por otra parte, a las mujeres se nos exige, da igual que tengas cáncer o lo que sea, que estemos felices, sonriendo o estupendas. Perdona, perosi quiero llorar, lloraré, y si quiero, me iré. Se nos tiene que dejar nuestro espacio para decidir cómo queremos estar. Eso es importantísimo. Hace una pausa y añade: “Sara Carbonero acaba de contar que estuvo muchos años sin pronunciar la palabra cáncer porque pensaba que, si no lo hacía, es que no lo tenía. Yo, en cambio, decidí verbalizarlo desde el primer momento”.
-¿Por qué?
-Porque ha sido, históricamente, una enfermedad estigmatizada que se asocia a la sexualidad de las mujeres, a la edad y a muchas otras cosas que la gente no dice. A mí, en cambio, me pareció muy importante visibilizar desde el primer momento. En nuestro cortometrajeaparece la palabra cáncer unas trescientas veces. Todos nos vamos a morir no de cáncer, pero sí con un cáncer. Es una enfermedad que está entre nosotros y que hay que empezar a normalizar porque llamarla por su nombre para que haya investigación, investigación e investigación. Que sigan investigando para que muramos de otras cosas, pero no de cáncer.
"Es una enfermedad que está entre nosotros y que hay que empezar a normalizar porque llamarla por su nombre para que haya investigación, investigación e investigación"
-Hablando esto, ¿qué te parece la oposición de Elle Macpherson a tratar su cáncer de mama con quimioterapia?
-La verdad es que respeto que cada uno haga con su cuerpo y con su vida lo que quiera, pero tengo muy claro que la comunidad médica y la científica trabajan a diario para erradicar esta enfermedad y que, aunque son durísimos, los tratamientos de quimioterapia y de radio salvan muchas vidas. Vamos a ver qué pasa con ella, yo le deseo todo lo mejor. Lo que me da miedo es de que, al ser una persona con mucha influencia, su postura pueda ser seguida por mucha gente.
-Cambiando de tema ¿cómo te encuentras tú de tu cáncer?
-Yo termino las pastillas dentro de cuatro meses. Dejo mi tratamiento, lo termino. No me quiero perpetuar como una paciente oncológica toda mi vida.
-Es lo que reclamas también en tu cortometraje.
-Así es. Pero también con la violencia de género. Cuando una mujer es víctima de ella y ha salido de ahí, no hay que perpetuarla en ese estado. A mí, una buena amiga mía, me dijo que yo había pasado por un cáncer de puntillas porque no protestaba ni me quejaba. También lo cuento en mi cortometraje. Nadie pasa por un cáncer de puntillas. Es una enfermedad muy mala. Lo que pasa es que la ignorancia es muy atrevida.
-¿Qué te ha dicho tu familia cuando ha visto Lola, Lolita, Lolaza?
-Les ha encantado, sobre todo a mi hija, Roberta, que acaba de rodar un documental nuevo conmigo como ayudante de dirección. Ella ha decidido dedicarse finalmente al marketing y la publicidad, pero como ha estudiado Comunicación Audiovisual, colabora conmigo. Tiene un criterio buenísimo porque es una chica supercinéfila.
-¿Tienes planes de seguir explorando de ahora en adelante temas relacionados con la salud?
-No, no. Ahora estoy empezando el rodaje de un nuevo cortometraje documental sobre lo que soy experta, la violencia sexual, también tengo el proyecto de una serie con Rossy de Palma y el próximo año voy a dirigir mi primera película largometraje de ficción. He escrito un guión con un amigo y voy a dar el salto porque me apetece y ha llegado el momento de hacerlo.
"Siempre que termina la proyección, se nos acercan mujeres que han tenido cáncer para abrazarnos y darnos las gracias"
-De momento, estás disfrutando la buena acogida de Lola, Lolita, Lolaza
-Sí, nos está yendo fenomenal. Ten en cuenta que lo hemos estrenado en agosto y ya hemos estado en diecisiete festivales de cine: entre otros, en el de San Sebastián, en el de Punta del Este y en el más antiguo de animación que es el de Lisboa. Imagínate, hemos estado hasta en dos festivales de comedia con un corto sobre el cáncer de mama.
-Supongo que el corto lo habrá visto todo tipo de público. Gente que ha pasado por el cáncer y otra gente que no. ¿Qué efecto te gustaría producir en ellos?
-Siempre que termina la proyección, se nos acercan mujeres que han tenido cáncer para abrazarnos y darnos las gracias. Pero también otras que no lo han padecido e incluso hombres. Todos para felicitarnos por el trabajo que hemos hecho y para decirme qué tía más atrevida, más valiente y más loca eres. Les encanta. Lo mejor de todo es que, cuando terminemos de ir por los Festivales, le daremos el corto a la Asociación Española contra el Cáncer para que lo utilicen y lo utilicen otras mujeres.