Maleni Morales, la actriz versátil que merece ser recordada por sus méritos propios y no solo por ser la esposa de Otto Sirgo
El fallecimiento a consecuencia de una trombosis pulmonar el pasado fin de semana de la actriz Maleni Morales sumió en una gran tristeza a su cónyuge, el actor mexicano de ascendencia cubana Otto Sirgo, con quien estuvo casada 46 años. Sin embargo, hay un detalle que se hizo notar en la forma en que todas las notas periodísticas reportaron su muerte: enfocados en describirla como “la esposa de”, obviando su carrera o su propia personalidad.
Si bien es verdad que dentro del matrimonio que conformaron desde 1974 –del que nacieron dos hijas, Valerie y Tania, en 1978 y 1980– , Otto era la figura más mediática al aparecer en numerosas telenovelas, Maleni no solo fue su pareja sentimental, también fue su amiga, la madre de sus hijas y su compañera en numerosos programas de TV y en teatro y tenía una carrera propia, en la que se ganó un lugar en el gusto del público, a pulso.
La pareja se conoció en los escenarios teatrales y conformaron una mancuerna sólida; según recordó el propio Sirgo. Al verla por primera vez, supo que la entonces muy joven actriz – cuyo nombre de pila era María Elena Morales, nacida en 1950 en Ciudad de México – sería una figura importante en su vida.
Ambos trabajaron en numerosos proyectos de teatro, tanto clásico – como la comedia jacobina ‘Volpone’, de Ben Jonson, que escenificaron en 1977 – como musical, y también colaboraron en espectáculos de cabaret, ya que las tablas fueron siempre más importantes para ella que la televisión, siendo considerada una excelente comediante. Juntos, en 1978, Otto y Maleni también fueron conductores de un programa de variedades: ‘Sábado loco, loco’, que duró una temporada.
Del teatro a la TV, una carrera forjada con talento
Como actriz de telenovelas, Maleni hizo su debut en 1979 en la primera parte de la exitosa ‘Los ricos también lloran’, con un papel pequeño y de inmediato fue invitada por el mismo productor, Valentín Pimstein, para encarnar a la antagonista, Emilia, en la telenovela ‘Pelusita’, melodrama que protagonizaban Macaria, Ricardo Blume y Saby Kamalich.
Un detalle que distinguía a la actriz era su versatilidad, no solo en géneros, sino también en personajes: al principio de su carrera lo mismo podía ser una joven atrevida que una secretaria recatada, un ama de casa ingeniosa, una femme fatal, y hasta una extraterrestre. A principios de los años 80, Maleni obtuvo mucha popularidad al participar en una campaña publicitaria de electrodomésticos, que duró varios años y la llevó a todos los hogares de México.
Su relación con Sirgo fue reconocida como un matrimonio sólido por muchos años y crearon una familia con dos hijas, quienes también incursionaron en su momento en el medio artístico. En 1990, pasaron por una separación temporal de alrededor de dos años, pero la paciencia de Morales para con su cónyuge, al que se refería siempre como, principalmente, su cómplice y amigo, demostró ser la mejor opción y la pareja se reconcilió para seguir unida y sólida hasta el pasado 21 de noviembre.
Maleni, quien siguió alternando el teatro con la televisión, aunque con menor frecuencia mientras sus hijas crecían, vio renacer su carrera en programas unitarios como ‘Mujer, casos de la vida real’ y ‘Como dice el dicho’, aunque empezó a bajar el ritmo en épocas recientes, para acompañar a su pareja en viajes, algo que comenzaron a hacer cuando sus hijas fueron independientes y enfocarse en su faceta de abuela, que disfrutaba mucho.
Para 2017, cuando la pareja dejó la ciudad de México a consecuencia del sismo del 19 de septiembre, estableciéndose en San Miguel de Allende, Guanajuato, Maleni ya se consideraba retirada de la actuación y dedicada cien por ciento a su familia. Fue también en este periodo de su vida que estuvo, discretamente, en tratamiento para combatir cáncer de pulmón – tanto ella como Sirgo habían sido fumadores muchos años, aunque ambos ya lo habían dejado hacía bastante –, mismo que ya estaba en remisión, aunque el daño a sus órganos ya estaba hecho y eso causó la trombosis pulmonar que puso punto final a su vida.
“No fue el cáncer, ni fue coronavirus”, aclaró Sirgo, acompañado de sus hijas, a los medios reunidos en la clínica donde falleció Morales. “El doctor nos advirtió que podíamos esperar lo peor porque los pulmones estaban muy dañados y respiraba muy poco oxígeno; esto fue lo que finalmente causó el paro respiratorio y por ello falleció. Pero a nosotros, a la familia, nos queda la tranquilidad de que al irse estaba dormida, terminó bien, tranquila”, puntualizó el hoy deudo de la actriz.
En un mundo en que los decesos de figuras masculinas suelen opacar los de sus contrapartes; las mujeres suelen ser injustamente objetivadas con el título de “la esposa de” o “la madre de”, pero Maleni Morales no solo amerita ser recordada por la familia y alianza que formó con el hombre que llamó el “amor de su vida”.
También es oportuno recordarla como era, una actriz versátil, activa y participativa en actividades sindicales de la Asociación Nacional de Actores; profesional, alegre y amiga de sus amigos, solidaria con sus compañeros y sobre todo, un rostro amable y familiar que por años formó parte de la constelación que la TV llevó a millones de familias de telespectadores por años.
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