'El Manantial', la casa de Ana Obregón en Mallorca donde vivió los mejores momentos junto a su hijo
Ana Obregón siente un cariño muy especial por Mallorca, la isla en la que ha pasado los mejores veranos de su vida, pero también los más tristes. Allí se encuentra 'El Manantial', la casa que construyó su padre, Antonio García Fernández, en la Costa de los Pinos hace ya 50 años. Para la actriz y presentadora no existe un lugar más bello en el mundo. "Emerge majestuosa sobre una multitud de pinos centenarios, abrazando el mar con una infinita terraza, y su suelo turquesa en los atardeceres de verano se fusiona con el azul del Mediterráneo y del cielo", escribe.
En esta casa Ana vivió sus momentos más felices como madre. La actriz y presentadora recuerda en su libro la primera vez que fue a 'El Manantial' con Aless. "Tu padre y yo te trajimos con un mes recién cumplido". También recuerda que fue allí donde su hijo pronunció su primera palabra: "Solito. Y solito hiciste todo en esta vida, siempre intentando mantenerte al margen de la fama de tus padres". Y la segunda. "Las horas de la comida eran una locura donde las mamás orgullosas poníamos la mesa de marmol que diseñó tu abuelo con una fuente en medio de caracolas. Allí, rodeado de tus primeros -que apenas levantaban un palmo de estatura- y en el momento en que te estaba dando una papilla, pronunciaste esa segunda palabra: 'papá'".
Meses después, la actriz cuenta que Aless articuló dos palabras que todavía resuenan en su cabeza. "A la hora del bañito, rodeado de espuma y peces de mil colores, alzaste la vista y, mirándome dulcemente con esos inmesos ojos avellana, me dijiste: 'mamá, peciosa'. Sin la erre, que tardó un mes más en llegar. Y eso, te puedo asegurar, Aless, es lo más bonito que me han dicho y me dirán en mi vida".
La presentadora siente una gran nostalgia al recordar los "primeros chapuzones en el mar" de Aless, "los gateos a toda velocidad entre los naranjos del jardín, las infinitas travesuras y tus salidas a discotecas que me mantenían en vela hasta que llegabas con tus diez primos a altas horas de la madrugada".
Según Ana, su hijo adoraba esta casa. "Eras tan feliz aquí que un día, con tan solo 12 años, me dijiste: 'Mamá, nunca la vendáis, pase lo que pase'". Todos los veranos Aless se escapaba unos días a 'El Manantial' y en agosto de 2019, cuando el cáncer le dio una tregua, se trasladó allí tras disfrutar de unas vacaciones en Ibiza con sus amigos. "Decidiste venir para estar con tus abuelos y conmigo. Nos regalaste unas semanas de felicidad absoluta, exprimiendo cada segundo los atardeceres entados en el sofá con tu abuela y los gin-tonics que le cambiabas por pastillas. Volvimos a navegar juntos por ese mar que tanto ambaas desde pequeño", escribe la actriz y presentadora en el libro. Aquel verano, tristemente, fue su último verano, pues falleció el 13 de mayo de 2020.
Desde entonces, 'El Manantial' llora la ausencia del joven y Ana está viviendo los momentos más tristes de su vida. "Está vacía de ti, me siento como si flotara en un espacio sin tiempo donde los dos nos hemos intalado", lamenta Ana. "Entro a tu dormitorio como cada día para darte las buenas noches. Tengo el jersey beis que te regaló tu abuela, y que tanto te gustaba, envuelto en plástico para que no se vaya tu olor, que permanece intacto. Te huelo, te beso, estás aquí", asegura llena de dolor. Pese a ello, la actriz y presentadora siente la necesidad de volver cada verano a Mallorca. "Necesitaba estar aquí, en nuestra casa, donde me siento más cerca de ti porque cada rincón guarda infinitas imágenes de todas tus edades que puedo ver con claridad cuando cierro los ojos, y tu olor todavía viene flotando a mi dormitorio algunas noches para calmar mi tristeza".