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Pekín, 9 ene (EFE).- Unos 46.500 damnificados por el terremoto de 6,8 grados de magnitud que sacudió el martes la región occidental china del Tíbet habían sido reubicados hasta este miércoles, mientras los esfuerzos se centran ya en la reubicación de los afectados y la reconstrucción tras suspenderse la búsqueda de supervivientes. El sismo, que se produjo a las 09:05 hora local (01:05 GMT) del martes en el condado de Tingri de la prefectura de Shigatse a una profundidad de 10 kilómetros, ha dejado un total de 126 fallecidos, según el último parte de las autoridades, facilitado este martes y que de momento no ha sido actualizado. Por el momento, tampoco han notificado el número de desaparecidos. Este miércoles, las autoridades dieron las tareas de rescate por "básicamente terminadas" y aseguraron que sus esfuerzos se centran ahora en "el reasentamiento de los afectados" y la "reconstrucción" de la región, informó la prensa estatal. Ese mismo día, se restableció el suministro eléctrico en las tres localidades más afectadas, recogió la agencia oficial Xinhua. Según el medio, ya han sido entregados más de 5.800 artículos de socorro, incluyendo tiendas de campaña y ropa de abrigo. Las autoridades informaron el martes del rescate de 407 personas que habían quedado atrapadas tras el derrumbe de 3.609 viviendas en Tingri. Una geografía compleja Los esfuerzos de rescate enfrentaron múltiples obstáculos debido a las características geográficas y climáticas del lugar. La región presenta valles profundos, pendientes pronunciadas y terrenos escarpados que pueden dar lugar a deslizamientos de tierra y aludes, fenómenos comunes tras movimientos telúricos en zonas montañosas, explicó el experto de la Universidad de Geociencias de China Ma Changqian, citado por la cadena estatal CGTN. Ma destacó que el acceso a la zona del epicentro puede estar limitado debido a "daños en carreteras y puentes", lo que dificulta el transporte de suministros y personal. El experto subrayó la necesidad de priorizar la evaluación de riesgos secundarios como deslizamientos de tierra y avalanchas, que podrían agravar la situación si no se controlan a tiempo. El condado se encuentra en una de las zonas sísmicamente más activas del mundo, debido a su ubicación en un punto en el que convergen las placas tectónicas india y euroasiática. Estas características geológicas generan una acumulación significativa de estrés en la corteza terrestre, que puede desencadenar terremotos de gran magnitud, agregó Ma. El académico explicó que la compleja actividad tectónica de la región, que incluye deslizamientos de fallas y pliegues, aumenta el riesgo de réplicas de hasta magnitudes superiores a 5 en las próximas semanas. De hecho, el Centro de Redes Sismológicas de China informó hoy de la detección de 1.095 réplicas del terremoto hasta las 0.00 de este jueves (16.00 del miércoles GMT), cuatro de las cuales fueron de magnitud superior a 4, hasta un máximo de 4,4. Ma recalcó además "el clima impredecible en la zona, caracterizado por nevadas, fuertes vientos y baja visibilidad" como otro factor que ha podido complicar las labores de salvamento. Más de 14.000 personas trabajaron en las tareas de rescate y también han instalado tiendas de campaña para los reubicados en una zona donde se prevé que las temperaturas caigan este jueves hasta los 13 grados bajo cero. A pesar de que se trata de una zona con una densidad de población muy baja, en un radio de 20 kilómetros alrededor del epicentro residen unas 6.900 personas. El presidente chino, Xi Jinping, pidió el martes "esfuerzos exhaustivos para salvar vidas y minimizar el número de víctimas", al tiempo que pedía trabajar para "prevenir desastres secundarios" y "reasentar de forma adecuada a los residentes afectados". También se encuentra en la zona el viceprimer ministro chino Zhang Guoqing, quien visitó este miércoles a las víctimas y pidió mejorar la vigilancia y la alerta temprana de réplicas e inspeccionar los edificios dañados y los posibles peligros geológicos para prevenir lesiones secundarias y muertes. El condado de Tingri, que cuenta con una densidad de población de 4,2 personas por kilómetro cuadrado, está situado a los pies de la cordillera del Himalaya y tiene una altitud promedio de 5.000 metros sobre el nivel del mar. El epicentro se situó a unos 85 kilómetros del monte Everest, ubicado justo en la frontera entre China y Nepal y el cual fue cerrado al público hasta nuevo aviso para garantizar la seguridad de los visitantes y el personal. (c) Agencia EFE