María Laura “Cata” Álvarez de Gran Hermano fue internada y apuntó contra la producción: “Somos descartables”
En las últimas horas, la salud de María Laura “Cata” Álvarez generó gran preocupación entre sus seguidores. La exparticipante de Gran Hermano (Telefe) informó en su cuenta de Instagram que debió ser internada al padecer fuertes dolores corporales, lo que desató diversas especulaciones respecto a su bienestar. La salida de la casa más famosa habría incidido negativamente.
Una foto en la que se ve a “Cata” recostada en una camilla hospitalaria puso en alerta en sus seguidores de las redes sociales. “El dolor se va con una sonrisa y un suero”, escribió junto a la imagen -que compartió en Instagram- para suavizar la preocupación, donde se mostró de buen humor. Ante las repercusiones de la situación, la séptima eliminada de Gran Hermano indicó que detallaría su diagnóstico una vez que sobrepasara los dolores, pero no dudó en apuntar contra el ciclo.
En diálogo con PrimiciasYa aseguró que el cuerpo responde a los diversos malestares que atraviesa desde la salida del reality, en diciembre pasado. “La semana próxima deben realizarme una cirugía para que no se vaya a mayores el problema. Pero estoy bien, tratando de cumplir con lo que tengo que hacer pero sin dejar de cuidarme, tal como lo indico la doctora. Todo lo que se manifiesta en el cuerpo es por algo”, afirmó sin descartar que la exposición tiene sus consecuencias.
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En la misma línea, arremetió contra la producción de Gran Hermano al momento de hablar del mal momento que atraviesa, apuntándolos fuertemente. “Hay un vacío muy grande que se les hace a algunos participantes. Solo se vende a algunos, a otros se los deja en el olvido”, señaló e indicó que la única forma de ser tenida en cuenta para trabajar es con la generación de discusiones o polémicas en torno al reality. Esta postura no es la que demostró la mujer dentro y fuera de la casa, al mantener un perfil bajo y en busca de cumplir su objetivo: recaudar dinero para darle una mejor calidad de vida a su hija que padece una enfermedad autoinmune llamada artritis idiopática juvenil oligoarticular.
A la lista de quejas con respecto al lugar que tiene alrededor al programa, aseguró que no cuenta con un espacio para desarrollarse, como lo hacen otros exparticipantes, y su contrato con la producción se extiende por dos años más tras la finalización del ciclo. “Dependemos de ellos. Pero somos descartables. En un momento todos éramos jugadores y todos les servíamos de la misma manera, pero ya no. Y todo esto te afecta, todo afecta a todo”, afirmó al momento de relacionar su problema de salud con la realidad laboral que atraviesa y que le preocupa.